Fotos: Gentileza Norma también
Miércoles de gases y palos frente al Congreso de la Nación. Es una estampa que se volvió rutina. Cada semana, jubiladas y jubilados denuncian que no les alcanza para comer. Las fuerzas de seguridad, dirigidas por el Gobierno, los reprime. Es 2025 y también 1991. La postal actual, invisibilizada y/o demonizada por los grandes medios, no comenzó ahora, en la lucha contra la motosierra de Javier Milei. Hace 34 años, con Carlos Menem en el poder, un pequeño grupo se reunía a reclamar frente a la puerta del ministerio de Economía. Ahí estaba Norma Beatriz Guilmi de Pla, de 59 años, una trabajadora precarizada desde los 13 años, que subsistía con una pequeña pensión. Hoy es, o debería ser aún más, símbolo de lucha.
“Cuando Menem ganó las primeras elecciones fue con una misión, que no cumplió, y la gente lo votó por una campaña que hablaba de la revolución productiva de trabajo. No dijeron que iban a hacer lo que finalmente hicieron. Es una diferencia con el gobierno actual, que dijo lo que haría y acá estamos. Eso, más que nada, habla de la situación social del país. Esta sociedad ya está profundamente individualizada”, dice Florencia Arias, productora del documental Norma también, que se estrena —con entradas ya agotadas— el sábado 23 de agosto en el contexto de la 16ª Muestra de Cine Documental DOCA (Documentalistas de Argentina). Hay una segunda función en el Cine Gaumont (Avenida Rivadavia 1635) el domingo 24. Después, siguen con funciones programadas entre el miércoles 27 y el sábado 30 en las salas del Palacio El Victorial (Piedras 712). Luego, un camino que planea recorrer el país.
Natalia Vinelli y Florencia Arias son, junto a Alejandra Guzzo, también productoras, además de las guionistas y directoras de la película, que se terminó de realizar con el apoyo del canal de televisión popular comunitario Barricada TV y de Cine Insurgente. “Esos valores de lucha y de organización que representa Norma Plá son fundamentales hoy. Principalmente para las juventudes, porque en este momento donde te están vendiendo que te salvas solo, armando tu emprendimiento con el celu, es interesante pensar los procesos históricos que nos hicieron llegar a este lugar” reflexiona Arias.
Norma Plá fue genialmente inoportuna para el status quo. ¿Presa? 27 veces. Además, señalada por los medios de comunicación, perseguida por los servicios, apaleada por la policía, ninguneada por el poder. ¿Qué hizo? Puso el cuerpo. Participó de las primeras cien marchas de jubilados y pensionados. Arrancaban en la puerta de la confitería El Molino, frente del Congreso, para ir a: el Banco Hipotecario, la sede del PAMI, el Consejo Deliberante, el Ministerio de Economía. Ella golpeaba las puertas, saltaba las vallas, planeaba los acampes. Fue inspiradamente desfachatada. Organizó una choripaneada frente a la casa de Cavallo sobre Avenida Libertador. En una movilización le sacó la gorra a un policía. Dijo cosas como “somos más pueblo que milicos, que no se olviden de eso”. Confrontó a Gerardo Sofovich en su mesa machirula de Polémica en el bar. Entre otros hits.
Excedió su reclamo. Norma Plá arengó a los estudiantes, se solidarizó con los ferroviarios del Roca en la época de la privatización con despidos masivos, hizo una choriceada en memoria de los combatientes muertos en Malvinas. Y más. Esa mujer, que salió a la calle para pedir un aumento en la jubilación, lo hizo todos los miércoles desde 1991 durante cinco años. Reclamaba 450 pesos, una suma austera, mientras cobraba menos de 50. “Ese reclamo de dignidad y derechos no fue conquistado todavía. El documental, por eso, no es solamente un retrato de los 90, es una propuesta de charlas posibles y una forma de compromiso”, dice Vinelli.

LatFem: —¿Por qué creen que no hay una figura como la de Norma Plá hoy?
