Keyla Alencar: “La extrema derecha supremacista quiere los votos de esta gente y a la vez quiere matar a esta misma gente”

Las iniciativas que trabajan para que las mujeres y diversidades jóvenes, afro, indígenas y populares ocupen la política institucional están en campaña política permanente. Forman un territorio de innovación radical de la organización y de la imaginación colectiva. En Recife, Latfem conversó con Keyla Alencar, geógrafa y activista pernambucana radicada en Chile. Negrocéntricxs, la organización que integra, articula afrofeminismo e incidencia política. Con base en Santiago de Chile, trabajan desde hace seis años en atender las principales demandas de la comunidad afro, también de la diversidad sexual y de mujeres chilenas. La entrevista forma parte de Movilizadas: iniciativas que impulsan la democracia, un trabajo colectivo de difusión del Mapeo de Iniciativas de apoyo al liderazgo político en América Latina realizado por Better Politics Foundation e Instituto Update en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México.

Keyla Alencar llegó a Santiago de Chile hace casi 15 años y fue tejiendo, entre el mundo académico, la investigación territorial y las redes de migrantes, un patchwork que la conecta con sus orígenes. Nació en Olinda, una pequeña pero importante ciudad en el noreste de Brasil, en Pernambuco; se formó como geógrafa en Recife y militó en la juventud comunista desde los catorce hasta los 28 años. Su recorrido en Chile se inició en pequeños colectivos de contención entre migrantes, luego en Microsesiones Negras, y actualmente es parte de Negrocéntricxs, organización que articula afrofeminismo e incidencia política en Chile. En esta entrevista, realizada frente al mar de Recife, cuenta cómo se construyen el reconocimiento y la política desde los campamentos (tomas) y las comunas (barrios) en un contexto de avance de “la extrema derecha supremacista”.

Negrocentricxs nació hace seis años como una organización formada principalmente por mujeres afrodiaspóricas en Santiago de Chile. En sus inicios, se enfocó en atender demandas urgentes vinculadas a la salud de mujeres afrodescendientes: elaboraban materiales informativos, orientaban sobre dónde atenderse y traducían contenidos al creolé para la comunidad haitiana. Estrechamente ligada al afrofeminismo, la organización fue ampliando su agenda y su base: hoy participan también muchas mujeres chilenas, personas de la diversidad sexual, y de toda la comunidad afrodescendiente. Su estrategia articula tanto lo comunitario como el vínculo institucional. 

El Censo 2024 en Chile, por primera vez, incluyó la variable de identificación étnico-racial, lo que permitió que las personas puedan autorreconocerse como parte de la población afrodescendiente: 0.9% de la población, equivalente a 174,190 personas, se identificó como afrodescendiente. Negrocentricxs desarrolló una campaña para incentivar este autorreconocimiento que incluyó acciones en metro, buses, afiches callejeros, radios y redes, especialmente activa en regiones como Antofagasta, Arica, Copiapó, Palmira y Rancagua. Bajo el lema Orgullosamente Afro, impulsaron una forma de incidencia política territorial basada en el orgullo, la visibilidad y la resistencia. 

Dentro de Negrocéntricxs, Keyla Alencar cumple un rol clave: forma parte del área de asesoría política y coordina el eje de justicia climática. Su formación como geógrafa e investigadora en temas de racismo ambiental fue fundamental para incorporar esa dimensión a la agenda de la organización. A partir de esa trayectoria, Keyla entrelazó saberes académicos, militancia antirracista y experiencias territoriales, consolidando un enfoque que conecta la defensa del medioambiente con la lucha contra el racismo estructural, en un contexto donde el reconocimiento racial en Chile —especialmente entre personas negras no migrantes— sigue siendo limitado y marcado por estigmas negativos. La apuesta de Keyla y de Negrocéntricxs es nítida: incidir en el sistema político y en las narrativas desde una práctica organizada, colectiva y afirmativa.

—¿Cómo es la situación de las personas afro en el sistema político chileno?¿Hubo cambios en el último período, considerando el proceso constituyente? 

—No, no hubo. Sí hubo mucha presión en su momento, cuando se discutían los cupos reservados. Ya existían para las 17 etnias indígenas y se estaba peleando por uno para el pueblo afrodescendiente tribal, que son las personas negras que descienden directamente de personas esclavizadas. Ese pueblo está reconocido por ley desde 2019, pero aun así no logramos que se incluyera un cupo en la Convención Constitucional.

Las candidaturas negras son mucho más caras que las de personas no negras. Todavía no tenemos una infraestructura financiera que nos permita sostener ese tipo de campañas. Garantizar la seguridad de una candidata negra cuesta más, y lo decimos con base en lo que ya vimos en Brasil: los ataques de la extrema derecha son mucho más violentos y dirigidos hacia las compañeras racializadas que hacia mujeres no negras.

