“¡Esta lluvia de mierda no quiere parar! ¡Esta lluvia de mierda no quiere parar! ¡Es Morales que no para de llorar!”. Frente al penal de Alto Comedero, mientras el agua caía implacable y la tierra se volvía barrial la asamblea feminista cantaba una y otra vez para arengar antes de que empiecen las intervenciones de las mujeres, lesbianas, travestis y trans de todo el país reunidas para exigir la libertad de Milagro Sala y todxs lxs presxs políticos. Así culminó un potente encuentro que se extendió durante dos días: Jallalla Mujeres comenzó el viernes cuando las activistas de las distintas provincias llegaron en diversos medios de transporte a la capital jujeña. Terminó el sábado con una marcha histórica por las calles de San Salvador de Jujuy por la mañana con más de mil personas y la asamblea frente al penal por la tarde.
La marea feminista nutrida de organizaciones políticas, sociales, de derechos humanos, sindicales y la acción frente a la cárcel configuraron un hecho político histórico: desde que en Jujuy gobierna Gerardo Morales no se había desplegado una manifestación tan grande en la capital provincial. El disciplinamiento y el terror que se instaló en el territorio jujeño con las detenciones a lxs tupaquerxs empezó con una persecución judicial por protagonizar un acampe. El cercamiento de la protesta social y el desguace de una de las organizaciones sociales más grande del país expulsó al activismo del espacio público. Hoy el feminismo volvió a habitarlo y evidenció, una vez, más el carácter transversal de las acciones que empuja como sujeto político opositor al gobierno de Mauricio Macri.
Jallalla Mujeres convocó a militantes de todo el arco opositor tal como fueron los dos paros de mujeres de 2016 y 2017. Y cómo será el próximo paro internacional de mujeres del 8 de marzo de 2018. Mujeres, lesbianas, travestis y trans de distintas procedencias, militancias, recorridos y edades.
Jallalla Mujeres convocó a militantes de todo el arco opositor tal como fueron los dos paros de mujeres de 2016 y 2017. Y cómo será el próximo paro internacional de mujeres del 8 de marzo de 2018. Florencia Urquiza, de la Asamblea Feminista de Jujuy, celebró el encuentro y destacó el abrazo, la calidez y la “presencia con mucho amor” que trajeron las feministas de todo el país. “Nos dieron fuerza para reivindicar nuestra posición. Nosotras vivimos una situación de opresión día tras día. Las mujeres que estamos organizadas estamos siendo perseguidas: se nos persigue laboralmente y socialmente. El discurso que está construido desde el gobierno provincial con el que cooperan los medios en Jujuy es más fuerte de lo que existe en el resto del país. Y las mujeres feministas estamos en un proceso de reivindicación constante porque siempre se nos criminaliza. Hubo una visibilización de la presencia feminista que sumó nuevas voces”, dijo Urquiza a LATFEM. Y contó que a partir de Jallalla Mujeres muchas compañeras se acercaron al espacio de la Asamblea.
“En esta provincia patriarcal la construcción política está reservada para los varones. A nosotras se nos manda a lavar platos y a cuidar hijxs”, agregó Urquiza. La iniciativa de Jallalla Mujeres surgió en el 32 Encuentro Nacional de Mujeres en Chaco. Cuando las mujeres de todo el país estaban llegando a Resistencia en octubre, se enteraron de la noticia de que Milagro Sala estaba siendo trasladada de manera ilegal y violenta desde la casa donde cumplía prisión domiciliaria al penal de Alto Comedero.
“Fue un hecho importante que la Asamblea Ni Una Menos haya propuesto impulsar acciones ante la detención arbitraria e ilegal de Milagro Sala y por su libertad, así como lo hizo con las leonas de Pepsico y los pueblos originarios en el Bolsón y ante la desaparición y asesinato de Santiago Maldonado”, dijo la diputada electa por el FIT Natalia Morales a LATFEM. “Nosotras en Jujuy pondremos a disposición las bancas conquistadas recientemente en la legislatura provincial y concejos deliberantes para que estén al servicio de aglutinar a las miles de mujeres que también en Jujuy gritamos al calor del Ni Una Menos, de las mujeres aguerridas jujeñas que están al frente de la defensa de los 338 puestos de trabajo en el ingenio La Esperanza o con los azucareros de Ledesma, de las docentes y estudiantes”, agregó.
Dos días de encuentro
El viernes la actividad inicial fue una conferencia de prensa y después se pasó a plenarios de trabajo. Toda la tarde y hasta la noche la sede de la Tupac Amaru fue un espacio de encuentro, donde se tejió política feminista y se celebró estar juntas. Hubo peña y actividades culturales como lecturas de poemas, presentaciones de libros, baile, teatro y se armó una feria de venta de productos que elaboran lxs presxs políticos en el encierro. Quienes participan de las actividades sociales y culturales que se desarrollan en ese espacio compartieron con el resto lo aprendido durante el año. Cantaron, bailaron y vitorearon hasta entrada la noche. La sede de la Tupac Amaru volvió a latir después de dos años de cercamiento judicial para lxs tupaquerxs que puso en pausa muchas de las actividades que allí se hacían.
