“Es fundamental que el teletrabajo contemple el eje de los cuidados”

La Cámara de Diputadxs comenzó a analizar en comisiones distintos proyectos para legislar y regular el teletrabajo. En los meses pandémicos se presentaron 17 proyectos de ley, pero sólo tres incluyen el eje de los cuidados de manera integral, uno es el de la diputada Blanca Osuna. Tali Goldman habló con ella.

La pandemia puso sobre la mesa muchísimos debates que si bien ya existían en lo que se podría llamar la “vieja normalidad”, se agudizaron. Uno de ellos es el de las nuevas formas de trabajo. Este concepto abarca desde los nuevos trabajos de “plataformas” hasta lo que se conoce como el “teletrabajo” que, si bien es algo que muchxs ya hacían, el aislamiento obligó a que se vuelva masivo. Pero en la Argentina no existe ningún tipo de regulación en esta materia. Existe un antecedente de 2007, un proyecto presentado por el entonces ministro de Trabajo, Carlos Tomada, pero que no prosperó.

Por primera vez esta semana la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputadxs, que comanda la diputada sindical Vanesa Siley, analizó y debatió varios proyectos para legislar y regular el teletrabajo. Hubo dos reuniones informativas que contaron con referentes de centrales sindicales: el ministro de Trabajo Claudio Moroni y, la novedad, fue la presencia de Lucía Cirmi Obón, directora nacional de Políticas de Cuidados del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación.

En estos meses se presentaron 17 proyectos de ley en esta materia. Pero hay uno en particular, que presentó la diputada por Entre Ríos Blanca Osuna, que incluye el eje de los cuidados de manera integral. Blanca tiene una larga trayectoria en política. Este es su tercer mandato en la Cámara Baja, fue también senadora y fue la primera intendenta de Paraná en 2011. Durante su gestión, creó el Consejo de la Mujer, instauró la capacitación en oficios y charlas relacionadas a la violencia contra las mujeres, creó clubes de mujeres, operativos de salud, entre otras decenas de políticas públicas con perspectiva de género. En una charla exclusiva con LATFEM, Osuna analiza y reflexiona sobre el teletrabajo, sobre cuidados y sobre la importancia de que haya legisladoras feministas. 

Blanca Osuna

—En LATFEM decimos que “No se nace feminista”. ¿Cuándo sentís que empezaste a transitar el camino del feminismo?

—Creo que es una toma de conciencia, que es un proceso, como también una construcción. Es una dinámica de interacción entre las cuestiones personales y al mismo tiempo el avance de una consciencia feminista y de las luchas de género en general en la Argentina y en Latinoamérica. Creo que esas cosas y después el tener, percibir y sentir en carne propia las dificultades, los debates y las luchas que las mujeres damos en materia de la labor política. Yo participo de la militancia y el compromiso político desde muy joven y la verdad que uno muchas veces se va como naturalizando o aceptando algunas reglas de juego, que pareciera que son las reglas que valen, las únicas. Pero llega un punto donde creo que se genera una conciencia. Las figuras de Evita y de Cristina abrieron caminos para muchas.

—Yendo al tema concreto del teletrabajo, ¿En qué situación está la Argentina?

—El teletrabajo existe hace ya bastante tiempo, de hecho en el año 2007 se hizo una primera presentación por parte de quien era ministro en ese momento de trabajo, Carlos Tomada. Yo recuerdo además haber trabajado entre el 2007 y el 2009 intensamente en eso, Hubo un foro de debate acompañando la necesidad de que el Estado lo regule. Tengo muy presente haber trabajado con el equipo de Carlos Tomada en en ámbitos de debate, donde se escuchaba a los trabajadores por un lado y a sectores patronales. Pero bueno, lamentablemente no hubo voluntad de tratarlo en la cámara. Pero los avances tecnológicos y la situación concreta del aislamiento hace que la expansión del teletrabajo gane en masividad y contundencia. En Argentina no está regulado y eso hace que se genere una situación de mucha injusticia. Y creo que eso fue lo que motivó que se presenten variados proyectos de la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores y que podamos finalmente tratarlo en Diputados.

—¿Cuáles son los ejes del proyecto que presentaste en relación a las injusticias que mencionás?

Por un lado el derecho a la desconexión digital. Esto es una cuestión sumamente importante, porque el teletrabajador al tener la tecnología siempre a mano, existe una demanda permanente o a deshora. Esto hace que se provoque una presión o una explotación concreta del esfuerzo propio del trabajador. Entonces, el derecho a la desconexión tiene que ver con que todos los dispositivos digitales, tecnológicos, de la información y la comunicación queden fuera de la jornada laboral. Es decir, el derecho a consentir el teletrabajo. Y al mismo tiempo, otro ítem es el de los costos. El patrón ya se de una empresa pequeña, mediana o grande cuando contrata un teletrabajador no puede trasladarle los costos de equipamiento y de costos fijos, de conectividad. El proyecto de ley busca revertir eso. Yo incorporé además el tema de la capacitación, porque me parece que eso también hace a la producción laboral, pero también hace a la promoción laboral, porque si no, en una realidad como la que hoy vivimos, donde la pérdida de fuentes de trabajo es muy grande, status de estar preparado te da un handicap para poder acceder a un trabajo.

—¿Qué pasa con los derechos sindicales en el teletrabajo?

—Ese es otro ítem de mi proyecto. Los teletrabajadorxs tienen que gozar exactamente de los mismos derechos sindicales que las personas que están en el puesto de trabajo presencial.

—Uno de los ejes de tu proyecto es el eje de los cuidados…

—Los feminismo vienen planteando con mucha seguridad y con mucho fundamento el reconocimiento a la tarea no remunerada que mayormente recae sobre las mujeres. Pero hasta ahora no han tenido en la legislación argentina un renglón escrito, sí en lo teórico y en lo investigativo, o sea, en lo teórico y en lo fáctico, pero digamos, no en la ley. Entonces, es fundamental que el teletrabajo contemple este eje . Por eso tiene que estar establecido que las personas que acrediten estar a cargo del cuidado de niños, niñas, menores de 14 años, personas con discapacidad o adultos dependientes, adultos mayores dependientes tendrán derecho a pautar horarios compatibles con esas tareas de cuidado. Y al mismo tiempo, a pactar un ingreso adicional destinado a afrontar la tercerización de las tareas de cuidado. Al mismo tiempo, también abre la posibilidad de que complementariamente sea el sector privado y el Estado el que atiendan la cobertura efectiva económica de las tareas de cuidado. Pero sobre todas las cosas, lo que establece en esta ley es que la protección de los teletrabajadorxs. También insta a incorporar en el convenio colectivo de trabajo las tareas de cuidado. ¿Por qué digo lo del convenio colectivo? Porque en realidad quienes son teletrabajadores son hombres y mujeres que pertenecen a distintos sindicatos, con distintos sectores gremiales. Lo que instamos es a que como va a haber convenios colectivos parciales creemos que se tiene que modificar la ley de Contrato de Trabajo y que incorpore dentro el eje de cuidados para el teletrabajo.

—La comisión de Trabajo está presidida por una diputada sindicalista feminista que invitó a que una de las expositoras fue la directora de cuidados del ministerio de las Mujeres; vos sos feminista y tu proyecto tiene una fuerte impronta en materia de género. Al final sí parece que es importante que haya feministas legislando…

—Definitivamente, definitivamente. Es absoluto mérito de las mujeres que estamos ahí. Y con compañeros que acompañen. Pero el hecho de que el cuidado sea uno de los ejes centrales en el debate por regular el teletrabajo es por nuestro rol.