Sônia Guajajara: “hoy tenemos la misión de aldear el Estado”

Es la actual Ministra de Pueblos Indígenas de Brasil, su historia como activista comenzó desde pequeña y la llevó a coordinar organizaciones y articulaciones de los pueblos indígenas y de la amazonía brasileña. Está formada en Enfermería, Letras y Educación Especial, pero su trabajo más comprometido es con la lucha ambiental y el papel de los pueblos indígenas en la defensa de los territorios. Del escenario de Alicia Keys al poder ejecutivo, Guajajara recibió a LatFem para conversar sobre política y feminismos. Esta entrevista forma parte de “Institucionalizadas: cuando los feminismos se vuelven parte del Estado”, una investigación transnacional de LatFem sobre Argentina, Uruguay, Chile y Brasil con apoyo de FESminismos, proyecto regional de la Fundación Friedrich Ebert (FES).

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—¿Cómo es ser una representante indígena mujer en el gobierno brasileño?

—Creo que no sólo en el gobierno brasileño, ser mujer en política ya es muy difícil. Ocupar un cargo ejecutivo no es diferente de ser parlamentaria, porque desafortunadamente seguimos siendo minoría en la mayoría de los países, y todavía existe la opinión de que este lugar debe ser ocupado por hombres. En general, se subestima a las mujeres, se las somete, y tenés que trabajar el doble para demostrar tu capacidad, transmitir seguridad, adquirir toda esa confianza. Así que realmente no es un entorno muy apacible, pero creo que aún nos queda mucho por hacer en estos espacios, porque las mujeres necesitan estar en pie de igualdad. Estamos trabajando mucho para lograrlo, para aumentar la presencia de las mujeres y para facilitar la aceptación de todas las personas de que sí podemos estar en este lugar.

—Como líder indígena, ¿se considera también feminista? ¿Cómo ve el trabajo conjunto de los movimientos feminista e indígena en la actualidad?

Las mujeres indígenas no nos obsesionamos con los conceptos. No queremos que se nos estigmatice con un concepto de lo que es la lucha de las mujeres. Preferimos no adoptar el concepto de feminista; somos mujeres que luchamos todos los días por el espacio, por la participación igualitaria, por el respeto, por los derechos, por la justicia. Esta es nuestra lucha diaria. Si es en el contexto del feminismo, entonces hay espacio para el análisis, pero preferimos que no se nos estigmatice con un concepto y plantear nuestra trayectoria, nuestras luchas.

—Aunque no se llame feminismo ¿hay un concepto que pueda nuclear la lucha particular de las mujeres indígenas hoy?

—Somos una articulación de mujeres en lucha, mujeres en movimiento, que luchan por todas estas causas, por la igualdad. Pero no necesariamente definimos todo esto en una palabra.

Chegada da Ministra dos Povos Indígenas Sônia Guajajara e sua comitiva para a abertura da Assembléia do Conselho Terena durante Caravana Participa Parente realizada pelo Ministério dos Povos Indígenas para eleger representantes para o Conselho Nacional dos Povo Indígenas (CNPI). Aldeia Cabeceira, estado de Mato Grosso do Sul (MS), Brasil, 15 de novembro de 2023. Fotografia realizada por Felipe Beltrame.

—¿Cuál fue su trayectoria en el activismo? ¿Y cómo llegó a la política?

—En realidad, ser activista ya es ser política. Siempre he sido parte de la lucha, del movimiento social. En principio, no tenía intención de unirme a la lucha partidaria; el movimiento social ya me satisfacía. Ya estaba satisfecha con lo que hacía, luchando por los derechos, por el territorio, por el reconocimiento de los pueblos indígenas y de nuestras formas de vida. Esto siempre había estado en el corazón del movimiento indígena.

De repente, nos dimos cuenta de que también era importante participar en la contienda electoral por cargos parlamentarios. En 2017, yo estaba en la coordinación ejecutiva de la APIB (Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil), y vimos que era importante iniciar esta discusión de los indígenas en la política. Hasta entonces, el movimiento indígena se había resistido a participar. En 2017, lanzamos una carta titulada “Por un parlamento cada vez más indígena”. En 2018, organizamos una convocatoria de candidaturas indígenas y ahí ya participé en la lista presidencial con Guilherme Boulos, como vicepresidenta, a partir de esa decisión de 2017. En 2018, Joênia [Wapichana] fue elegida diputada federal por el estado de Roraima, también como parte de la decisión del movimiento. Fue la única mujer y representante indígena en el parlamento durante este período.

