#AbortoLegalYa: “La maternidad será deseada y gozosa o no será”

La referenta del Movimiento Evita, Ornella Tinnirello, fue una de las 22 expositoras a favor del proyecto de ley presentado por la Campaña nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en la cuarta reunión informativa en el Congreso. Cuestionó al sistema de salud hegemónico, propuso un modelo de salud comunitaria y relató las experiencias de acompañamientos que llevan adelante desde La Hoguera, consejerías feministas.

Buenas tardes a todes y todas. Tengo la responsabilidad de contar la experiencia que venimos realizando en el frente de mujeres evita organizandonos en el espacio la hoguera, que es un espacio de consejerías feministas en salud sexual integral y en violencias donde realizamos acompañamientos y encontramos soluciones colectivas a nuestros problemas, aca mujeres y personas gestantes hacemos efectivos derechos que consideramos adquiridos por la fuerza de la organización y la lucha.

Nos organizamos en las barriadas populares, en las villas y en los asentamientos, recaen sobre nosotras los trabajos más precarios, los salarios más bajos, las tareas de cuidado y asistencia de nuestras familias viviendo en constante peligro expuestas a la violencia machista.

En esta realidad nos organizamos para resolver la crianza, las tareas de cuidados, el trabajo, la organización comunitaria, la militancia y también los abortos.Para nosotras el aborto es una realidad efectiva, la dinámica que propone el gobierno nacional a favor o encontra como si esto fuera un simple partido de fútbol, pretende polarizar el debate para no profundizar la política pública que garantice este derecho.

Nosotras no venimos al congreso a pedir permiso para abortar, porque lo hacemos desde siempre y lo vamos a seguir haciendo, porque en este momento mientras debatimos en varios rincones de la argentina hay una persona abortando que el estado excluyó y está siendo acompañada por las redes feministas. Por eso tienen la obligación de incorporar nuestras experiencias a la hora de legislar. Experiencias que están basadas en el ejercicio del consentimiento y de nuestra capacidad de decidir poniendo en práctica nuestros deseos y proyectos en un fuerte ejercicio de la autonomía.

Consideramos entonces, urgente la despenalización del aborto porque no se puede penalizar la salud, al mismo tiempo la legalización nos permite que se regulen las prácticas médicas, que se humanicen, que estén pensadas desde las diferentes formas de habitar nuestra corporalidad.

Porque lo único traumático y peligroso es la clandestinidad, son las prácticas cruentas e inhumanas que realizan sobre nosotras, son las humillaciones el maltrato y los legrados sin anestesia como si tuviera el sistema de salud la potestad de torturarnos cuando nos animamos tomar nuestras propias decisiones.

A los que deben penalizar es a los profesionales que usan el poder para obligarnos a maternar, que se niegan a atendernos siendo objetores de conciencia como si la salud pudiera discutirse solo en terminos teologicos, personales o simplemente orgánicos, incumpliendo sus deberes de funcionarios públicos. Obligarnos a continuar un embarazo cuando no lo deseamos, cuando no nos sentimos preparadas es tortura. Mucho se habló acá sobre que pueden o no hacer niñas y adolescentes en su sexualidad, pero nadie vela ni responde por ellas cuando sufrimos abusos y vejaciones. El estado es responsable garante y reproductor de las violencias, una de ellas es el ocultamiento y el uso dañino de la información.

El derecho a la información veraz es un derecho humano inalienable, cuando les humildes accedemos a los saberes técnicos y científicos transformamos la realidad rotundamente, nos apropiamos del conocimiento conteniendo y resolviendo lo que el estado margina.

Nos niegan la información sobre nuestros cuerpos dejándonos a merced del sistema de salud que incumple tratados internacionales y fallos de la justicia nacional, por eso que no confiamos en los servicios de salud, porque somos intervenidas violentamente cuando decidimos abortar pero también cuando decidimos parir.
Lo riesgoso es que o quedamos excluidas del sistema de salud, o cuando podemos ingresar quedamos en manos de profesionales que nos maltratan utilizando el poder médico hegemónico negandonos como sujetas de derechos tratandonos como incubadoras con piernas en el ejerciendo su doble moral y su violencia misógina, entonces un evento obstétrico dentro de un hospital público se puede convertirse en una escena una película de terror.

No podemos encerrar los abortos sólo en los hospitales exigimos un sistema de salud que sea fuertemente comunitario, que tenga la decisión política de fortalecer la atención primaria para poder realizar los abortos de manera ambulatoria.

El aborto es una situación más del ciclo de menstruacion y reproducción, no es una enfermedad ni un padecimiento, desdramatizarlo junto al fortalecimiento del sistema de salud en su primer nivel, garantiza el acceso a la salud de las más humildes, reduciendo muchísimos los costos de atención y mejorando nuestra construcción subjetiva.
Es en el hospital también pero principalmente es en la atención primaria que se garantiza una atención adecuada para cada persona en cada gestación.

El aborto es una situación más del ciclo de menstruacion y reproducción, no es una enfermedad ni un padecimiento, desdramatizarlo junto al fortalecimiento del sistema de salud en su primer nivel, garantiza el acceso a la salud de las más humildes, reduciendo muchísimos los costos de atención y mejorando nuestra construcción subjetiva.
Es en el hospital también pero principalmente es en la atención primaria que se garantiza una atención adecuada para cada persona en cada gestación.

Cuando en los hospitales y en las salas de atención primaria tengan un ecógrafo, tengan material descartable para la realización de ameu, cuando tengamos producción pública y entrega de medicación como el MISOPROSTOL y MIFEPRESTONA podremos decir que es efectivo el aborto legal seguro y gratuito.

Junto a la producción pública de medicamentos debe producirse material de formación y acompañamiento para orientar a los profesionales en la práctica, como lo es el caso del protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo que se basa en el fallo fal de la corte suprema de justicia y que este gobierno se niega a utilizar y difundir, y que ha sido utilizado en este debate de manera maliciosa y con interpretaciones engañosas.

Es fundamental que se aplique la ley de educación sexual integral en todas las escuelas en todos los niveles para que podamos fortalecernos en nuestros derechos y para ejercerlos plenamente. Necesitamos anticonceptivos gratuitos, entre ellos, la realización de campañas de vasectomías, que el estado en conjunto con las organizaciones comunitarias se ocupe de su entrega y de su distribución.

Hay que legislar acerca de las responsabilidades de los varones, la justicia debe ocuparse de quienes abandonan a sus hijes y les desconocen porque en definitiva en este país las cosas están al revés y el estado pone mas plata y trabajo en perseguir y penalizar la salud de las mujeres en vez de trabajar por los derechos de niños niñas y adolescentes.

Que nos obliguen a llevar adelante un embarazo no deseado y que el estado intervenga en las formas en que se decide, desea y se lleva adelante la maternidad es una de las formas de violencia cultural y social más severas a las que estamos expuestas.

La maternidad será deseada y gozosa o no será. Incorporen la realidad a las leyes o pasarán a la historia como los cómplices del feminicidio que produce el negocio del aborto clandestino, legalizar y acceder al aborto es la única manera de que nos transformemos en una sociedad más justa, porque nosotras las gordas, las lesbianas, las bisexuales, las negras, las villeras, las trabajadoras más humildes de la argentina en cada orgasmo tenemos una victoria, porque somos nosotras las verdaderas militantes por la vida, por de la vida digna de ser vivida por eso el Aborto legal es justicia Social.