Este jueves 23 representantes del Estado argentino encabezarán un acto de reconocimiento de responsabilidad internacional y harán público un pedido de disculpas a Abril Rosales, por las violaciones de derechos que ella, su hermana Mayka y su madre, Ivana, debieron vivir. También firmarán el primer acuerdo de solución amistosa ante la CIDH por un caso de violencia por motivos de género.
La vida de Ivana Rosales cambió para siempre la noche del 18 de abril de 2002. Fue ahorcada con un alambre por quien era su marido Mario Edgardo Garoglio hasta que la creyó muerta. La metió en el baúl del auto. Cuando escuchó que gritaba, detuvo la marcha para golpearla con piedras en la cabeza. Un vecino alertó a la policía, que la encontró en el baúl aún con vida. Estuvo 45 días internada.
Cuando esos hechos llegaron a juicio, el fiscal titular a cargo de la instrucción, Eduardo Velazco Copello, encuadró el caso en un homicidio calificado por el vínculo en grado de tentativa, no había dudas de que Garoglio había querido matarla. Pero en el momento de los alegatos, pidió un atenuante: para el fiscal, Ivana se lo buscó. De esa manera, gracias a la ayuda del fiscal, Garoglio fue condenado a 5 años. Los jueces Emilio Castro, José Andrada y Eduardo Badano, acompañaron el pedido del fiscal y minimizaron lo que Ivana había pasado. La sentencia se convirtió en un ejemplo de justicia misógina y clasista. Garoglio se fugó, solo reapareció cuando la acción penal había prescripto.
Mientras el juicio se desarrollaba, las hijas de Ivana fueron obligadas a vincularse con el padre. Garoglio abusó de ellas. Por esto también fue condenado. En el 2012, Mayka, una de las hijas, se suicidó.
En 2005 Ivana se acercó al CELS, que la acompañó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para reclamar por la falta de justicia, la revictimización que había sufrido y el trato misógino y discriminador del poder judicial neuquino. Ivana Rosales siempre buscó medidas de no repetición.
El 6 de septiembre de 2017 Ivana Rosales falleció. Su muerte tuvo como disparador un ataque epiléptico, secuela de las graves lesiones que le ocasionó Garoglio. Estaba embarazada. Al momento de su muerte, Ivana era una referente social y una luchadora contra la violencia machista. Su hija Abril hizo suya la lucha de su madre por lograr un acuerdo de solución amistosa.
El acuerdo que se firmará este jueves implica un compromiso del Estado para tomar medidas que prevengan y erradiquen la violencia por motivos de género. Entre esas medidas está el fortalecimiento del acceso a la justicia y de los dispositivos territoriales de atención, la efectiva implementación del Plan Nacional contra las violencias, la difusión de los programas estatales para quienes son victimizadas, capacitaciones sobre violencia machista y abuso sexual infantil.
Para Abril y para las amigas y compañeras de Ivana, la firma de este acuerdo, diecinueve años después del intento de femicidio, es una reivindicación de los años de lucha colectiva de Ivana Rosales, dijo el CELS en un comunicado.