Entendimos que era importante avanzar. Tuvimos este período difícil con (Jair) Bolsonaro, e intensificamos la discusión de estrategias sobre cómo íbamos a superar a Bolsonaro y todos los retrocesos en la retirada de derechos. Nos dimos cuenta de que también era importante fortalecer la política municipal. En 2020, fortalecimos las candidaturas indígenas y elegimos una mayoría de concejales indígenas, y, en 2022, decidimos lanzar el proyecto Aldear la Política, una convocatoria de candidaturas indígenas. Como parte de esta convocatoria, hicimos un recorte de mujeres indígenas con la bancada del cocar (el bloque del cocar es un bloque de mujeres indígenas, se denomina así por el nombre que llevan los tocados de plumas). Tuvimos el mayor número de candidatas en la historia. Por decisión colectiva, me presenté a diputada federal por São Paulo. El resultado fue positivo, fui elegida en São Paulo y Célia Xakriabá en Minas Gerais como diputadas federales en esta articulación del movimiento indígena.

Chegada da Ministra dos Povos Indígenas Sônia Guajajara e sua comitiva para a abertura da Assembléia do Conselho Terena durante Caravana Participa Parente realizada pelo Ministério dos Povos Indígenas para eleger representantes para o Conselho Nacional dos Povo Indígenas (CNPI). Aldeia Cabeceira, estado de Mato Grosso do Sul (MS), Brasil, 15 de novembro de 2023. Fotografia realizada por Felipe Beltrame.

Tras mi victoria electoral en São Paulo, recibí una invitación del Presidente Lula para hacerme cargo del recién creado Ministerio de Pueblos Indígenas. Renuncié a mi mandato parlamentario para asumir el ministerio. Aun así, decidimos que era una ampliación de la bancada del cocar, que ahora está en los poderes legislativo y ejecutivo.

—¿Cómo fue esta convocatoria para candidaturas indígenas?

—Al principio no hubo mucho apoyo y hubo muchos cuestionamientos, posturas de que todavía no era tiempo de que ocupáramos esos cargos en el estado. Había poco apoyo. Pero con el resultado de la elección de Joênia (en 2018, Joenia Wapichana fue la primera mujer indígena electa como diputada federal por el estado de Roraima), y en uno de los momentos más difíciles de la historia, que fue el gobierno de Bolsonaro, todos entendieron que era importante aumentar esa representación.

En 2022 ya hubo una mayor adhesión y participación, incluso de las organizaciones indígenas. En 2018, las organizaciones no estaban involucradas en la convocatoria de un parlamento indígena. En un momento de 2018 me sentí muy sola porque no tenía el apoyo de las organizaciones. Cuando volví a la APIB, continué esta discusión en las asambleas y en los Campamentos de Tierras Libres. Amplié este entendimiento de que era importante participar de manera más articulada y organizada como movimiento.

—¿Cómo ha sido para usted este cambio de posición? ¿Qué ideas o demandas tenía antes de ocupar un espacio en el gobierno federal y cómo esto ha cambiado?

—Es bastante diferente. No es que haya cambiado. Hay ideas que uno defiende y llega a este lugar para seguir defendiendo y aplicando esas ideas. En la institucionalidad, se enfrenta a la burocracia y a toda la lentitud que supone la función pública. Lo que cambia es eso, porque una llega con una gran perspectiva de que va a poder implementar rápidamente políticas concretas que van a llegar a la primera línea, que van a garantizar un cambio en la vida de la gente. Luego se encuentra con una maquinaria pública totalmente burocrática, y tiene que seguir todos los procedimientos porque si no te jodés [risas].

Chegada da Ministra dos Povos Indígenas Sônia Guajajara e sua comitiva para a abertura da Assembléia do Conselho Terena durante Caravana Participa Parente realizada pelo Ministério dos Povos Indígenas para eleger representantes para o Conselho Nacional dos Povo Indígenas (CNPI). Aldeia Cabeceira, estado de Mato Grosso do Sul (MS), Brasil, 15 de novembro de 2023. Fotografia realizada por Felipe Beltrame.

Creo que eso es lo que cambia, la expectativa que tenés cuando llegás y luego la realidad, que es mucho más lenta de lo que se imagina. Pero lo que defendía en el movimiento indígena, la lucha por la tierra, la lucha por políticas públicas adecuadas y de calidad para los pueblos indígenas, el respeto, el reconocimiento de las formas de vida, la valoración de la cultura, todo eso es lo que pretendo implementar aquí.