La marcha del sábado partió desde la sede. Patricia Margarita Cabana, más conocida como “Pachila”, fue la encargada de bastonear a la marea con el micrófono en la mano. “Acá la fuerza de la Tupac, los ovarios, la tuvimos las mujeres”, dijo Pachila. La referente de la Tupac Amaru conoce el hostigamiento judicial que se vive en la provincia de cerca: ella estuvo 9 meses detenida en el mismo penal que Milagro Sala.
“Tienen encarcelada a Milagro Sala. Y piensan que las mujeres no vamo’ hacé nada. Desde toda la Argentina, exigimos su liberación. No más presas paren la persecución. Morales cagón, Chuli botón”, cantaba Pachila con el ritmo de Matador y el resto de las marchantes acompañaba bajo el sol que no menguaba. La marea se detuvo en la casa de gobierno donde se hizo una intervención mostrando las fotos de Milagro y el resto de las presas políticas.
La marcha estuvo encabezada por las diputadas Mónica Macha, Juliana Di Tullio; la senadora nacional de Chaco María Inés Pilati; la diputada mandato cumplido Mara Brawer y la secretaria de Género de la CTA Estela Díaz ambas del Comité por la Libertad de Milagro Sala. También estuvieron Ornella Infante del Movimiento Evita, la diputada provincial del FIT Natalia Morales y las integrantes del colectivo Ni Una Menos Marta Dillon y Florencia Minici, y María Elena Naddeo, miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), entre otras.
El recorrido atravesó todo el centro comercial jujeño. Desde los bares, restaurantes y locales miraban el paso de la manada. Algunxs repudiaban y se quejaban. Otrxs aplaudían el paso de las marchantes y saludaban con los dedos en V.
“Te pido que alentemos un poquito más… Que a Milagro vamo´a liberar… Los gorilas tienen miedo que la Flaca gobierne para el pueblo”, cantaban las activistas saltando. La marcha terminó en el penal de Gorriti donde están detenidos Javier Nieva y Alberto Cardozo. Los presos saludaron desde las rejas a la manifestación.
La cita para la asamblea era a las 16 hs. frente al penal de Alto Comedero. Mientras un grupo entraba a visitar además de la diputada del Parlasur, Gladys Díaz, Mirta Guerrero, Mirta Aisama y Graciela López, las mujeres desplegaron una bandera wiphala enorme con el rostro de Milagro multiplicado a la orilla de la ruta. Ahí mismo se armó una radio abierta. El cielo empezó a amenazar con la lluvia hasta que fue un hecho. Del otro lado de la reja, Milagro levantó el brazo para que la vieran. Afuera las mujeres aplaudían y le dedicaban canciones.
Toda la acción estuvo custodiada por un fuerte operativo policial que se desplegaba dentro del penal de Alto Comedero pero también afuera cerca del espacio asambleario. Las agentes sacaron fotos con sus teléfonos celulares a las activistas allí reunidas.
La asamblea fue un espacio para potenciar el trabajo en red, celebrar la concreción del Jallalla Mujeres y pensar acciones a futuro. También para comenzar a tejer el Paro Internacional de Mujeres del próximo 8 de marzo.
La situación judicial de Milagro: la libertad cada vez más cerca
“Ya se acerca noche buena, ya se acerca navidad. Libertad a Milagro Sala que está presa por luchar”, vitoreaban las militantes durante la marcha. La semana pasada la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con el voto de cuatro de sus cinco jueces, le ordenó a la justicia de Jujuy que cumpliera en forma “urgente” con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y le concediera a Milagro la prisión domiciliaria. En el mismo fallo el máximo tribunal del país confirmó la prisión preventiva.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos intervino en este caso el año pasado, la visitó en el penal y consideró que la vida de la parlamentaria del Parlasur estaba en peligro. El 23 de noviembre pasado, la Corte Interamericana dictó un fallo en su favor. Ordenó que el encarcelamiento de Sala fuera reemplazado por prisión domiciliaria o por otra medida “menos restrictiva de sus derechos”, como ponerle una tobillera. También intimó al Estado a que tomara medidas para “garantizar su vida y su integridad”.
La asamblea cerró con un fuerte ¡Jallalla Mujeres! que Milagro y el resto de las presas políticas escucharon desde el encierro. El grito, una palabra quechua-aymara que une los conceptos de esperanza, festejo y bienaventuranza. Jallalla se escuchó potente, como aquello que se desea con todas las fuerzas. El deseo es que la próxima marcha lxs tupaquerxs detenidxs y el resto de lxs presxs políticos de la Argentina puedan estar en libertad.