En la tercera audiencia del juicio por el femicidio de Daiana Colque el testimonio del médico forense Enzo Canónaco fue clave para conocer los resultados de los análisis genéticos en el cuerpo de la víctima y en el arma homicida. La joven de 19 años fue asesinada la madrugada del miércoles 29 de septiembre de 2016 en su casa de la villa 31 Bis, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Según el médico, el cuchillo no tiene huellas ni rastros en el mango y se comprobó que es el que usaron para asesinarla en su cama, de al menos 14 puñaladas. En la hoja tiene la impresión “mundial Brasil” y tenía rastros genéticos de la víctima.
El debate oral se lleva adelante en el Tribunal Oral Criminal y Correccional N°12 a cargo de los jueces Darío Medina, Claudia Moscato y Luis Márquez. Ante lxs magistradxs, Canónaco explicó que debajo de una uña del dedo angular derecho de Daiana se encontró material biológico que corresponde a un hombre, y que no coincide con los datos genéticos del acusado del crimen, Hernán Trinidad Baez, alias “Crespo”, la pareja de la joven asesinada.
En su declaración, el médico forense señaló que, “si Dios lo permite”, en 15 días se obtendrán los análisis genéticos de las colillas de cigarrillo y de las botellas que encontraron en la habitación de Daiana cuando la mataron.
A través de sus preguntas el abogado querellante Pablo Rovatti, del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a víctimas de delitos de la Defensoría General de la Nación, y el fiscal del juicio Gustavo Gerlero cuestionaron que la presencia de material genético debajo de la uña del dedo angular sea señal de defensa de un forcejeo. Recién a partir de sus preguntas, el médico forense admitió que puede haber rastros de otra persona durante varios días debajo de las uñas y que puede obtenerse de diversas maneras como metiéndole la mano en la boca a alguien o rascándole la cabeza.
Los alegatos estaban previstos para el jueves 9 de noviembre pero se postergaron. Hasta que no lleguen los resultados de las pruebas genéticas que faltan no habrá sentencia, por lo menos por 15 días más.
Durante la primera y segunda jornada del juicio a Hernán Trinidad Báez por homicidio agravado por el vínculo y por violencia de género hubo varios testigos que dieron cuenta de la relación que tenía con Daiana Colque. Varios vecinos del edificio donde ella alquilaba una habitación en la manzana 99 de la villa 31 bis reconstruyeron el historial de violencia machista del que era víctima la chica.
La tarde de su muerte los escucharon discutir. Los testigos vieron que Daiana no lo quería dejar entrar a su departamento y que él intentaba convencerla de que le abriera la puerta. Más tarde oyeron golpes en las paredes y pedidos de auxilio. A las 5 de la mañana la vecina oyó a Daiana en el pasillo, cuando abrió la puerta se encontró que ella se había arrastrado, desangrándose, hasta sus pies. Había recibido por lo menos 14 cortes con un cuchillo de tipo carnicero.