—Teniendo en cuenta este descubrimiento de obstáculos burocráticos, ¿cómo esto puede haber cambiado tu perspectiva sobre cómo llevar a cabo estas reivindicaciones? ¿Cuáles son los obstáculos concretos para aplicar una política indígena en la administración pública?

—En primer lugar, es romper esa visión que se tiene de la incapacidad. Llegamos ahí y todavía hay muchos prejuicios, mucho racismo. Muchas veces se entiende el racismo como una práctica que le ocurre a las personas negras, pero en realidad está presente en las formas más diversas y en varios sectores de la sociedad. Con nosotros, los indígenas, no es diferente. Existe una visión muy retrógrada de la capacidad y la cultura de los pueblos indígenas. Muchas veces se considera que nuestra cultura es atrasada en lugar de ser considerada una cultura diferente. Lo primero es romper esos preconceptos, y combatir ese racismo para entender que estamos aquí trayendo una realidad, una forma diferente de hacer política, y eso hay que sumarlo a la forma estándar que ya existe en el Estado.

Hoy tenemos la misión de aldear el Estado. Hablamos de la “aldeanización de la política”, así que aquí estamos aldeando el Estado, concienciando, trayendo esta comprensión de las diferentes formas de vida que existen en Brasil en relación con las culturas, los pueblos, y entendiendo que la planificación tiene que atender a esta población. No podemos pensar en políticas universales sin tener en cuenta estas realidades diferentes.

Chegada da Ministra dos Povos Indígenas Sônia Guajajara e sua comitiva para a abertura da Assembléia do Conselho Terena durante Caravana Participa Parente realizada pelo Ministério dos Povos Indígenas para eleger representantes para o Conselho Nacional dos Povo Indígenas (CNPI). Aldeia Cabeceira, estado de Mato Grosso do Sul (MS), Brasil, 15 de novembro de 2023. Fotografia realizada por Felipe Beltrame.

Hoy estamos estudiando estas cuestiones como parte de nuestra planificación [en el ministerio], para aportar todas estas realidades y modelos que creemos adecuados para hacer política. Tenemos una política sanitaria diferenciada, un subsistema sanitario diferenciado, un sistema educativo diferenciado; pero todo está básicamente en la política, no se puede llevar efectivamente a la práctica. Hoy, el desafío es hacer que esas políticas se concreten, que realmente lleguen al territorio con calidad y de manera suficiente.

—¿Cómo pueden llegar estas políticas a la población objetivo? ¿Existe una política indígena con perspectiva de género dentro del Estado?

—Ya lo hemos discutido dentro del movimiento indígena. Hoy existen varias organizaciones de mujeres. Hoy tenemos la Anmiga, que es la Articulación Nacional de Mujeres Indígenas Guerreras de la Ancestralidad, y las mujeres están involucradas en todas las discusiones, no sólo de género, sino de todos los temas que involucran a los pueblos indígenas. Es con esta visión de las mujeres que estamos construyendo y adecuando las políticas de género. Hoy estamos incluyendo a las mujeres en todos estos espacios de discusión. 

Aquí en el ministerio ya logramos garantizar la estructura de una coordinadora de mujeres, una coordinadora LGBTQIA+ y una coordinadora de jóvenes. Trabajamos en estrecha colaboración con el Ministerio de las Mujeres para desarrollar políticas nacionales que contemplen las realidades de las mujeres indígenas. Ahora estamos trabajando en los detalles del proyecto Mujer Guardiana, que lanzamos en la Marcha de Mujeres Indígenas en septiembre, con el Ministerio de las Mujeres, y ahora estamos trabajando en esta alianza con la Casa de la Mujer Brasilera [centro de atención para mujeres en situación de violencia], para que haya núcleos dentro de las casas que puedan atender a las mujeres indígenas.

Chegada da Ministra dos Povos Indígenas Sônia Guajajara e sua comitiva para a abertura da Assembléia do Conselho Terena durante Caravana Participa Parente realizada pelo Ministério dos Povos Indígenas para eleger representantes para o Conselho Nacional dos Povo Indígenas (CNPI). Aldeia Cabeceira, estado de Mato Grosso do Sul (MS), Brasil, 15 de novembro de 2023. Fotografia realizada por Felipe Beltrame.

—¿Existen tensiones hoy al estar en un cargo institucional en relación a los movimientos de base? ¿Existen espacios de encuentro? ¿Crees que es posible moverse entre estos espacios?