Natalia Vinelli: —Esa es una pregunta muy política. Y creo que ahí está la cuestión. Es también un poco a donde apunta el documental, a lo que queremos abrir la charla en todos los espacios posibles. Es evidente que hubo un montón de cosas que se hicieron mal y que faltaron, inclusive en lo que hizo cada una desde el lugar en el que le tocó estar. Pero sin disculpar a la clase política, que es la conducción y la que tiene mayor responsabilidad sobre esas cosas que no se hicieron. Entre otras, la ausencia de jubilaciones dignas, que es una deuda de la democracia entre muchas otras, como la persistencia de la desigualdad. En la medida de que siga sin resolverse va a seguir dejando este gusto a poco. En definitiva, es lo que lleva a que muchos de esos desencantados hayan terminado votando una figura que es su propio verdugo.
LatFem: —¿Desde qué lugar es importante traer a Norma Plá al presente?
NV: —Nos interesa el dialogo intergeneracional. No solamente para tematizar el feminismo, que es uno de los temas en la película, sino para tematizar los años 90 y para tematizar las luchas y las resistencias actuales.
LatFem: —Hay otra hay otra cuestión ligada a eso, en relación al modo de llevar adelante una lucha, que se relaciona con ser mujer…
Florencia Arias: —En ese momento era muy innovador lo que hacía Norma Plá. Me acuerdo de un programa de televisión, en donde responde, sobre la lucha por los 450: “Dámelos para que yo haga lo que quiera”. Eso habla del goce, eso habla de un “me los merezco, yo laburé. Y a vos qué te importa lo que voy a hacer con esta plata”. Ella traía la frescura del sentido común, como cuando le preguntaba a Sofovich: “¿Y usted qué haría si estuviera en mi situación?” Todo el tiempo estaba tratando de colectivizar, de desindividualizar.
LatFem: —Pero también porque la invitaban a la tele para desestimarla…
FA: —Si, la corrían bastante. De hecho, en los programas le preguntaban: “¿Pero usted cuántos años aportó?”, “¿De qué trabajaba?” Había una desconfianza sobre su relato laboral, por ejemplo, como si no se terminara de merecer lo que reclamaba. Y también subyacía en los comentarios que no era lo suficientemente vieja, entonces parecía que no tenía los suficientes derechos. Es increíble cómo esto es un es un diálogo orgánico, porque relaciona la figura de Norma con las juventudes y en un repensar su figura con una perspectiva feminista, pero también hay un diálogo social muy fuerte con la película, que fue creciendo más allá de lo que una se pueda proponer lograr con una película.

Ayer, hoy y mañana
“Tenemos que convocar a jóvenes y no tan jóvenes también, para seguir enfrentando a este Gobierno que nos dice que estamos en el primer mundo. Si este es el primer mundo, yo no lo quiero”, dijo una vez Norma Pla. Ahí se condensa bastante de su forma de liderar la lucha. El documental es un retrato biográfico de ese momento, narrado a través de una investigación realizada por Sol Verónica Gui, una estudiante feminista de Ciencias Sociales, que se va fascinando con esa figura en el proceso de develarla.
“¿Quién fue esta mujer que, desafiando el individualismo de la época, impulsó las primeras protestas durante los años de espejismo neoliberal?”, se pregunta la investigadora en el inicio de una trama que se hila con entrevistas, viajes y material de archivo inédito para reconstruir la imagen de Norma Plá, que surge de a poco en el tejido de lazos entre generaciones que hablan de un feminismo popular. La joven Solve va encontrando algunas respuestas a través de conversaciones también transversales, de edad y tiempo.
El documental también tiene su propia historia adversa, y como su retratada, presenta batalla. Empieza en 2009, con un corto que hicieron las directoras junto a BarricadaTV, y de dónde vienen muchas entrevistas a compañeras de militancia de Norma Plá que ya murieron. En 2022 se presentaron al concurso de desarrollo de proyecto en el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y un año después ganaron. Escribieron el guión del largo. En 2024, un jurado compuesto por representantes de las diferentes asociaciones de cine argentinas lo declaró de interés por unanimidad y otorgó un subsidio para la realización.