Keyla Alencar en Conecta Latinas. Recife (2025)

—Hablás de costos en términos económicos, ¿también hay un costo emocional desigual? 

—Sí, hay que ponerle mucho el cuerpo. Estas candidaturas dependen mucho del apoyo de personas migrantes, y con la persecución que hay hoy en Chile, esa red se achica: la gente tiene miedo, no quiere exponerse. El costo emocional es muy alto. Pero aun así tenemos una apuesta, porque creemos que es la única forma de lograr una incidencia real dentro del Estado.

—¿Cuál sería la apuesta?

—Tener una candidatura, tener una mujer negra. La ambición es bien desde abajo: una concejalía, en una comuna donde haya muchas personas migrantes. Pensamos en una candidatura que pueda volver esa comuna “más segura”, justamente porque está habitada en su mayoría por personas negras o racializadas. Esa es nuestra apuesta hoy. Es muy difícil incidir en las políticas públicas si no hay alguien nuestro ahí adentro.

Obvio que contar con aliadxs es importante, pero lxs aliadxs ya tienen otros compromisos con sus propias bases. No es lo mismo que haya una representante nuestra: el compromiso, la mirada, la fuerza con que se llega es otra. Y por eso insistimos.

En Chile, si bien la Región Metropolitana concentra buena parte de las iniciativas sociales y políticas del país, existen iniciativas de apoyo al liderazgo político de mujeres en otras regiones. Dos ejemplos importantes son dos iniciativas ubicadas en la región de Arica y Parinacota: el Colectivo Luanda y la Mixtura afrodescendientes Azapeña. En ambos casos, las principales líderes de esas iniciativas fueron candidatas a los Consejos Regionales en el último período, pero no resultaron electas: Milene Molina del Colectivo Luanda y Mabel López de la Mixtura afrodescendientes Azapeña.
Fuente: Mapeo de iniciativas de apoyo al liderazgo político en América Latina

—Además de esa apuesta por entrar en la institucionalidad, ¿qué otras estrategias piensan o reconocen?

—Yo creo que algo que realmente funciona es la educación. Tuvimos una experiencia muy positiva con la escuela de formación antirracista para jóvenes activistas. A partir de ahí empezamos a recibir muchas invitaciones, no solo desde nuestra comunidad, sino también de compañeras feministas no hegemónicas y de organizaciones de pobladoras no racializadas que querían que las formáramos nosotras. Eso nos mostró que hay un interés real y que es un espacio donde se ve transformación.

También estamos trabajando directamente en las escuelas. Tenemos una compañera especializada en literatura latinoamericana, sobre todo en literatura afro latinoamericana, y con ella estamos haciendo un trabajo fuerte con las juventudes. 

Ese ha sido como un eje en el que podemos mostrar indicadores de transformación. 

Este proceso nos llevó a publicar un libro (Orgullosamente afro: Experiencias Comunitarias y Afrofeministas para la Construcción de Identidad Afro en Chile). Es un libro que reúne nuestras experiencias en los últimos 6 años sobre cómo logramos incidir en el afrofeminismo y en la escena feminista de Santiago. 

—¿Cuál es el principal obstáculo que tienen como organización?

—El financiamiento. Muchas tenemos doble trabajo, con el principal financiamos el trabajo en la organización. Ahí tenemos nuestro principal problema.

8 ESTRATEGIAS DE SOSTENIBILIDAD de las iniciativas que apoyan liderazgos políticos en América Latina y el Caribe
1. Obtención de recursos económicos obtenidos a través de convocatorias internacionales.
2. Desarrollo de capacidades para aplicar a fondos participando de diversos eventos.
3. Consultas a organizaciones con experiencia y sistematización de la información acerca de convocatorias y áreas de interés.
4. Asociación con otras iniciativas más grandes.
5. Combinación de dos líneas de trabajo: una nacional y otra internacional.
6. Trabajo voluntario, con personas u organizaciones que apoyan sus procesos y se suman aportando recursos económicos, en especie o de talento.
7. Programa de membresías y de donativos, por ejemplo de socias que realizan aportes a la organización.
8. Presentación de proyectos, tanto a convocatorias nacionales como internacionales.
Fuente: Mapeo de iniciativas de apoyo al liderazgo político en América Latina

—Estamos en Conecta Latinas, un evento que reúne cientos de iniciativas de personas afro, migrantes, indígenas, de toda nuestra región, hay un espíritu de confianza política y de entusiasmo con lo que se puede hacer cuando hay conexión. ¿Sos optimista? 

—Soy y no soy optimista. Estamos creando otras vías paralelas a este sistema tan inaccesible. Estamos bordeando el sistema y logrando un desarrollo que a veces es sutil. 