—La relación sigue siendo fluida. Recibo invitaciones a todas las asambleas. Es imposible estar al día con todo el mundo, no hay tiempo suficiente, pero sigo recibiendo invitaciones para participar en todas las asambleas de base, regionales y temáticas. Seguimos dialogando con el movimiento indígena, con la APIB y con las organizaciones regionales. Por supuesto, cambia un poco, porque cambia la forma de hacer las cosas. El movimiento sigue con su autonomía para resistir y exigir, y aquí [en el ministerio] tenemos el compromiso y el deber de entregar. La relación cambia un poco, pero el diálogo permanece.

—¿Cómo se reciben las propuestas indígenas en otras áreas del gobierno? ¿Son bien recibidas? ¿Hay tensiones? ¿Son resistidas? ¿Cómo percibe la recepción de las políticas indígenas en su gestión?

—Creo que eso todavía va a suceder. Estamos en un año de reestructuración del ministerio, definiendo la planificación, las metas, las directrices, la composición del equipo, la articulación con otros ministerios. Hasta ahora, lo que hemos planteado hacer de manera transversal con otros ministerios ha sido muy bien aceptado. Muchas políticas aquí, en el Ministerio de Pueblos Indígenas, dependen de otros ministerios. Esta articulación también se ha hecho bajo la orientación del presidente Lula, que entiende que tenemos un ministerio de articulación y ha orientado a todos los demás para que atiendan las demandas del MPI en todo lo posible.

Estamos en un período de coqueteo con todos los demás órganos [risas]. Pero sé que no será así hasta el final de los cuatro años. Llegará un momento en que vamos a divergir, no solo en opinión, pero también por nuestra forma de concebir la política. Sobre infraestructura, por ejemplo, quizá en relación con la minería, la generación de energía. Son temas que todavía se están debatiendo, pero puede que más adelante haya algún desacuerdo sobre cómo llevar a cabo esta exploración.

—¿Podría dar un ejemplo de cómo ha funcionado esta articulación entre las distintas áreas y ministerios del gobierno?

—En el Ministerio de Justicia lanzamos una licitación para combatir las drogas en territorios indígenas. Fue una convocatoria pública de 3 millones de reales. Estamos construyendo un programa específico de vivienda indígena con el Ministerio de las Ciudades. Tenemos el proyecto Mujer Guardiana con el Ministerio de las Mujeres. También lanzamos el programa Mujeres Atlánticas, con el Ministerio de Igualdad Racial, que es para maestrías y doctorados de mujeres negras e indígenas en el exterior. 

Estamos en varias negociaciones con otros ministerios, como el Ministerio de Deportes; con el de Comunicación para discutir la conectividad en los pueblos indígenas; con el Ministerio de Cultura tenemos varias convocatorias en conjunto, siendo el último el Premio Vovó Bernardina.

—¿Cómo integrar la cosmovisión indígena y el papel institucional en un cargo estatal? ¿Qué avances y límites ve hoy en este sentido como ministra?

—Forma parte de “aldear el Estado”. Hay un patrón institucional que se ha ido adoptando a lo largo de la historia política. Llegamos aquí y tenemos que hacernos entender con nuestra lucha por la vida; que los pueblos indígenas y el medio ambiente somos uno; la defensa de la biodiversidad. Toda esta lectura que tenemos de lo que significa ser indígena, esta relación con la naturaleza y todo este respeto que tenemos se suele presentar casi como una teoría. La gente lo percibe como una teoría. Así que lo vamos relacionando con cosas concretas.

Por ejemplo, lo que estamos viviendo hoy en relación con la crisis climática: ¿quién protege concretamente el medio ambiente, quién es el guardián, quién protege los manantiales y las fuentes de agua? Relacionas todo lo que está ocurriendo con el modo de vida de los pueblos indígenas y trayendo a la realidad, que es necesario para su ancestralidad, que es necesario pensar el uso de la tierra, que hay que replantearse las formas de producción. Logramos plantearlo de manera muy concreta relacionándolo con la crisis que estamos viviendo hoy en día. “Ah, El Niño es un fenómeno natural”; sí, pero el cambio climático está ahí y es responsable de la mayoría de las consecuencias que ya estamos sufriendo hoy. 

Chegada da Ministra dos Povos Indígenas Sônia Guajajara e sua comitiva para a abertura da Assembléia do Conselho Terena durante Caravana Participa Parente realizada pelo Ministério dos Povos Indígenas para eleger representantes para o Conselho Nacional dos Povo Indígenas (CNPI). Aldeia Cabeceira, estado de Mato Grosso do Sul (MS), Brasil, 15 de novembro de 2023. Fotografia realizada por Felipe Beltrame.

