Mónica Berruti pasó la noche en vela en el subte. Al finalizar su horario de trabajo a las 23 se quedó porque en cinco horas comenzaría el paro en su línea, la H, en la que es conductora. A las 5 de la mañana, Mónica junto a sus compañerxs se subieron a la formación para comenzar la medida de fuerza que se viene realizando de manera rotativa hace más de veinte días en todas las líneas de subte. Hoy tocaban las líneas H y E.
Los metrodelegados -el gremio que contiene a la mayoría de lxs trabajadorxs del subte- viene reclamando al gobierno de la Ciudad volver a discutir las paritarias que la UTA -el gremio minoritario- había cerrado en un 15%. Desde hace más de veinte días lxs trabajadorxs del subte vienen pidiendo reunirse con el Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Ante la falta de respuesta, decidieron parar rotativamente durante algunas horas y abrír los molinetes para que lxs usuarixs pudieran pasar gratuitamente. Esta última medida es la que más molesta a la empresa concesionaria Metrovías, que envió telegramas de suspensión a 114 trabajadorxs por considerar esas acciones como “ilegales”.
Lo cierto es que esta madrugada la línea H apareció custodiada por la infantería.
A las 5 de la mañana Mónica se subió a una formación junto a dos compañeros para comenzar la medida de fuerza. Los agentes de las fuerzas de seguridad se plantaron en las vías y empezaron a tirar gases lacrimógenos y balas de goma.
“Habíamos bajado del tren porque nos habían tirado gases lacrimógenos. Yo estaba dentro del subte cuando les decimos a los canas que vamos a bajar y que nos den garantías. Bajamos todos, veníamos caminando tranquilos y empiezan a empujar a Néstor Segovia. Entonces un compañero y yo empezamos a hacerle el aguante, a ponernos atrás de él porque lo venían empujando con los escudos. En ese instante veo caer a mi compañero Manuel Compañez porque le empiezan a pegar patadas y lo tiran al piso. Entonces yo me agacho para protegerlo y uno de los de infantería me levanta de la ropa y el otro me encaja la piña desde abajo para que no cubra al compañero”, relata Mónica a LATFEM, todavía agitada y dolorida.
Después, lo que se vio en todos lados. A Néstor Segovia se lo llevaron preso junto a otrxs dieciséis compañerxs, entre quienes está Noelia Rodas, delegada del sector tráfico de la línea C. Se decidió como respuesta hacer un paro total de todas las líneas hasta que los liberen. Actualmente están en la comisaría 17 y esperan a ser indagados.
Mónica no cree que sea casual la represión en la línea H. “Vinieron especialmente a nuestra línea porque la semana pasada vino el mismo presidente Mauricio Macri junto a Larreta a inaugurar una estación. Es su línea fetiche, entonces no se bancan que los trabajadores reclamemos”, dice Mónica que es la secretaria de Proyectos y Estadísticas del gremio.
Mónica es una mujer conocida dentro del subte. Fisicoculturista -ex campeona argentina y master sudamericana-, motoquera y con rastas no pasa desapercibida. “La intención era reprimirnos, este gobierno es enemigo de la clase trabajadora. Estamos siendo tratados como delincuentes. Le tienen miedo a lxs trabajadorxs politizadxs”, concluye, mientras dice que ni ella, ni ningunx de sus compañerxs, se moverán de allí hasta que no liberen a todos.