Con el cambio de gobierno, que entre otros recortes hizo uno a la producción cinematográfica, el INCAA descartó el proyecto, junto a decenas de películas que se quedaron sin financiamiento. Norma también se hizo igual, de forma autogestiva, con la colaboración de cientos de aportes individuales y con el apoyo de los colectivos Barricada TV y Cine Insurgente. Con la película ya terminada, la producción sigue recaudando ayuda para “llevar la película a toda la Argentina y la Patria Grande”. El gran objetivo es que “la voz de Norma Plá llegue al mundo entero”, dicen. El beneficio para los donantes, advierten en la página, es “mostrar la película que Milei no quiere que veas”.
LatFem: —¿Cuál es tu relación inicial, interés, con Norma Plá?
NV: —La conocí en el 95, en el contexto de las luchas universitarias en defensa de la educación pública. Había habido una marcha en particular con muchos detenidos y estábamos haciendo una asamblea para ir a la comisaría a buscarlos. De repente cae Norma Pla los gritos, “a ver si se levantan y empiezan a luchar como los jubilados”. Después participé de un almuerzo que se hizo para juntar fondos, cuando ella ya estaba muy enferma. Falleció el 18 de junio de 1996 y siempre quedé muy enamorada de su figura.
LatFem: —Tenías la misma edad que Solve, que investiga la figura de Norma en el documental…
NV: —En ese momento yo tendría 23. A Solve la conozco de la Facultad de Ciencias Sociales, donde soy docente. Ella estudiaba ahí y también compartimos espacios de militancia. Es una piba muy muy inteligente, muy rápida, y flamante socióloga ya recibida. En el documental hay un recorrido alrededor de esta cuestión generacional porque queríamos hablar de los 90, vincular ese momento con los feminismos y también que a su vez se pudieran advertir las contradicciones. Solve, que aparece todo el tiempo en el documental, tiene esa rapidez y capacidad de plantarse que tienen las pibas hoy, y eso hace un buen tironeo con las dificultades que tiene mi generación, que nos cuesta más.
LatFem: —¿De alguna forma Norma Pla se parecía más a las jóvenes de hoy que a las de los 90?
NV: —Obviamente en los 90 veníamos generando un montón de luchas, ocupando espacios. Visto de afuera, capaz se ve de otro modo, pero en el fuero interno toda esa recuperación, ese uso del espacio público, siempre es con preguntas, con contradicciones, con tironeos, que mi generación tiene todavía y que las más jóvenes ya resolvieron completamente. O por lo menos así parece. Norma Pla fue muy maltratada en los medios, era un momento de discurso único, de conformación de los multimedios, un momento muy especial. Siempre me había quedado con las ganas de hacer algo que la recordara y reivindicara.
LatFem: —¿Por qué en 2009 un corto y ahora un largo? ¿Qué pasó en medio?
NV: —Cuando avanzamos en este en el primer proyecto era un momento en el cual la discusión sobre las luchas de los 90 no estaba tan instalada, entonces circuló muy parcialmente y fue un corto. Cuando volvimos a pensar en recuperar el proyecto, entendimos que había que ver de qué modo acercarnos a esa figura, pero entrando en diálogo con las juventudes hoy. O sea: que no fuera un material que me gustara a mí y a mis dos amigas para ver cómo tirábamos piedras. Que fuera un material que realmente interpele a la juventud y a los feminismos de hoy.
LatFem: —Norma Plá era feminista en sus actos, pero no se declaraba o veía como tal. Los feminismos de entonces tampoco la apoyaban o respaldaban desde ese marco. ¿Cómo era eso?
NV: —Por eso era importante pensar a Norma Plá en el marco del feminismo, no porque nosotras fuéramos a ponerle de presente una etiqueta que diga “Norma feminista”, porque eso no corresponde, sino analizando el rol que ella ha cumplido en la calle, recuperando el espacio público, y cómo eso podría aportar a los feminismos más en general. Eso fue lo que nos trajo hasta acá.