En el silencio de la calle y la noche la voz de la mujer trabajadora es protagónica. Quizás sea en ese único momento -que es de trabajo pero que también está cargado de intimidad- donde la palabra propia puede tener un lugar en la rutina de la protagonista de la obra Vigilante. Por eso ella habla y suelta una cadena de palabras que salen con el ritmo del freestyle, sin freno. Es un monólogo que bien podría ser una conversación por audios de WhatsApp enviados a distintos destinatarios y destinatarias. Podría ser un cúmulo de notas de voz, de la propia voz.
Es mujer, madre, trabajadora, sostén de hogar, amante, vecina, amiga y vigilanta. Escrita y dirigida por la directora teatral, Laura Sbdar, Vigilante pone en escena el lugar de las identidades feminizadas en trabajos históricamente dominados por varones. Es la historia de una obrera que trabaja en una esquina de un barrio adinerado cualquiera, en una garita, como empleada de seguridad privada. El deseo, el placer, la maternidad, la idea de amor romántico, la fantasía erótica, la crueldad, el trastorno mental, la furia, la angustia, las violencias machistas aparecen tematizadas con un lenguaje propio y una narrativa poética. Tiene el tono y el pulso del conurbano o de cualquier barrio en los márgenes.
Mariana de la Mata es la actriz que interpreta a la protagonista y es, también, la única persona en escena durante la hora que dura la puesta. Una morocha flaca y de pelo corto dentro de un uniforme pensado para un varón. Pulcra y perfumada, con las uñas rojas recién pintadas. Ella hizo de la garita en la que trabaja un hogar de tránsito donde se lava los dientes, carga el celular, toma mates y un largo etcétera de actividades entre las que están sus fantasías sexuales. Cubierta de plantas, la garita es también lo único que le pertence en un contexto totalmente ajeno.
Sin dudas, ella no es de ese barrio de personas adineradas que cuida y vigila que entren, salgan, vuelvan y se vayan. Su trabajo es achicar la zona de riesgo en la que vive el resto aunque su propia zona de riesgo sea enorme. La cuestión de clase y la empatía atraviesa la obra: ella, la vigilanta, se enamora de un pibe chorro y con él entran a una casa de aquellas que ella debería cuidar y vigilar. En ese vínculo en el que proyecta tanto sus fantasías sexuales como sus propios mandatos guionados por el “amor romántico” también ella está en riesgo.
Como si fuera la ropa de trabajo que usa como vigiladora privada sobre su propia ropa, las opresiones aparecen como capas que cubren a un mismo cuerpo: las de género, las de clase, las de edad. Solo que la protagonista no se las saca, las deja ver todas juntas durante el unipersonal. Todo lo que precariza su vida, cada deseo que no será conquistado, cada oportunidad que le será negada por ser mujer, madre, trabajadora, sostén de hogar, amante, vecina, amiga y vigilanta.
No hay un tiempo lineal en la narración: un viaje en moto en una ruta, una llamada con sus hijas por WhatsApp, una entrada a una de las casas del barrio, una violación, una historia de violencia machista, la muerte y sus fantasmas. Una calesita de la que la audiencia se baja sin la sortija cuando se encienden las luces. La pregunta que cita el comic Watchmen de DC Comics aplica para este unipersonal con mirada de género: ¿Quién vigila a las vigilantas?
Vigilante estará el próximo 8 de septiembre y el 6 de octubre en la ciudad de La Plata en la sala Area chica a las 21 hs. Durante octubre y noviembre estará todos los sábados en La Materia (Villa Crespo) a las 21. 30 hs.
Vigilante estará el próximo 8 de septiembre y el 6 de octubre en la ciudad de La Plata en la sala Area chica a las 21 hs. Durante octubre y noviembre estará todos los sábados en La Materia (Villa Crespo) a las 21. 30 hs.
Laura Sbdar, sub 30, es escritora, directora teatral, Licenciada en Artes (UBA), dramaturga (egresada de la EMAD) y docente (UNA). Coordina La Materia- espacio cultural y dicta talleres de escritura. Además de Vigilante, es autora y directora de las obras teatrales Susana y Gloria, El Movimiento, La Violencia es la partera de toda sociedad vieja preñada de una nueva (junto a Consuelo Iturraspe) y Amteralladora.
Vigilante participó del V Festival Novisima Dramaturgia Argentina del Centro Cultural de la Cooperación y fue publicada por Ediciones del CCC.