Argentina marrona: la resistencia, su existencia

En octubre, la Manzana de las Luces se tiñó de marrón. Durante todo ese mes hubo actividades artísticas de todo tipo y jornadas de reflexión. Lo común: estuvieron atravesadas por la experiencia compartida de segregación en función del racismo estructural en la Argentina, la reivindicación del color, los rasgos y la ancestralidad. La Legislatura porteña declaró “Octubre Marrón” de interés.

El 29 de octubre les legisladorxs porteñes declararon de interés para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos “Octubre Marrón” organizado por el colectivo Identidad Marrón, con el apoyo del Complejo Histórico y Cultural “Manzana de las Luces”.

Octubre Marrón nace con el objetivo de visibilizar el racismo estructural en Argentina y reivindicar a las personas marrones-indígenas. La población indígena de América está estimada en cincuenta millones y cuenta con más de cuatrocientos pueblos nativos, que tienen diferencias étnicas y culturales entre sí. En muchos de los países latinoamericanos existe una gran multietnicidad y pluriculturalidad. La propuesta de Octubre Marrón es crear espacios, producir archivos para transmitir a través de la literatura, las artes visuales, el cine, la música, teatro, las biografías, trayectorias- individuales y colectivas- de las personas marronas, cuyas realidades distan de la hegemonía blanca-eurocéntrica.

La propuesta de Identidad Marrón a la Legislatura define el evento como:

“la respuesta a la invasión y el exterminio, porque la sola existencia de nuestros rostros, apellidos y pieles es la muestra rampante de que estamos y estaremos en todos lados. No somos uno en un mar de gente blanca. Somos millones. Somos millones yendo a marchas, estudiando, profesionales y no profesionales. Sin aportes, con aportes. Músicxs, cineastas, actorxs, fotógrafxs. Estamos más cerca de representarnos de un modo más legítimo. Esa legitimidad no necesita permiso. ¿Una ofrenda a la Pacha? Si. Es nuestro color de piel. Son nuestros rasgos. Venimos a buscar la igualdad real para el ahora, por el pasado y para el futuro”.

La propuesta también y el nombre surgió de la necesidad de resignificar el mes de la colonización, actualizar la resistencia, la cultura, la ancestralidad de millones de personas marrones -indígenas, originarias y campesinas- que se sublevaron contra la invasión colona, para mantener viva las raíces en generaciones como las nuestras y las futuras.

¿Qué se festeja cada 12 de octubre?

Hasta 2010 el 12 de octubre en nuestras efemérides se conmemoraba como el “Día de la Raza”. Los festejos tenían una idea romantizada e idealizada sobre el proceso de conquista, explotación y sometimiento de las naciones y comunidades indígenas/originarias.

Autores como Javier Rodríguez Mir señalan tres períodos de resistencia de pueblos indígenas-originarios. Uno en el que el periodo colonial que se caracterizó por una violencia extrema. Se consideró que los pueblos originarios eran “bárbaros y salvajes”, razón por la cual se les debía imponer otro idioma, otra religión y otra cultura. Un segundo momento, el período republicano, que implicó dilemas para los Estados-Nación: ¿qué hacer con ellxs? En el caso de la Argentina se hicieron campañas militares hacia el sur y hacia el norte y se diezmó a la población originaria. “Las campañas militares –dice este autor- organizadas por el Estado nacional argentino lograron expulsar compulsivamente a los indígenas de sus territorios. La política del Estado argentino se orientó a adecuarse a las demandas de los mercados capitalistas, nacionales y extranjeros”. Y un tercer período, el contemporáneo, que se caracteriza por la globalización y profundo proceso de cambio social, de características distintas a las anteriores.

Durante un siglo se mantuvo ese relato: en 1492 llegaron tres embarcaciones al mando de Cristóbal Colón a las tierras de América. Desde la buena voluntad, la buena predisposición, las comunidades accedieron a entregar sus tierras, sus objetos, aceptaron la imposición de la lengua y la evangelización. A esto se lo nombró “El descubrimiento de América” y el “encuentro de dos mundos”.

La conmemoración se sostuvo en las escuelas como día festivo y se omitió el proceso de colonización que en algunos casos terminó en el exterminio de naciones y culturas enteras. Asimismo, se afirmó esta historia en exhibiciones de museos y diversos espacios públicos y políticos.

Fue recién en el año 2007 que por medio de un proyecto de ley presentando por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) se solicitó el cambio de nombre por el “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”. Sin embargo, no fue sino hasta el año 2010 que, a través del Decreto Nº 1584/2010, se le dio el reconocimiento pertinente, como una fecha para promover “la reflexión histórica y el diálogo intercultural acerca de los derechos de los pueblos originarios”.

También podemos encontrar antecedentes normativos que sostienen la necesidad de garantizar derechos en materia de discriminación como la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), la Ley N° 23.592 de Actos Discriminatorios y la Ley local Nº 5261 contra la Discriminación.

Esta omisión, negación o asimilación producto del racismo estructural, sostenida a lo largo del tiempo construyó ese imaginario colectivo acerca de la inexistencia de comunidades indígenas, originarias, campesinas, rurales. Es decir, negar la presencia de personas marronas-indígenas.

¿Re-significar el imaginario colectivo?

Visibilizar el racismo estructural significa, también, hacer de la resistencia su existencia. La propuesta que alojó durante todo el mes de octubre el Museo de la Manzana de las Luces busco transformar ese símbolo cultural que aún yace en el 12 de octubre.

Visibilizar la existencia es para nosotres dar cuenta que tenemos una historia propia. Es octubre marrón porque somos personas con esa ascendencia negada. Aquella que el sistema y sus diferentes dispositivos de poder se encargan de ubicarnos lejos del estatus de ciudadanía o habitante de esta tierra.

Es octubre marrón porque no están nuestras voces plurinacionales en el relato nacional. Visibilizar el derecho a tener derechos y en condiciones que partan del reconocimiento a la identidad. Re-significar es transformar la vergüenza y negación en orgullo porque somos hijxs y nietxs de nuestras ancestras, que siempre estuvieron aquí, porque somos millones.

Para ver los videos y testimonios visitá el instagram de La Manzana de las Luces y de Identidad Marrón.