Una asamblea nacional por la Educación Sexual Integral

El Frente Popular por la Educación Sexual Integral realizó su primera asamblea nacional con militantes feministas de todo el país, luego de los talleres de Mujeres y Educación Sexual Integral durante el XXXII Encuentro Nacional de Mujeres en Chaco. La opinión de Ayelén Domanico, consultora en salud sexual e integrante del Frente Feminista de Seamos Libres y del Frente por la ESI, acerca del recorrido de un espacio que nuclea a decenas de organizaciones con un objetivo en común.

El Encuentro Nacional de Mujeres es una experiencia que reúne a mujeres, lesbianas, trans y travestis de todo el país y Latinoamérica. Es un espacio que expresa la potencia misma del movimiento feminista en Argentina hoy: somos miles de mujeres las que nos movilizamos en contra de este sistema patriarcal, sosteniendo la diversidad propia del feminismo y con el objetivo claro de construir estrategias que pongan fin a las opresiones que vivimos día a día. Compartimos experiencias, denunciamos las violencias, festejamos, debatimos, salimos a las calles, crecemos en sororidad.

En el Encuentro hacemos carne aquello que dice que “lo personal es político”. Se corre el velo que naturaliza nuestras opresiones y por fin podemos nombrar. Muchas fuimos educadas para ser inofensivas e indefensas en una educación que nada de inocente tiene. Muchos fueron educados para defenderse y ofender. Chaco nos lo refleja, somos apedreadas en la plaza del pueblo desde hace miles de años. Fuimos (y somos) educadxs en mandatos. Nos han enseñado modos de vincularnos, expresarnos y afectarnos viciadas con violencias y opresiones.

Toda educación es, entonces, educación sexual. Ahora bien, ¿Qué saberes y habilidades les estamos transmitiendo a lxs niños, niñas y niñes hoy? ¿Cómo podemos ponerle fin a esta escalada de violencia machista si no es mediante estrategias de formación de sujetxs libres? Uno de nuestros desafíos como movimiento político es poder construir procesos de aprendizaje con perspectiva de género que se aborden de forma integral. La ESI es nuestra gran bandera para gritar Ni Una Menos.

 

Por sobre todas las cosas, nuestra herramienta es la organización y nuestra potencia la sororidad. El Frente Popular por la Educación Sexual Integral es producto de ello. Distintas organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles y feministas nos juntamos en el 2016 para desarrollar estrategias políticas que le exijan al gobierno la implementación de la ESI en todos los niveles educativos, en todas las escuelas (públicas, privadas, laicas, religiosas) y para todxs lxs pibxs. Esto implica no sólo el pedido de más presupuesto para el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, el cumplimiento de la ley 26.150, la creación de programas provinciales donde no los hay o la capacitación docente sino también la discusión por los contenidos y las formas en que la ESI se aplica. No se trata de una estrategia preventiva en los términos en que el gobierno la define sino de educar sujetxs que puedan vivir su deseo de forma autónoma, ética, responsable y placentera.

Así fue que –aprovechando el encuentro común en Resistencia de cuerpos y caras de todas las latitudes de nuestro país– se llevó a cabo en el campus de la UNNE (Universidad Nacional del Nordeste) la primera asamblea nacional del Frente por la ESI luego de la finalización de los talleres de Mujeres y Educación Sexual Integral. Junto a docentes, estudiantes, feministas y compañeras varias que se acercaron luego de haber participado de los talleres del ENM; provenientes de CABA, Rosario, Santa Fe capital, Mar del Plata, Tierra del Fuego, La Plata y Entre Ríos, entre otras localidades, compartimos la situación de la implementación de la ESI en nuestros territorios así como también las estrategias que nos venimos dando para exigir su cumplimiento.

Mientras que en Santa Fe grupos religiosos conservadores truncaron a último momento un proyecto de ley de ESI a nivel provincial que se encuentra próximo a vencerse, CABA no tiene programa provincial que brinde capacitaciones o materiales propios y en Entre Ríos existen muchas dificultades para su implementación. Otra resulta ser la historia en Tierra del Fuego, donde todas las escuelas tienen docentes capacitados por el programa provincial y donde efectivamente se cumple el abordaje integral de la ESI.

El Frente Popular por la ESI actualmente se desarrolla en Buenos Aires, Rosario y Viedma. Durante este año hemos llevado a cabo distintas acciones en respuesta al vaciamiento de la ESI perpetrado por el macrismo. Comenzamos el año luchando con lxs trabajadorxs del programa Nuestra Escuela del INFOD (Ministerio de Educación de la Nación) para exigir que se continúe con los cursos virtuales de Educación Sexual Integral y, posteriormente, pidiendo por mayor cantidad de vacantes en su correspondiente inscripción. Rechazamos el proyecto de ley de “Libertad religiosa y de conciencia” que invocando un deber religioso habilitaría a instituciones educativas a contraponer sus creencias frente al deber de garantizar que sus estudiantes reciban Educación Sexual Integral, entre muchas otras acciones a nivel local.

Desde hace un año que el frente sirve como instrumento de articulación política que ha permitido realizar el Agitazo por la ESI en 2016 y 2017 en Rosario, el Clasazo del 2016 y el Encuentro de Docentes por la ESI este año en CABA. Todas estas experiencias permitieron tejer redes y articular de forma concreta estrategias de organización para visibilizar la importancia de la ESI y lograr que se vuelva una demanda social. Actualmente nos encontramos compartiendo espacios de intercambio con el movimiento estudiantil de secundarios, quienes han tomado el reclamo de la ESI como una de sus reivindicaciones principales al tomar más de 30 escuelas en la Ciudad de Buenos Aires.

La asamblea nacional ha permitido no sólo encontrarnos y discutir sino continuar con los balances que son volcados en la elaboración de un informe nacional con fecha a presentar en el próximo año. Frente a la falta de datos estadísticos oficiales acerca de la ESI en las instituciones educativas y teniendo en cuenta la particular federalización de nuestro país donde los programas provinciales de ESI no funcionan en todas las provincias de la misma manera, confiamos en que la puesta en marcha de mecanismos de monitoreo políticos que observen la implementación de la ESI nos permitirá visibilizar aún más la inminente urgencia de una educación antipatriarcal en nuestro país. Próxima estación: Chubut. Y una nueva asamblea nacional.