En un acto en la Universidad ISALUD se presentó el N° 14 de la revista de la Defensa Pública, dedicada al género y la diversidad sexual. El número fue editado bajo el lema “Iguales de Derecho. Desiguales de hecho”. En esta ocasión los ejes centrales de la publicación son las identidades trans, la violencia de género, el derecho al trabajo, el género y la diversidad sexual en el derecho, el derecho a la salud y otros.
Con una presentación a cargo de Paula Viturro, “Constancias” desarma el concepto de “perspectiva de género” en los ámbitos institucionales, y se interroga por sus alcances epistemológicos y políticos. “Lo que su uso parece implicar: el reconocimiento de la Mujer, las mujeres, las mujeres feministas, el Feminismos, los feminismos, la diferencia sexual (…) Cualquier política pública, sentencia judicial, publicación doctrinaria, congreso, conferencia o diseño curricular que hoy día aspire a un lugar entre las producciones progresistas de la cultura debe tener la precaución de incorporarla”. Sin embargo Viturro se interroga por las implicancias de la correctitud política y por el carácter “resbaladizo” de la noción, ya que su mera incorporación no implica una crítica de la asignación sexo- género, de la diferencia sexual ni de la legitimación de las jerarquías, discriminaciones y violencias que padecen los cuerpos que “no entran” en el reconocimiento de la “perspectiva de género”. La presentación de todo un conjunto de dossier mediante esta elaboración de Viturro funciona como una contraseña para hacerlos dialogar entre sí, fugándose de lo que Franke denomina -como cita la autora- la incorporacion de ciertos autores al canon del género a costa de la negación de unos saberes por otros. Es de esta forma que temas tan diferentes como el derecho a la salud, las tareas de cuidado o las violencias de género funcionan en conjunto como una trama bulliciosa puesta a debatir en el ágora.
Así pensaron sus intercambios les panelistas invitados a presentar el volumen de 385 páginas: Ileana Arduino, Dora Barrancos, Elian Katz, Verónica Gago, Horacio Corti -Defensor General- y Josefina Fernández -la coordinadora del número-. La revista se pone en circulación a partir de un intercambio de experiencias y exposiciones provenientes de distintos ámbitos.
La diversidad de ejes que combina el tópico de coyuntura con un espesor teórico contundente aparece en uno de los textos también comentados en la presentación. En “Esa india” Dora Barrancos analiza la prisión arbitraria de Milagro Sala y la experiencia política de la Tupac, asi como los tonos y violencias con el stablishment jujeño y el sistema político condenaron de hecho a Milagro en tanto india, lideresa, peronista, mujer andrógina y otras posiciones subjetivas que resultan revulsivas en la era macrista. “Quién pretendía ser esa negra para imantar a miles de seguidores en nombre de la justicia social”, sintetiza el ciclo que va de la construcción de miles de viviendas, centros recreativos y puestos de trabajo hacia la estigmatización y el silenciamiento de la Tupac.
Por otro lado, Corina Rodríguez Enríquez analiza los vectores de desigualdad propios de la organización social del cuidado (OSC) determinada por la organización económico- capitalista. “La actual forma de organización dl cuidado es injusta y un vector de reproducción de la desigualdad (…) es un elemento que contribuye a la vulneración de los derechos de las mujeres. Además debe ser entendido como un problema social y abordado por las políticas públicas”. El artículo combina un diagnóstico de la OSC en la Argentina en relación a su carácter injusto, reproductor de la desigualdad y “vulnerador de los derechos de las mujeres y de los niños y las niñas” y algunas propuestas para promover desde las políticas públicas. También abordan el tema los artículos de María Jesús Izquierdo, “Del sexismo y la mercantilización del cuidado a su socialización: hacia una política democrática del cuidado”, “Mujeres migrantes y cadenas transnacionales de cuidado” de Norma Sanchís y “Familias diversas y cuidado infantil: tendencias contrastantes” de Eleonor Faur.
En la sección “Hacia la implementación de derechos. Envejecimiento y vejeces trans” hay artículos de Pablo Mántaras, Sebastián Amaro, Emiliano Litardo y Blas Radi. “De significados e insignificantes” es el texto con que Radi lleva adelante un trabajo filosófico en torno al problema del significado y del término “trans”. “A quiénes nos referimos cuando hablamos de “travestis y trans”? ¿De quiénes estamos hablando? ¿Qué características tienen esas poblaciones?” se pregunta el Radi para luego avanzar sobre la distinción de dos universos de discurso que sin distintos pero que muchas veces resultan confundidos: “travesti” y “trans” no son lo mismo, pero “el término ‘trans’ suele ser presentado como un paraguas semántico bajo el que se sitúa una larga lista de categorías identitarias entre las que suele contarse la categoría ‘travesti’”. “Trans, transexual, travesti transgénero son categorías distintas, aunque, por momentos, parecen ser usadas como equivalentes e intercambiables”.
El dossier “Derecho a la Ciudad y a la Vivienda” recoge textos de Graciela Christie, el Frente de Géneros de La Poderosa y Leticia Sabsay entre otres. “Las zonas rojas del espacio público: el caso de Buenos Aires y la regulación urbana del trabajo sexual” es un artículo de Sabsay que ofrece una primera versión de “La performatividad del trabajo sexual”, aparecido en su libro Fronteras sexuales: espacio urbano, cuerpos y ciudadanía de 2011. El texto analiza la sanción en 1998 del Código de Convivencia Urbana de Buenos Aires, hecho por el cual el trabajo sexual fue despenalizado. “Tal suceso produjo una intensa lucha por los derechos y la definición de la ciudadanía de ese “nuevo” espacio urbano, dando lugar a una polémica que aún sigue vigente. La trayectoria del polémico artículo 71 del Código de Convivencia, referente a la nueva regulación del trabajo sexual, puede leeerse como el camino recorrido por el deseo de las leyes porteñas por constreñir, apartar, delimitar, pero también por abarcar, llenar, decir, en definitiva, por aprehender y dar forma a la dinámica en la que una ciudad pone a circular el deseo y el sexo en su espacio urbano en un momento dado de su historia”, sostiene Sabsay a la vez que analiza el derrotero institucional de la sanción y sus problemas políticos y sociales. La norma, en su carácter contingente, pone de relieve los procesos de visibilidad y performatividad ciudadana. Qué bienen jurídicos son legítimos y cuáles no, qué derechos definen a la ciudadanía y otras polémicas que la sanción generó formulan una reflexión intensa en torno a las normas sexuales de la ciudadanía.
En el apartado “Travesticidios”se recogen dos entrevistas, una a Mariela Labozzetta sobre el travesticidio de Daian Sacayán y otra a Judith Butler, aparecida en 2015 y traducirda especialmente por el Programa de Género y Diversidad del MPD. “¿Por qué los hombres matan a las mujeres trans?” es esta última y refiere a los casos de homicidios de mujeres transgénero en los Estados Unidos durante 2015, año fundacional en Argentina del movimiento Ni Una menos.