Más allá de la metodología de los resultados a través de la web de la registraduría, su falta de funcionamiento orgánico y confiable y la prioridad porque las consultas interpartidistas de las próximas elecciones al Poder Ejecutivo tuvieran más relevancia que el evento que convocaba a decidir el Poder Legislativo, la opinión de la ciudadanía fue notoria para que la coalición política de izquierda compuesta principalmente por partidos y movimientos políticos de ideología progresista y socialdemócrata Pacto Histórico ocupe 37 curules en el Congreso fue definitiva.
1.112 colombianas aspiraban a llegar al Congreso de la República. Con los resultados del domingo, por un lado, de 21 curules en Cámara, 9 son para mujeres de distintos sectores de los partidos de izquierda serán para Carmen Felisa Ramirez Boscan, Etna Tamara Argote, Gloria Elena Arizabaleta Corral, Leider Alexandra Vásquez Ochoa, Leyla Marleny Rincón Trujillo, María Del Mar Pizarro García, María Fernanda Carral Rojas, Mary Anne Andrea Perdomo Gutiérrez y Susana Gómez Castaño.
Y por el otro, de las 16 personas elegidas en el Senado también con 8 mujeres entre ellas: María José Pizarro Rodríguez, Ayda Yolanda Avella Esquivel, Marta Isabel Peralta Epieyu, Piedad Esneda Córdoba Ruiz, Isabel Cristina Zuleta López, Clara Eugenia López Obregón, Yuly Esmeralda Hernández Silva y Gloria Inés Flores Shneider.
Cabe destacar que, en Bolívar, la organización de mujeres víctimas de la violencia en Montes de María “Narrar para Vivir” tuvo más de 60 mil votos al final de la jornada. Lo que quiere decir que esta organización ocupará participación efectiva en el Congres. Se trata de una organización conformada por más de 840 mujeres víctimas sobrevivientes, de la zona de Montes de María que trabaja en el proceso por la restitución de las tierras a las mujeres que fueron despojadas durante el conflicto y que hicieron parte de las listas de la Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (Citrep).
Por fuera del escrutinio, en las redes sociales y en los medios de información internacionales y en los nacionales alternativos que cubrieron atentamente el conteo, la candidata más popular de toda la jornada fue Francia Márquez, candidata por el Polo Democrático en la coalición Pacto Histórico que obtuvo 783.160 en el 99,76% de las mesas escrutadas y que a pesar de no quedar elegida como candidata presidencial para las próximas elecciones que se celebran en mayo de 2022, sin duda representa a la mayoría de la población que ha sido históricamente atropeyada por el Estado Colombiano y el conflicto armado.
Francia Elena Márquez Mina ocupó el tercer lugar entre las más votadas y superó a Sergio Fajardo, el candidato de la coalición Centro Esperanza por el partido Verde. En los resultados de las interpartidistas que apuntan a las presidenciales, el Pacto Histórico también ocupó el primer lugar, dejando a Gustavo Petro como el candidato más votado con el 80,51% en el 99,76% de mesas informadas, después le sigue Federico Gutiérrez de la coalición de derechas Equipo por Colombia del partido uribista GCS Creemos en Colombia.
La líder ambientalista logró que su mensaje llegara en tan solo tres meses de campaña. Dejó atrás en votos a políticos con reconocimiento en el país. Francia Márquez es una líder social que puso en este tiempo en el debate público la desigualdad económica de las mujeres, los problemas ambientales y la legalización del aborto. Será una figura fundamental en las elecciones presidenciales.
La construcción de un Congreso más igualitario en Colombia es observada por los feminismos latinoamericanos de la región más allá de los últimos avances en materia de derechos reproductivos y de participación política. Estamos Listas, el único partido feminista al lado de el Nuevo Liberalismo obtuvo resultados por debajo del 3% de votos exigido para alcanzar bancada en el Legislativo. Estos resultados demuestran que posiblemente los temas de derechos reproductivos, medio ambiente y renta básica vinculada con los pedidos en el camino hacia la economía feminista que propusieron ambos partidos, quizá representen importantes retos para el Congreso y para quienes ocupe el Poder Ejecutivo en el futuro cercano, las coaliciones progresistas deberán conseguir más respaldo de las curules que sí alcanzaron espacio político.
Un ejercicio democrático con obstáculos
La complejidad democrática de Colombia en la región preocupa, pues la falta de implementación del Acuerdo de Paz y las garantías que ha incumplido el gobierno de Iván Duque, han sido circunstancias notoriamente reflejadas en el ejercicio democrático del voto en la ciudadanía esta vez, así como la falta de tranquilidad y seguridad en los distintos territorios antes y después de la jornada.
