A las tres de la madrugada la oposición se puso a jugar el juego de las sillas y la votación de la Ley de Equidad en la representación de los géneros en los servicios de comunicación empezó a peligrar. ¿Alcanza el quórum? ¿Qué pasa si no se vota? Los interrogantes para quienes estaban mirando el debate desde sus casas ponían en duda lo que era una certeza hasta hacía muy poco: la posibilidad de cerrar la jornada con una nueva ley feminista. El lobby para vaciar la sesión estaba siendo televisado: un grupo de diputadas y diputados de Juntos por el Cambio se levantó para retirarse y hacer caer la votación. Pero otro grupo se quedó en las bancas y las presiones que habían empezado a tensar la discusión, desde la mañana, llegaron a su fin cuando en el tablero se vieron los votos: 134 afirmativos y 9 negativos.
En octubre de 2020 el Senado le había dado la media sanción a esta iniciativa por unanimidad. El proyecto no presentaba resistencia de la oposición pero el lobby de las corporaciones mediáticas y algunas operaciones de desinformación pusieron bajo la linterna la posibilidad de que a partir de esta nueva normativa se beneficie con la pauta oficial a los medios que hayan mejorado en la incorporación de equidad de género en el sentido y bajo los criterios de esta nueva ley.
La mañana de la votación lxs diputadxs recibieron una carta de los cuatro varones cis al frente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), la Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas (ATA), la Asociación de Radios Privadas Argentinas (ARPA), la Asociación de Diarios del Interior de la República Argentina (Adira). El texto cuestionaba el sistema de incentivos que establece la norma y la “preferencia en la asignación de publicidad oficial”.
Buscaban instalar un enfoque tramposo y engañoso porque se trata de una ley mucho más amplia, más allá de la pauta, que la autoridad de aplicación que designe el Poder Ejecutivo tendrá el desafío de implementar. La Equidad en la representación de los géneros en los servicios de comunicación establece un régimen de cumplimiento obligatorio para los medios de gestión pública e incentivos para que el sector privado se sume de manera progresiva a construir medios más representativos con el cumplimiento de, al menos, cuatro de siete criterios establecidos por la normativa.
En la previa a la discusión parlamentaria, las periodistas feministas tomaron las redes sociales para defender la legislación y, al mismo tiempo, exponer las presiones corporativas. #LeyDeEquidadEnMedios fue tendencia en Twitter. Desde distintos puntos del país las trabajadoras de prensa salieron a explicar en el ámbito virtual que no se trata de regular pauta ni contenidos sino de generar mejores condiciones para el ejercicio del oficio y mayor pluralidad.
Como titular de la Comisión de Mujeres y Diversidades, Mónica Macha fue la diputada informante junto a Pablo Carro, del Frente de Todxs y presidente de la comisión de Comunicaciones. Ella compartió los argumentos de la necesidad de transformar los medios con leyes de acción afirmativa, el machismo imperante en los medios y el recorrido sobre cómo se llegó a discutir este proyecto: además de la histórica insistencia de las periodistas feministas, los foros organizados junto con LatFem en 2020 y la iniciativa del grupo Periodistas Argentinas que llevó una propuesta a la senadora Norma Durango.
“Este es un proyecto que no es de cupo, no es un proyecto de paridad. Es un proyecto que habla de equidad de género. Y me parece que este concepto de equidad es mucho más profundo, mucho más amplio y nos va a generar muchísimas más posibilidades a las mujeres y a todas las diversidades sexuales”, dijo Carro. Y agregó: “Me parece que ahí está la clave de este proyecto: que no se trata de que haya más mujeres -que por supuesto tiene que haber más mujeres en los medios-, sino de que ingrese una perspectiva de género al modo en que trabajan los medios”.
Uno de los discursos más celebrados fue el de la diputada Gabriela Cerruti, titular de la bicameral de Comunicación Audiovisual, que expresó: “Tenemos derecho a escuchar pluralidad de voces en los medios como sociedad. Queremos que los medios sean pensados también por mujeres, por disidencias, por travestis, por trans, que hagan que el discurso que llegue a la sociedad incluya esas sensibilidades, esos pareceres, esa manera de abrazar los diferentes temas que va atravesando la sociedad”.
En el momento de sus exposiciones, tres diputadas de la oposición (Karina Banfi, Silvia Lospennato y Marcela Campagnoli) plantearon sus críticas a la propuesta y fue en ese punto de la madrugada cuando el clima se tensó. Hasta esta discusión parlamentaria ellas habían sido parte de la construcción de la transversalidad feminista en la Cámara Baja. Equidad en la representación de los géneros en los servicios de comunicación es la primera ley feminista, de los últimos tiempos, vinculada a políticas públicas para desarmar desigualdades que no acompañan. Las tres se levantaron de sus bancas y estuvieron ausentes al momento de la votación en general.
Hubo un total de nueve diputados de Juntos por el Cambio que, en vez de moverse en el recinto para empujar la caída de la sesión, se quedaron en sus bancas logueados y votaron en contra: Juan Aicega, Federico Angelini, Héctor Baldassi, Jorge Enríquez, Daniel Frizza, Gustavo Hein, Humberto Orrego, María Carla Piccolomini y Pablo Torello. No jugaron el juego de las sillas. Directamente votaron en contra de la ley.
Cuando había pasado más de media hora de las dos de la madrugada, la diputada oficialista Paula Penacca interrumpió, con su permiso, la exposición de su compañera Claudia Bernazza, la última oradora en la lista, para hacer un llamamiento a “dejar de lado las presiones posibles de esos grandes grupos del poder económico, que están concentrados también en los medios de comunicación, que no se está discutiendo aquí cómo se asigna la pauta, sino cuáles son las pautas, los criterios que como sociedad y como representantes de esa sociedad queremos consolidar y construir para tener una sociedad mejor, más justa”.
“¿Con qué cara van luego a ir a blandir las banderas del feminismo, sino se quedan aquí sentadas a defender las banderas de la equidad?”, Penacca les preguntó a las diputadas de la oposición.
El santafesino Germán Martínez también interrumpió a la oradora para advertir que quienes se estaban levantando de sus bancas “no lo están haciendo por un pedido de la radio comunitaria de Chascomús, sino por la presión de los grandes medios de comunicación de la Argentina”.
A la hora de la votación en particular, aquellxs que se habían retirado de sus bancas volvieron para proponer modificaciones en los artículos que cuestionaban. Además de Juntos por el Cambio, la resistencia explícita a la ley venía desde Córdoba Federal y Consenso Federal.
El artículo 8° tuvo como resultado 126 votos a favor, 78 en contra y 2 abstenciones. Karina Banfi pidió modificaciones pero Mónica Macha se plantó: “¡No aceptamos nada!. No es un artículo punitivista, es un incentivo”. Los manotazos de las diputadas opositoras para hacer caer la sesión no habían dado resultado y la pulseada al lobby había sido ganada. Habían pasado once minutos de las tres de la madrugada cuando en las pantallas quedó plasmado el triunfo.
Argentina vuelve a marcar la historia con un nuevo hito feminista: la Equidad en los medios es ley por primera vez en el mundo y esta conquista es un punto de partida. “Faltamos en los medios” pasó de ser una denuncia colectiva de periodistas y comunicadoras feministas a un problema reconocido por el Congreso. El nuevo desafío está en manos del Poder Ejecutivo para su implementación real y la trasformación efectiva.