El presidente electo de la Argentina, apenas arribado de México, llegó a la cuna del sindicalismo y dijo, sin rodeos: “el movimiento obrero organizado es parte del gobierno que se va a instalar en la Argentina a partir del 10 de diciembre”, marcando una diferencia con su predecesor. “Este día es posible porque nos unimos, todos hicimos el esfuerzo de tratar de acercarnos al otro, el triunfo es fruto de la unidad”, en un salón en el que estaban referentes de los distintos grupos cegetistas, entre ellos los que permanecen dentro de la conducción, denominados“gordos” e “independientes” de los grandes gremios como así también estaban los que se alejaron: moyanismo, Corriente Federal de los Trabajadores y el MASA.
Si bien las coberturas de la mayoría de los medios de comunicación resaltaron a las figuras más destacadas del sindicalismo que, como es sabido, son todos varones, pocos medios reparan en las mujeres sindicalistas que estuvieron presentes en la sede de Azopardo. Falta mucho para lograr la igualdad en materia sindical—por caso, el propio Hugo Moyano declaró hace poco en el El Destape Radio que debería haber más mujeres en la conducción de la CGT—sigue siendo tarea del periodismo feminista visibilizar a las que están dando pelea.
Si bien las coberturas de la mayoría de los medios de comunicación resaltaron a las figuras más destacadas del sindicalismo que, como es sabido, son todos varones, pocos medios reparan en las mujeres sindicalistas que estuvieron presentes en la sede de Azopardo.
El debate por la falta de mujeres, lesbianas, travestis y trans en estos espacios no se agota con solo ver las fotos y señalar la ausencia. Es necesario poner la lupa sobre quienes dan pelea. Hoy hay una sola sindicalista en la comisión directiva de la CGT: Noe Ruiz, secretaria de género de la central obrera y secretaria general del sindicato de modelos. Aquí un recorrido por aquellas que participaron en la reunión con Fernández.
Andrea Aranda: Secretaria General del Sindicato de Choferes Particulares. Es la única secretaria general mujer que conforma la CGT. Hace pocos días, Aranda firmó un acta en la secretaría de trabajo que pone en igualdad de condiciones a mujeres y varones de su actividad. Ya en la Paritaria 2018/19, se había conseguido la obligatoriedad de parte del Sector Empresario de contratar mujeres choferes hasta alcanzar el 30% de la Planta estable de Trabajadores.
Ana Cubilla: Secretaria General del Sindicato Único de Obreros Rurales (SUOR), el gremio alternativo al monopólico UATRE. Ana es la primera mujer en ocupar un lugar de dirección en un gremio rural. Vive en Misiones.
Vanesa Siley: Secretaria General de Fe-Sitraju—sindicato de Judiciales—. Vanesa es además diputada nacional y referente de Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT). Empezó muy joven la tarea gremial convirtiéndose en secretaria general de su sindicato a los 25 años.
Gabriela Rearte: ocupa un lugar administrativo en la Asociación de Trabajadores Rurales y Estibadores (ATRES) de Salta. Fue una de las impulsoras del “programa Intercosecha” que tiene como objetivo “asistir en todo el territorio nacional a las trabajadoras y los trabajadores rurales”.
Graciela Aranda: Secretaria general de la CGT Chaco. Es una de las pocas (para no decir la única) mujer que comanda una regional de la CGT. Integra Fe-Sitraju.
Claudia Ormachea: Secretaria de Géneros y Derechos Humanos de La Bancaria, asumirá el próximo 10 de diciembre como diputada nacional. Claudia impulsa hace más de diez años los encuentros de mujeres bancarias.
Evangelina Ortiz: única mujer en la comisión directiva de Dragado y Balizamiento, el sindicato que comanda una de las grandes figuras Juan Carlos Schmid.
Carla Pitiot: Secretaria de Igualdad de Oportunidades y Trato de la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC). Es además, diputada nacional integrante del Frente de Todes.
Lorenza Benítez: Secretaria general del personal de Casas Particulares (UPACP), el gremio que impulsó la Ley de Trabajadoras de Casas Particulares (26.844) que beneficia a 1,2 millones de trabajadoras de las cuales el 80 por ciento no está regularizada.