A un año del histórico debate por el derecho a decidir, la marea verde sigue avanzando. Con cupo lleno, este miércoles comienza el cursado de la materia optativa “El problema sanitario del aborto en Argentina” en la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Si bien ya se dictan seminarios sobre derechos sexuales y (no) reproductivos, este es el primer módulo de Medicina enfocado específicamente en aborto y garantiza abordarlo como una problemática de salud.
A las 16 será la primera clase de la materia que tiene como directora a la Doctora en Ciencias Médicas Mariana Butinof. Hay 60 estudiantes inscriptes. Es el primer espacio académico curricular de formación de grado que aborda de manera integral la problemática del aborto. Es también un avance de la marea verde que durante el debate visibilizó y dio legitimidad a las voces que trabajan por la legalización de la práctica.
“El aborto es una fuerte demanda de la población. Está presente en los espacios de trabajo de los equipos de salud pero no así en los espacios de formación. Necesitamos responder desde la formación profesional y no desde lo que cada uno piensa, siente o cree respecto de la problemática. El módulo pretende generar una respuesta técnica, científica y profesional fundada en los marcos legales que tiene nuestro país. Trae la discusión al ámbito de la universidad y desde una perspectiva académica”, explicó a LATFEM Butinof.
También destacó el trabajo articulado de lxs médicxs que vuelven accesible y segura la práctica. “Entendemos que es una problemática de salud pública y también de equidad derechos. Las mujeres que se mueren por abortos es porque no pudieron acceder a una práctica costosa en el sector privado. En el último tiempo cambió bastante esa situación porque hay muchos profesionales que trabajan en red en el sector público”, afirmó la directora.
La co-directora de la materia es la Doctora en Ciencias Médicas Gladys Ponte, la mujer que garantiza los abortos no punibles desde hace más de 40 años en la Maternidad Nacional de Córdoba. Por eso, en mayo fue homenajeada por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. “El módulo no va a tener ninguna repercusión en la provincia, hasta que no se decida abordar el tema como una política pública. Son decisiones políticas que la provincia todavía no está dispuesta a tomar. Si no consideran que esto es un tema importante seguirán depositando el asunto, como lo hicieron hasta el momento, en la Maternidad Nacional”, aseguról Ponte.
En la provincia mediterránea la “Guía de Procedimiento para la Atención de Pacientes que soliciten Prácticas de Aborto no Punible” no tiene plena vigencia. Si bien en diciembre pasado el Tribunal Superior de Justicia falló a favor de la aplicabilidad del protocolo, la ONG antiderechos Portal de Belén -se opone a que se aplique por la causal violación- presentó un nuevo recurso para pedir que sea la Corte Suprema quien trate el asunto. El máximo órgano ya se pronunció en el 2012 en ese sentido, cuando ratificó el derecho a un aborto para toda mujer víctima de una violación presentando solo declaración jurada. Por eso, se espera que la resolución del TSJ deje definitivamente firme el protocolo en Córdoba y pueda aplicarse en toda la provincia.
Si bien en Córdoba no hay datos oficiales sobre mujeres o personas gestantes muertas por aborto, sí se registran situaciones que pusieron en riesgo la vida o la salud por no acceder a una práctica segura, ya que muchxs profesionales de la salud se niegan a garantizar la práctica escudándose en la suspensión del protocolo. “Necesitamos pensar cómo reducimos la mortalidad materna por aborto que sigue siendo una de las principales causas de muerte de las mujeres jóvenes. La idea de un módulo optativo con estas características es sensibilizar a los estudiantes de las diferentes carreras de la Facultad de Medicina, ante una problemática actual que seguramente volverá a ponerse en debate. Queremos que los alumnos tengan una mirada crítica y humana”, dijo Ponte.
Para la médica y docente el próximo avance es lograr cambios en los planes de estudio. “Hasta acá solo son contenidos optativos, no curriculares. La Universidad también debería pensar en eso”, aseguró. Desde el 2005 dicta seminarios sobre derechos sexuales y (no) reproductivos con perspectiva de derechos humanos. “Los alumnos venían porque otro les había contado que el módulo era interesante. Creo que siempre se fueron con una buena impresión. Ayer tomé un examen y le pregunté a la alumna qué le había parecido y me dijo ‘fue el único contenido que me dio a mí la posibilidad de pensar que la carrera de medicina es humanística’. Le permitió mirar distinto”, cuenta Ponte y afirma que ella “tiene esperanza en lxs que vienen”.
Médicas, profesoras y estudiantes hoy abren las puertas para que otrxs puedan formarse y debatir. El módulo es fruto del trabajo del equipo docente compuesto por la magíster Alejandra Domínguez de la Facultad de Ciencias Sociales; las médicas Julieta Dahbar, Helena Facchin, Camila Blanco, Ana Nahas; y las estudiantes Leticia Pérez y Sol Domínguez. Además, cuenta con el apoyo del Programa de Género de la Secretaría de Extensión de la UNC.
Médicas, profesoras y estudiantes hoy abren las puertas para que otrxs puedan formarse y debatir. El módulo es fruto del trabajo del equipo docente compuesto por la magíster Alejandra Domínguez de la Facultad de Ciencias Sociales; las médicas Julieta Dahbar, Helena Facchin, Camila Blanco, Ana Nahas; y las estudiantes Leticia Pérez y Sol Domínguez. Además, cuenta con el apoyo del Programa de Género de la Secretaría de Extensión de la UNC.
Dahbar fue también integrante de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. “Esta materia optativa se logra desde un camino, un entusiasmo y una mirada compartida con compañeras, con quienes vemos desde hace mucho tiempo la necesidad de este espacio en la formación de les trabajadores de la salud en general y lxs medicxs en particular. Se volcó mucho amor, planificación, estudio, aprendizajes de trayectorias de trabajo y militancia de todxs. También implicó dialogo y acuerdos con actores de la Facultad de Ciencias Médicas y de la UNC que acompañan la propuesta. Refleja el impulso del movimiento de mujeres y la convicción de que la universidad pública no puede continuar invisibilizando las necesidades de salud de un sector importante de la población”, dijo a LATFEM Dahbar.
La materia optativa cuenta con varios módulos con eje en los derechos humanos y la perspectiva de género. Serán 10 encuentros presenciales en los que desarrollarán los marcos legales, la mirada epidemiológica, los protocolos de actuación, y las experiencias de trabajo que ya se realizan en Córdoba, el país y la región.
A la espera de la resolución del Tribunal Superior de Justicia, los feminismos siguen desarrollando estrategias para garantizar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. “El módulo es un espacio de formación que aporta claridad sobre las causales que permiten actualmente la práctica del aborto de manera legal y segura, en una provincia donde se instaló la idea de la ilegalidad de la interrupción del embarazo, sembrando dudas entre les profesionales. Ahuyenta el miedo de quienes recibirán la demanda y ofrece herramientas de actuación para las mujeres. Implica también abandonar la clandestinidad, para que las personas que necesitan abortar sean respetadas y bien recibidas por lxs efectores de salud. Enriquece la perspectiva del acceso a la salud como un derecho. Es un derecho que vamos conquistando desde distintos frentes. Hoy nos toca aquí y estamos muy contentas de ser parte de este camino”, afirmó Dahbar.
Las inscripciones están cerradas por el momento, ya que el cupo está lleno. Si se abren nuevas vacantes, lxs estudiantes de Medicina deberán tener tercer año regular y estar cursando o haber cursado la materia ginecología. También está abierto a la otras carreras de la Facultad de Ciencias Médicas sin otro requisito.