No habían abierto las urnas en ninguna ciudad de Colombia cuando ya era evidente por lo que iba llegando, a través de las redes sociales que en distintas ciudades del mundo, que cientos de lxs votantes en el exterior no habían podido llevar a cabo su ejercicio por distintas situaciones que denunciaron. En Santiago de Chile cerraron las mesas de votación a las 15.30, media hora antes de lo regular. En Buenos Aires, Argentina cientos de votantes se quedaron por fuera durante las jornadas del día sábado 12 de marzo y tuvieron que presentarse de nuevo el domingo. En esta ciudad, la oficina consular solo habilitó dos mesas a pesar de que la registraduría asignaba más de 22 mesas en los comunicados que recibieron las personas a través de la web. Sumado a esto, lxs testigxs de cada mesas decían que se les estaba prohibiendo denunciar las irregularidades, varias personas exigían explicaciones para diligenciar los formularios de votación y esto retrasaba las jornadas, hubo poco personal para que la ciudadanía colombiana contara con la atención requerida. Las quejas se hicieron masivas en redes sociales porque no solo en Argentina y Chile, sino en otros países se repetían las mismas situaciones: las listas de votaciones no tenían espacio para que la firma de les votantes quedara como constancia de haber acudido a las urnas, los consulados contaban con pocos formularios y tuvieron que hacer fotocopias de éstos, una solución que ya deslegitima e irregulariza el conteo por tratarse de un documento que la Registraduría no tendría que recibir y algunas personas también denunciaban suplantación porque supuestamente ya habían votado.
En Colombia, las irregularidades para las urnas se notaron ni bien abrieron los espacios. La página web de la Registraduría no funcionó las primeras cuatro horas y las personas no podían corroborar la información necesaria para acudir a los espacios de votación, la Registraduría obligó a los votantes a bajarse la aplicación de la registraduría y este gesto sin duda alerta a les usuaries pues estas aplicaciones recogen los datos personales de quienes las usan, aún así, esto tampoco funcionó. Respecto a esto, varios medios de comunicación dieron cuenta de que las plataformas habilitadas de electores llamada Infovotantes no funcionó tampoco y el registrador Alexander Vega Rocha anunció que se debió a un hackeo pero no presentó ninguna prueba. Respecto a esta declaración, La fundación Karisma, organización de la sociedad civil que busca proteger y promover los derechos humanos y la justicia social en el diseño y uso de las tecnologías digitales, dijo en el periodico El Espectador:
“Sin ningún aviso se había restringido la información que estaba publicada en el sitio. Si esto fue una decisión consciente para disminuir la superficie susceptible de ataques -es una opción- puede que tuviera sentido, pero como mínimo se esperaba un aviso que lo indicara para explicarle al público las razones y las alternativas para acceder al resto de la información. Sin importar las medidas que se tomaron, lo cierto es que en la mañana de este domingo la página de la Registraduría no respondió ni siquiera con los temas de votantes. La entidad dijo, en la tarde de este domingo, que se trató de un ciberataque.”
Lo cierto es que Colombia eligió al Poder Legislativo que ocupará ambas cámaras en el Congreso pero el conteo y las metodologías que propuso la Registraduría Nacional del Estado Civil dejan preocupación para votantes y candidatos, pues el ejercicio democrático estuvo pasado por irregularidades en Colombia y el exterior.
Otra de las preocupaciones donde peligra la representación efectiva de la paridad en esta jornada, fue la motivación metodológica que llevó a cabo la Registraduría desde el conteo actualizado a través de boletines en su web, lo más relevante era la consulta interpartidista que mostraba qué candidatos se disputarían el Poder Ejecutivo en primera vuelta en mayo próximo. Esta metodología, deja en segundo plano los resultados y el comportamiento de la ciudadanía que evidentemente se vinculó más fuertemente con la decisión política y democrática de acudir masivamente a las urnas en unas elecciones legislativas donde el 40% de las listas estaban compuestas por mujeres y donde las curules de circunscripciones transitorias de paz debían tener importante representatividad y agencia en este evento, otra gran deuda del gobierno de Iván Duque en la falta de implementación del acuerdo de paz.
Entonces, si vemos una transición de la democracia por lo menos caudillista dentro del Congreso de la República a un ejercicio democrático muy descentralizado y ese ejercicio democrático descentralizado que por supuesto le cuesta a las mujeres. Esta se pudo comprobar gracias a las denuncias de las candidatas que las mujeres no tienen la maquinaria ni el respaldo de los partidos políticos, ni tampoco la financiación que debe garantizar el ejercicio de la política en el Estado. Francia Márquez Mina estuvo sin financiación hasta 3 días antes de las elecciones, una mujer que representa a las mujeres rurales y afrocolombianas que históricamente han sido excluidas de los escenarios políticos del país.
