Un fin de semana a la madrugada sonó el teléfono de la línea 144 como tantas otras madrugadas. Era una mujer que llamaba desde la provincia de Misiones para pedir ayuda frente a una situación de violencia. En ese momento su pareja, el agresor, no estaba en la casa. Se había ido. Ella no se encontraba en riesgo inmediato. “Cierre la puerta con llave, si la puede trabar, ponga media vuelta, trabe con una silla”, le aconsejó la operadora. Pero ella respondió: “No, yo no tengo puerta”. No todas las casas tienen puertas, ni todas las puertas tienen llave. No todas las situaciones de violencia machista se resuelven de la misma manera. Más allá de los protocolos de actuación, cada historia de violencia requiere una escucha, un tratamiento particular. Eso es lo que hacen desde la Línea 144. Hace una década que aquellas que logran pedir ayuda para salir del círculo de la violencia no están totalmente desamparadas, tienen un dispositivo estatal donde comunicarse. No es poco. El 17 de septiembre se cuplieron diez años de su puesta en marcha.
La Línea funciona las 24 horas del día, durante los 365 días del año y en todo el país de manera gratuita. La atienden 120 profesionales de la psicología, el derecho, el trabajo social. Es una de las políticas públicas de actuación sobre la violencia machista que se sostiene en el tiempo desde que nuestro país jerarquizó el problema.
En otra guardia de madrugada, una chica escribió por WhatsApp, estaba en riesgo y no podía llamar ni sabía dónde estaba. Hacía tan solo un mes que había llegado a Buenos Aires. Las operadoras le pidieron que mande la ubicación pero no sabía cómo hacerlo. Cuando lo logró, entre todas la fueron guiando siguiendo las coordenadas de Google Maps, hasta que salió a una avenida donde el móvil de la policía la estaba esperando.
“Si bien cada situación es individual, más allá de que haya un protocolo que nosotras seguimos de base, también influye la escucha del que esté delante; no es igual la escucha de un psicólogo que de un trabajador social o de un abogado. Ahí entra a jugar un poco la interdisciplina y esto que nosotras llamamos grupalidad, que es lo que en definitiva se fortalece, porque nos soportarnos y sostenemos y, a la vez, lo que yo escucho desde mi visión es distinto de lo que puede escuchar mi compañera. Nos complementamos”, cuenta unx operadorx en el libro “Línea 144. 10 años. Una década del Dispositivo Federal de Atención de las Violencias por Motivos de Género”.
Cada día 340 mujeres, lesbianas y personas trans reciben contención, asesoramiento e información en situaciones de violencia por razones de género. Son 10.400 llamados al mes y 125.000 al año. En 10 años la línea 144 atendió a casi 1 millón de mujeres y LGBTI+ de todo el país, de acuerdo a los números oficiales del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad. El 98% de las personas que llaman para pedir ayuda son mujeres y el 81,2% de quienes violentan son varones, parejas o exparejas.
La línea funciona bajo la órbita de la subsecretaría de Abordaje Integral de las Violencias por Razones de Género del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidades (MMGyD), a cargo de Laurana Malacalza.
“Ni Una Menos fue un estallido de la línea”
La línea es un dispositivo de atención que se puso en funcionamiento en septiembre de 2013 como uno de los requisitos de la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, sancionada de 2009. Se fue ensanchando con el tiempo. Empezó con 30 operadoras para responder los llamados y ahora son 120.
Ni Una Menos fue un antes y un después para el equipo. A comienzos de 2015, se recibían alrededor de 1500 comunicaciones a la semana. Luego de la multitudinaria movilización del 3 de junio, se llegó a 13.700 comunicaciones semanales. “Yo tengo una foto en la cabeza de lo que fue el equipo ese día, de lo determinante que fue para nosotras. Fue un antes y un después. Tengo la imagen de seis compañeras, cuando hoy somos veintitantas, en ese turno de la tarde. Nos mirábamos unas a otras y teníamos ganas de llorar porque lo que ocurría nos sobrepasaba completamente”, cuenta unx operadorx.
La Línea tuvo que adaptarse a los tiempos de pandemia. En marzo de 2020, se incorporó un número de WhatsApp y se actualizó la APP 144. Este servicio esencial fue clave. La demanda aumentó en un 18% respecto al período anterior.
Primer servicio de atención a personas sordas e hipoacúsicas en el mundo
Ahora también se amplió el alcance de la Línea promoviendo la inclusión de la comunicación por videollamada para personas sordas e hipoacúsicas y la atención por Whatsapp en lenguas indígenas y para personas no hispanohablantes. Esta era una de las limitaciones que demandaban algunos colectivos feministas.
La nueva aplicación además incorpora el servicio de atención en cinco lenguas indígenas (quechua, qom, wichi, mapuzungun y guaraní) y de cinco idiomas extranjeros (inglés, francés, ruso, portugués y chino).
No es ni puede ser el único dispositivo del Estado pero sí es una herramienta clave para dar respuesta.
La línea 144 es gratuita y confidencial. Quienes responden son profesionales de la psicología, el derecho, el trabajo social. Se puede marcar el 144, mandar mail a linea144@mingeneros.gob.ar, escribir un Whatsapp al 11-2771-6463 o entrar a la app 144.
Atiende a personas que están en situación de violencia de género abordando todos los tipos y modalidades de violencia: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, simbólica, política, doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica, mediática.