El 20 de febrero de 2015 entre las 4 y las 4:30 de la madrugada, Juan José Campos acuchilló a las dos víctimas dentro del departamento donde vivían los tres, en el barrio porteño de Constitución. Lxs forenses contaron 11 lesiones en el cuerpo de Romina y 7 en el Abril. Eran madre e hija. Romina tenía 44 años y Abril 19.
Después del femicidio de Estefanía Abril Wilson, sus amigas recorrieron despachos judiciales, hicieron marchas y concentraciones, llevaron el caso a los medios de comunicación y empujaron la búsqueda de justicia. Su tenacidad militante logró que detuvieran al femicida cuando hacía un año que estaba prófugo: una mujer de la provincia de Santa Fe contactó a la página de Facebook “Basta de femicidios Justicia Por RomiyAbril” después de ver en la televisión la cara de su vecino en los carteles que sostenían las amigas de Abril en una de las tantas marchas que organizaron para reclamar por ella y por su madre.
Las chicas rapidamente dieron aviso a la Unidad Fiscal Especializada en Violencia Contra Las Mujeres (UFEM) y luego de algunas comunicaciones telefónicas, la División Homicidios de la Policía Federal Argentina se trasladó a la provincia de Santa Fe y articuladamente con la Delegación local, procedieron a la detención del imputado, que no ofreció resistencia.
Las amigas de Romi quisieron ser querellantes en el juicio pero la estructura del sistema de administración de justicia está pensanda desde un paradigma obtuso que ve a lxs familiares directos como únicos querellantes posibles. El Código Procesal Penal establece como requisito de la querella ser familiar directo, y las víctimas no tenían ninguno.
La causa judicial ya estaba cerrada y a punto de ser elevada a juicio cuando la Justicia aceptó que la abogada Mariana Barbitta representara a Marta Haydée Visco, tía de Romina y tía abuela de Abril, propuesta por las amigas. La nueva querella presentó pruebas y se preparó para el juicio. Pero la mujer de 74 años murió hace un mes y el Tribunal le impidió a Barbitta intervenir en el debate oral.
Ayer, la veintena de amigas de Romi copó la sala del sexto piso del Palacio de Tribunales donde se llevaron a cabo las audiencias por el juicio, que comenzó el 11 de diciembre. En la última jornada el imputado se negó a decir sus últimas palabras, pidió no estar presente en la sala -como sucedió durante todo el debate- y requirió que el veredicto se le fuera informado después, cuando estuviera en la Alcaidía de Tribunales o en el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza, donde está alojado.
Los jueces Alejandro Becerra, Gabriel Vega y Gustavo Rofrano condenaron a Campos por el homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género en perjuicio de “Romi” Wilson y por el homicidio de Estefanía Abril.
En su alegato, la fiscalía había solicitado que sea condenado en los dos casos por el agravante del inciso 11 del artículo 80 del Código Penal, que contempla los homicidios que son cometidos por un hombre contra una mujer mediando violencia machista.
Según indicó el fiscal Ciruzzi en su alegato, Campos atacó primero a la hija de su pareja. Los cuerpos fueron encontrados tres días después, el 23 de febrero de 2015, por el padrastro y abuelo de las mujeres. A Romina la encontraron envuelta en una sábana detrás de un futón, en el piso del living-comedor. El cuerpo de Abril estaba en la bañadera, boca abajo y semisumergida.
Durante el debate oral, varios vecinos del edificio declararon que escucharon los gritos esa noche. También, se expusieron una serie de mensajes de WhatsApp que al día siguiente intercambió supuestamente Romina con una vecina. Para el fiscal, la víctima ya estaba muerta en ese momento y el que preguntaba por los gritos era en realidad Campos.
Otro de los testigos contó que la noche del viernes 20 de febrero de 2015 llamó al 911 porque escuchó gritos. Los policías revisaron los ocho pisos del edificio de Constitución 1734 y hablaron con Campos. El hombre les dijo que estaba todo bien y los policías se fueron.
La fiscalía también tuvo en cuenta una discusión que tuvieron Campos y Romina la semana de los femicidios y que fue escuchada por una vecina. “Subís, agarrás tus cosas y te vas”, le habría dicho la mujer, a lo que el hombre habría respondido: “Voy a subir pero yo sé lo que tengo que hacer antes”.
Las amigas de Romi celebraron el veredicto del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 7. A la salida levantaron los puños y registraron ese momento en una foto que luego subieron al Facebook que crearon hace casi tres años.
Al menos 235 mujeres fueron víctimas de femicidios durante 2015, el año que fueron asesinadas Abril y Romi, y también el mismo año que el país exigió Ni Una Menos en una concentración histórica. Según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina el 70 por ciento de los agresores era cercano (pareja o familiar). Uno de los carteles que sostenían pedía: Ni Una Menos. Justicia por Abril y Romina. En este caso hubo justicia.
Al menos 235 mujeres fueron víctimas de femicidios durante 2015, el año que fueron asesinadas Abril y Romi, y también el mismo año que el país exigió Ni Una Menos en una concentración histórica. Según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina el 70 por ciento de los agresores era cercano (pareja o familiar), como Campos. Uno de los carteles que sostenían las amigas de Romi ayer pedía: Ni Una Menos. Justicia por Abril y Romina. En este caso hubo justicia.