#AbortoLegalYa: La interrupción voluntaria del embarazo desde una epistemología trans-travesti-trava

Claudia Vásquez Haro es presidenta de OTRANS Argentina y de la Convocatoria Federal Trans y Travesti Argentina. Fue una de las expositoras en la décima jornada por despenalización y legalización de la interrupción voluntaria del embarazo en el Congreso. Compartimos su exposición completa donde habla sobre feminidades trans y travestis en relación al aborto.

Nuestra exposición intenta ser un aporte al debate a favor de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) desde una epistemología trans/travesti/trava.

Ustedes se preguntarán : ¿Qué tienen que ver las feminidades trans y travestis con el aborto?

La realidad es que podemos dar cuenta, desde la experiencia concreta, y colectiva, a través de un proceso pedagógico, como hemos podido conquistar leyes y derribar prejuicios, que se generan en instancias previas a la sanción de una ley.

Durante todos estos días, donde se viene llevando a cabo los debates en relación al aborto, las personas que están en contra no sólo han esgrimido argumentos cargados de prejuicios basados en la moral y buenas costumbres,y la religión intentando imponer su dogma y creencias, con el fin de justificar su ideología.

Se dijo por ejemplo cuando se debatía la ley de matrimonio igualitario, que la Argentina se iba a homosexualizar, lesbianizar y que las/os hijas/os que se iban adoptar por parejas del mismo sexo, iban a ser homosexuales o lesbianas, como también que era el fin de la familia nuclear. Sin embargo, nada de todo esto ocurrió. Hoy, nos encontramos debatiendo la legalización del aborto, y vemos cómo estos argumentos vuelven a aparecer.

Desde la Convocatoria Federal Trans y Travesti Argentina, que nuclea a organizaciones trans y travestis de 18 provincias del país, elaboramos una encuesta sobre el acceso a la salud, respecto del impacto positivo que generó la ley 26.743 – de identidad de género- sancionada en mayo del 2012. Con la idea de confrontar las semejanzas a fin de exigir la legalización y despenalización del aborto.

Esta ley es un ejemplo concreto que cuando el Estado reconoce un derecho, este permite acceder a otros, es decir transforma la vida cotidiana de los sectores implicados. Antes, el Estado no reconocía la identidad de género autopercibida, que no solo tenía que ver con el cambio de nombre y sexo en el DNI, sino también poder acceder al derecho a la salud integral en relación a procesos de hormonización, cirugías parciales y totales.

“La gesta del nombre propio” publicada en 2005 y “Cumbia, copeteo y lágrimas” en 2007, fueron los primeros informes que sistematizaron la situación de las travestis y trans en Argentina, donde se da a conocer las tres principales causas de muertes: VIH/SIDA, violencia policial y el uso indiscriminado de siliconas líquidas. Esta última causal de muerte, tenía que ver con una práctica clandestina, que consistía en inyectarse en el cuerpo aceite industrial, o mas conocido en el mundo travesti, como aceite de avión, para obtener caderas, glúteos y senos. Estas intervenciones se realizaban en condiciones insalubres donde, por falta de acceso a la salud pública, murieron muchas compañeras. La mayoría de ellas feminidades trans y travestis de clase pobre. En este sentido podemos entablar un paralelismo con las mujeres cis de clase pobre, que por falta de políticas públicas en relación a a la salud, se realizan abortos clandestinos en condiciones asépticas y mueren.

Según Amnistía Internacional en Argentina se realizan alrededor de 450 mil abortos por año. De acuerdo con el anuario del Ministerio de Salud de la Nación, solo en 2016 murieron 245 mujeres embarazadas por distintas causas, donde ubica al aborto, como la principal causa de mortalidad materna. Estos números , solo son indicadores de un problema mucho más complejo. Nos preocupa que no existan datos oficiales.

Según Amnistía Internacional en Argentina se realizan alrededor de 450 mil abortos por año. De acuerdo con el anuario del Ministerio de Salud de la Nación, solo en 2016 murieron 245 mujeres embarazadas por distintas causas, donde ubica al aborto, como la principal causa de mortalidad materna. Estos números , solo son indicadores de un problema mucho más complejo. Nos preocupa que no existan datos oficiales.

Cuando se sanciona una ley positiva, el Estado produce datos a través de estadísticas, para conocer la situación concreta que viven los sectores implicados y generar políticas públicas. El informe oficial publicado en el 2012, posterior a la sanción de la ley de identidad de género, denominado “Primera Encuesta sobre Población Trans y Travestis, que aborda el temas de salud, entre otros, podemos ver los siguientes indicadores:

Del cien por ciento de Trans y travestis encuestadas sobre hormonizaciones, un 61,8% accedió a estos tratamientos, mientras que un 38,2%, no. En cuanto a inyecciones de siliconas un 79,6 % se inyectó siliconas u otro líquido en cadera, mamas o glúteos. mientras el 20,4% dijo que no.

El acceso a la salud para las personas trans y travestis estuvo marcado históricamente por el maltrato y discriminación, producto del prejuicio generalizado de quienes integran las instituciones y los equipos de salud. Que en su mayoría no tenían acceso a información actualizada durante su formación profesional, cuyas prácticas discriminatorias se hacen cotidianas. En la actualidad ocurre lo mismo con el aborto, cuando una mujer va a un centro de salud, o a un hospital, recibe malos tratos y es discriminada por parte de funcinarios y trabajadoxs de la salud.

La CFTTA dio a conocer, que solo en la Provincia de Buenos Aires, hubo un cambio exponencial en el acceso a la salud, en relación a la hormonización, controles médicos e inyecciones de siliconas. Esta última práctica se ha reducido exponencialmente de un 79,6 %, en 2012 a un 39%. en 2018.

Aunque ha mejorado el ejercicio del derecho a la salud, históricamente vulnerado a las personas trans y travestis, queda pendiente la formación de los equipos de salud para una atención integral. Estos mismos equipos son quienes deberían estar capacitadxs para recibir a las mujeres que decidan interrumpir voluntariamente un embarazo. Otra de las similitudes que existe entre las trans y las mujeres cis, es el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos.

Saquemos aborto de la clandestinidad. ¿De qué sirve negar/ocultar esta realidad? Si el aborto es una práctica ancestral, que construye saber popular, comunidades subterráneas de solidaridad y cuidado, algo que sabemos bien las travestis y trans en relación a la prohibición,y criminalización.

Como diría la ex presidenta, CFK “Cuando alguien es ignorado y reprimido, es negar al otro y a sus derechos, es como no existir”

Legisladorxs, ustedes tienen el deber de cumplir con la responsabilidad que el pueblo les otorgó, de utilizar la política como instrumento para transformar la realidad de la gente, debido a que ella tiende a otorgar derechos a los sectores más desfavorecidos y postergados de la sociedad.

Quizás las feminidades trans y travestis por ahora no podamos atravesar la experiencia vital de la maternidad, pero si engendramos y parimos luchas históricas, por eso, legisladorxs sin más demora, aborto legal, seguro y gratuito, ahora.