Creo que hay una incidencia, una sensibilización en la sociedad y, a pesar de toda la violencia que todavía se vive, el balance es positivo, porque por lo menos tenemos una respuesta de los territorios donde vamos. 

Los campamentos (las tomas de terrenos en donde se asientan barrios y comunidades), en general, son lugares que están ocupados por migrantes, migrantes afro, muy vulnerables. Cuando empezamos la campaña del Orgullosamente Afro queríamos ir ahí.

Cuando vemos que en los campamentos hay una recepción muy positiva y, aparte, hay un retorno de estas personas de la comunidad hacia nosotras, eso nos entrega esperanza.

Nosotras queremos llegar hasta tener una senadora negra, una diputada negra, que esté ahí haciendo proyectos de ley y políticas públicas, pero lo que podemos hacer hoy es esto y ese poco que estamos haciendo da buenos resultados. Entonces, eso nos da esperanza. 

Keyla Alencar en Conecta Latinas. Recife (2025)

—Negrocéntricxs ya viene trabajando hace 6 años. Dentro de este periodo avanzó muchísimo la incidencia de la derecha radical en todo el mundo y tiene un componente anti migratorio, obviamente racista. Y tienen apoyo popular. ¿Vos notás algún cambio en esas poblaciones con las que ustedes trabajan?

—Mi percepción es que este nuevo fascismo, en su origen, es supremacía racial pura y dura. Y punto. Se basa en ser blanco, en defender la cultura blanca. Es una doctrina política modernizada, muy ligada al nacionalismo, está enmascarada, pero en el fondo es lo mismo de siempre. Lo que vemos en los campamentos y comunidades que acompañamos es que esa lógica logra infiltrarse, y lo hace a través del discurso de la seguridad. Ellos dicen: “somos los que vamos a garantizarte seguridad pública”. Y eso cala hondo.

Ahí es donde creo que nosotras tenemos un desafío. Tenemos que disputar esa narrativa. Hablamos de derechos, de salud, de educación, de tierra. Apostamos a procesos de largo plazo que construyan seguridad desde lo colectivo. Pero la gente tiene urgencias ahora, y muchas veces no sabemos qué decir frente a eso. La extrema derecha da respuestas simples, claras, inmediatas. Son soluciones terribles, sí, pero son soluciones. Y la gente no es ingenua: sabe que esos candidatos son racistas, misóginos, anti-migrantes. Pero igual los votan porque les hablan claro. Una vez entrevistamos a una mujer que decía: “yo sé que Kast (José Antonio, candidato presidencial representante de la derecha conservadora) odia a las mujeres, pero tiene una propuesta concreta para la seguridad”. 

Mientras que la solución por el lado progresista… no digo que es una solución enredada, pero es una respuesta larga. Por ejemplo, en Chile la respuesta rápida de la extrema derecha a la seguridad nacional es que la inseguridad creció cuando llegaron los migrantes. No reconoce que la crisis económica del país es lo que está llevando al aumento de la criminalidad, pone el foco en los migrantes. Y nosotras, como feministas, tenemos que encontrar respuestas y propuestas alternativas rápidas.

—¿Cómo es esta disputa en los territorios?

—Yo trabajo en las llamadas “zonas de sacrificio” en Chile, que es un concepto terrorífico. Son las regiones donde el Estado decidió que va a ejercer extractivismo hasta la última gota en función de la mantención de la economía nacional.

No importa si la gente va a morir de cáncer, contaminada, si se va a desplomar el cerro, si va a haber un deslizamiento, no les importa nada. Y las tomas o campamentos en su mayoría están en este sector. 

Ahí te encuentras con la iglesia evangélica, que están disputando la narrativa. Te encuentras con los fascistas, que tienen núcleos como los de la UDI (la Unión Demócrata Independiente es un partido político chileno de derecha).

Entonces, tenemos que estar nosotras también disputando esta narrativa ahí.

La extrema derecha influye en la comunidad porque lograron traducir su lenguaje, que es violento y atroz, pero lograron enmascarar la supremacía blanca. La extrema derecha supremacista quiere los votos de esta gente y a la vez quiere matar a esta misma gente. Construyeron una narrativa que logró infiltrar y llegar a estas comunidades, es impresionante. 

—¿Volvemos al lugar del optimismo? Lo que interpreto de lo que decís es un llamado a poner esfuerzos en proyectos más pragmáticos.

—Sí. Creo que a veces invertir en soluciones pragmáticas simples puede generar impactos muy grandes. Nuestro desafío es pensar que tengan una perspectiva racial. 

Esta entrevista forma parte de Movilizadas: iniciativas que impulsan la democracia, un trabajo colectivo de difusión del Mapeo de Iniciativas de apoyo al liderazgo político en América Latina realizado por Better Politics Foundation e Instituto Update en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México.
Accedé al reporte del mapeo en https://www.institutoupdate.org.br/mapeo