La representación femenina empuja la representación feminista
La articulación de las mujeres frente a su participación y representación política al interior del Poder Ejecutivo colombiano ha sido evidente en todos los sectores de la sociedad por más de medio siglo. En los últimos 20 años, ellas han construido espacios políticos de representación que apuntan a ejes claves para conseguir la legitimidad de los derechos fundamentales que son considerados en la Constitución Política de 1991, pero que los gobiernos encabezados de derecha han desestimado. En 2006 varias políticas congresistas conformaron la comisión de la mujer como bancada bajo la premisa de representar todas las problemáticas vinculadas con las mujeres más precarizadas y así, fueron legitimando leyes como la 1257 de 2008 de la No violencia, la 1413 del 2010 de Economía del cuidado o la Ley 1232 de 2008, para proteger a las mujeres cabeza de familia. Estos avances permitieron que la bancada de mujeres en el Congreso fuese la excusa ideal para que otros sectores de la sociedad confiaran en la efectividad de sus pedidos al interior de las salas y plenarias del Ejecutivo. Ahí fue cuando las mujeres del Congreso consiguieron la Comisión legal para la Equidad de la Mujer, a través de la ley 1434 del 2011 a través del procedimiento de legalización que formaliza la gestión política donde ellas puedan alcanzar la paridad en las elecciones del Congreso.
Sin embargo, para que la paridad en las listas de elecciones sea efectiva deben garantizarse algunas condiciones que van más allá de la alternancia y universalidad presente en las listas de consultas. Hasta el momento, una de las barreras que impide la participación política de las mujeres y personas que hacen parte de otros colectivos disidentes, es la violencia política, situación que han denunciado la mayoría de precandidates a Senado, Cámara de Representantes y a las próximas elecciones a Presidencia.
Según el análisis que presenta ONU Mujeres al 31 de enero de 2022, en el marco de la estrategia “Más Mujeres Más Democracia: Rumbo a la Paridad”: “En números, se encuentra un aumento de 178 candidaturas de mujeres y una reducción de 97 candidaturas de hombres: las candidaturas de mujeres para el Senado de la República para 2022 representan el 38.3% del total de candidaturas, lo cual significa un aumento del 5.4% en comparación con 2018. En números representa un aumento de 48 candidaturas. En cuanto a la Cámara de Representantes, para estas elecciones las mujeres son el 40% del total de candidaturas, evidenciando un aumento del 5% con respecto a las candidaturas de Congreso para las elecciones anteriores. Esto a su vez representa un aumento de 130 candidaturas.
Con estas elecciones las curules en el Congreso podrán ser ocupadas por aquellas personas que garanticen los derechos constitucionales fundamentales. Así, el próximo Congreso colombiano que se elige este 13 de marzo de 2022 tendrá la tarea de implementar el fallo histórico que recientemente votó a favor de la despenalización del aborto hasta la semana 24 manteniendo las 3 causales de la sanción C-355 del 2006.
La Causa Justa hizo historia
El pasado 21 de febrero de 2022 Colombia avanzó en el camino hacia la libertad y autonomía reproductiva para todas las personas gestantes porque la Corte Constitucional votó a favor de la demanda presentada por el movimiento colectivo Causa Justa por el Aborto conformado por más de 57 organizaciones a lo largo de todo el territorio nacional.
Según el resumen del comunicado de prensa de Causa Justa, acorde a la sentencia C-055 de 2022 de la Corte Constitucional: la Corte “exhortó al Congreso de la República y al Gobierno nacional, para que, sin perjuicio del cumplimiento inmediato de esta sentencia y, en el menor tiempo posible, formulen e implementen una política pública integral –incluidas las medidas legislativas y administrativas que se requiera, según el caso–, que evite los amplios márgenes de desprotección para la dignidad y los derechos de las mujeres gestantes, descritos en esta providencia y, a su vez, proteja el bien jurídico de la vida en gestación sin afectar tales garantías, a partir del condicionamiento de que trata el resolutivo anterior”.
Que el Congreso de la República respete este fallo significa seguir avanzando en cuestión de derechos y por supuesto, demostrar que la conversación sobre los intereses sociales y los cambios culturales son efectivos desde el espacio público hacia los espacios políticos institucionales. Este largo camino llevado a cabo por varias generaciones es una ruta que aunado al gesto político de la Corte Constitucional el pasado 21 de febrero, le exige al Congreso y al Gobierno Nacional la formulación de una política pública integral en esta materia. El aumento en la representación de candidatas es esperanzador para una transformación.