Todos los años se registran 53.000 internaciones por abortos en hospitales públicos de la Argentina. El 15 por ciento de esas internaciones corresponden a adolescentes y niñas menores de 20 años y alrededor de la mitad son mujeres de entre 20 y 29 años. El aborto, inducido o espontáneo, es una realidad para los cuerpos gestantes en edad reproductiva y para el sistema de salud. Además, la interrupción legal del embarazo es un derecho desde 1921. Sin embargo, entre esa realidad cotidiana, la ley y la formación académica hay un abismo. Aborto, misoprostol, Aspiración Manual Endouterina (AMEU) son palabras que apenas se nombran en las aulas frente a los y las futuros médicos. Para saldar ese hiato, se propuso la incorporación de la materia optativa “El aborto como problema de salud” en la currícula de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Se trata de la primera cátedra en una universidad pública del país sobre aborto. Fue votada por unanimidad en el Consejo Directivo de la Facultad a principios de mayo.
La noticia fue celebrada como un gran avance por el movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y trans de la Argentina. Pero, también, provocó la reacción y organización de los colectivos anti derechos. El decano de la Facultad, Ricardo Nidd, llegó a recibir más de diez mil correos electrónicos que exigían frenar la apertura de esta asignatura. Los organismos de derechos humanos, como el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), Ni Una Menos y Amnistía Internacional decidieron empujar una serie de cartas para presentar su apoyo a la apertura de la materia.
“Esta reacción no nos sorprende. Es una movida que pretende sostener al aborto en la oscuridad para seguir controlando el cuerpo de las mujeres, controlar las decisiones de la salud y los derechos”, dijo a LatFem, Raquel Tizziani, titular de la nueva cátedra, y miembro de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. Y agregó: “Si vamos a garantizar interrupciones legales en el sistema de salud también estamos boicoteando un ingreso económico para quienes hacen estas prácticas en la clandestinidad”.
LatFem consultó a una veintena de estudiantes de Medicina de la UNR, y todxs celebran la apertura de este espacio de formación. A contramano de los deseos de aquellos que ni siquiera estudian esa carrera e intentan poner trabas a la enseñanza. Diana Sacco tiene 26 años y está en la Práctica Final para ser médica. “Si bien creo firmemente que la temática se debe abordar en la currícula obligatoria de todas las carreras afines a la salud, celebro este paso de que se incorpore en las materias electivas de nuestra facultad”, señaló la joven. “Somos estudiantes de la Universidad Pública y nos orientamos a poder trabajar en una Salud Pública real y de calidad, y para eso es necesario que se garanticen los derechos; uno de ellos es poder decidir sobre nuestros cuerpos y no morir en el intento en total clandestinidad, sino que todas aquellas mujeres que decidan realizarse un aborto puedan hacerlo contenidas y acompañadas por el sistema de salud, y para que eso sea efectivo necesitamos que nos formen en la carrera de grado”, agregó la estudiante.
“Me parece que si bien tenemos un Plan de Estudios que intenta romper con el modelo de médico hegemónico, aún le falta abordar distintos frentes de lucha y uno es éste. Habiéndose avanzando tanto en el marco legal de esta problemática, me parece retrógrado que nos sigan planteando la vieja interpretación del código penal y ni siquiera se nombre el protocolo de Interrupción Legal del Embarazo durante las clase”, sumó la joven.
Julián Camarasa está en tercer año de Medicina en la UNR y tiene 24 años. Consultado por LatFem puso el foco sobre la población universitaria: hoy el 70% de lxs estudiantes son mujeres. Para él esta cátedra novedosa es producto de la pelea de las mujeres en que se expresó en el último Paro Internacional de Mujeres, en Argentina y el mundo. “A pesar del repudio que generó en sectores minoritarios de la sociedad, el enorme consenso que hay en la sociedad sobre el aborto seguro, legal y gratuito es innegable. La singularidad que tiene medicina es el peso de sectores empresariales tanto de sanatorios privados como laboratorios farmacéuticos”, dijo el joven.
Otro estudiante varón de 22 años prefirió reservar su identidad pero también ve con alegría la posibilidad de esta materia nueva. “Nosotros, como futuros médicos, podemos estar de acuerdo o no con la práctica, pero no podemos seguir sin estar informados ni capacitados para realizarla en un caso de vida o muerte -o no, simplemente por elección de la madre-. El aborto ahora puede tomar cuerpo y ocupar un espacio en la currícula académica que siempre se le negó, y todos los estudiantes tendremos acceso a la información y contextualización que esta práctica acarrea”.
Antonela tiene 23 años y está en el último tramo de su formación. Para ella la incorporación de esta materia es una decisión “excelente”. “Pienso que es importantísimo que nos orienten sobre cómo apoyar y contener a estas mujeres. Nosotros estamos siendo capacitados para ser médicos en atención primaria de la salud. Para el trabajo en el hospital público en donde se ve a esa madre con toda su problemática atrás, quien quizás la única contención y escucha que tenga sea una”.
“Todos los problemas en salud están en constante investigación acorde a nuevas estadísticas y avances tecnológicos, hay que aprovechar el espacio para dar estas herramientas junto con información jurídica para abrir debate y seguir luchando por la salud y la autonomía de las mujeres a elegir libremente la interrupción o no de su embarazo”, aportó otra de las estudiantes consultadas por LatFem. Ella tiene 24 años y está en el quinto año de la carrera.
Cómo será la materia
“El 20 por ciento de muertes en mujeres gestantes es por abortos inseguros. Se trata de una causa relevante que puede ser evitada. Es un problema de salud integral y esta cátedra lo enfoca de esa manera”, dijo a LatFem, Raquel Tizziani, titular de la nueva materia. Y contó: “es un proyecto pedagógico autónomo que surge de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. Tuvo una instancia de discusión de más de un año y se aprobó hace dos semanas”. La Red es un espacio federal e interdisciplinario que se conformó en mayo de 2015 y en el que confluyen trabajadoras sociales, psicólogas, ginecólogas, médicas generalistas, clínicas, sexólogas, de todo el país, entre otras especialidades. Forma parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Hasta ahora los contenidos relacionados a la interrupción del embarazo aparecían en algunas materias como bioética, epidemiología y medicina legal. Como ocurre en la mayoría de las universidades, tanto públicas como privadas, depende de la voluntad de los y las docentes para hablar del tema. Pero, en general, la regla es negar la práctica.
“El aborto como problema de salud” será cuatrimestral y optativa y comenzará a cursarse después del receso de invierno. Será una de las tres optativas que tienen los y las estudiantes de Medicina a lo largo de su formación.
“Es la primera vez que en una universidad pública del país se elabora un problema de derechos, de salud y justicia social con perspectiva de género”, señaló la médica especialista en clínica médica y sexóloga clínica. El programa tendrá distintos módulos entre los que se abordará el marco legal vigente en el país en materia de interrupción legal del embarazo, la reglamentación de la objeción de conciencia, se recorrerá el proceso de atención de la consulta de mujer en situación de aborto en los diferentes niveles de atención, se analizarán y enseñarán las tecnologías médicas para la garantía de una interrupción legal del embarazo, ya sea con medicamentos o mediante el procedimiento quirúrgico, y se incluirá la atención pos aborto y la consejería en métodos anticonceptivos. También se trabajará la perspectiva de género para identificar situaciones de violencia que puede ser sexual o micromachismos. Y abordarán los prejuicios y las cuestiones internas de los y las estudiantes respecto a la temática. No habrá prácticas clínicas, sino que será desde la teoría y con modelos no humanos.
“Uno de los grandes problemas es la capacitación profesional. El aborto es visto como un tabú y como algo prohibido, cuando en realidad hay una jurisprudencia. Es legal con restricción por causales”, dijo la titular de la materia.
En Argentina se practican entre 460.000 y 600.000 abortos clandestinos cada año. Desde 1921, el artículo 86 del Código Penal reconoce como legal el aborto cuando peligra la vida o la salud de la persona gestante o cuando el embarazo es fruto de una violación. En marzo de 2012 en el marco del caso “F., A.L. s/ medida autosatisfactiva”, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó el deber del Estado de garantizar el derecho de las mujeres a los abortos no punibles. En ese sentido, es que el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud de la Nación elaboró la Guía Técnica de Interrupción Legal del Embarazo con la que hoy cuentan todxs lxs profesionales de la salud, pero esos contenidos no llegan a las aulas. Con esta materia optativa, el aborto tendrá un lugar en la formación de lxs futuros médicxs de la UNR.