No es sólo una visión teórica del mundo, es una visión que aportamos y que se relaciona perfectamente con la realidad. Intentamos plantearlo todo el tiempo, en conversaciones, discusiones, paneles de debate, llamando la atención sobre la urgencia que requiere hoy este cambio de prácticas en la política y de comportamiento. Esto depende de todos: la sociedad, el gobierno, todo el mundo tiene que concienciarse e implicarse en este cambio.

—En los últimos años, especialmente con el avance de la extrema derecha, han surgido discursos que desacreditan al feminismo, atribuyendo estas demandas a “una agenda minoritaria”, que no son los temas más importantes, ya sea por parte del bolsonarismo o incluso de sectores progresistas. ¿Cómo ve este escenario?

—Creo que el mundo entero está viviendo un gran retroceso. Muchos temas que estaban totalmente superados o muy avanzados en las discusiones ahora se debaten en instituciones jurídicas. En Estados Unidos se está discutiendo multar a los sin techo por dormir en la calle. Fíjense qué absurdo. La agenda del aborto aquí en Brasil, que está presente prácticamente en todo el mundo, está a punto de avanzar, pero ahora con un Congreso Nacional totalmente conservador, que no sólo no vota, sino que milita y hace campañas absurdas y falsas. Hoy, lo peor del conservadurismo son las fake news que logran difundirse y tener gran repercusión.

Desgraciadamente, este es un momento de gran retroceso en todas partes. Aquí en Brasil tenemos un Congreso Nacional que no sólo es conservador, sino muy agresivo y que se está organizando para oponerse a todas estas agendas progresistas. Esto es muy difícil, especialmente para las mujeres que están allí enfrentándose a abusos sexistas todos los días. Esto acaba intimidando a las mujeres, o a veces haciéndolas desistir. Esto está totalmente programado, es un proyecto en el que ya han entendido que se fortalecen en conjunto. Las mujeres que están allí son muy fuertes y se mantienen firmes, pero realmente no es fácil. Lo peor es ver a personas que se presentan como progresistas o incluso como mujeres votando en contra de las agendas de las mujeres. Realmente no puedo entenderlo.

—¿Qué opina de la paridad de género en política? ¿Cree que esta herramienta es eficaz para garantizar la presencia de las mujeres en la política?

—Creo que es importante. Esta cuota para las mujeres tiene que estar garantizada, de lo contrario no es posible. Hay mucha competencia. Para garantizar la paridad, también hay que garantizar el apoyo financiero para que las mujeres puedan hacer sus campañas electorales. Pero, desafortunadamente, hoy es a esa garantía de paridad a la que hay que aferrarse para lograr entrar, porque si no existe esa obligación, tampoco hay espacio.

Esto ha ido creciendo. Aunque todavía hay mucha resistencia en algunos partidos, hemos avanzado mucho. De ellos, Psol (Partido Socialismo e Liberdade) se presenta como el partido más progresista y respetuoso, incluso, que siempre ha logrado la paridad en la elección de hombres y mujeres, con representación de personas LGBTQIA+, de personas negras. Ahora hay personas trans, gente mayor, jóvenes, indígenas, negros. Creo que el Psol hoy puede ser un ejemplo de esta paridad.

Chegada da Ministra dos Povos Indígenas Sônia Guajajara e sua comitiva para a abertura da Assembléia do Conselho Terena durante Caravana Participa Parente realizada pelo Ministério dos Povos Indígenas para eleger representantes para o Conselho Nacional dos Povo Indígenas (CNPI). Aldeia Cabeceira, estado de Mato Grosso do Sul (MS), Brasil, 15 de novembro de 2023. Fotografia realizada por Felipe Beltrame.

—La violencia política está en la agenda feminista desde hace tiempo. ¿Cómo se aborda este tema desde una perspectiva indígena, especialmente considerando un gobierno que ha surgido después de las políticas anti-indígenas del bolsonarismo? ¿Existe un enfoque de género a la hora de abordar estas temáticas?

—Esta violencia contra los pueblos indígenas no ha hecho más que aumentar. Creíamos que ahora con el gobierno de Lula iba a disminuir, pero lo que está ocurriendo es una reacción al propio gobierno, que viene de toda la bancada ruralista, viene de estos sectores que invaden las áreas indígenas y tienen una posición contraria a la demarcación de las tierras indígenas. Lo que estamos viviendo hoy es un aumento de la violencia contra los pueblos indígenas, ya sea en el territorio, en el conflicto de tierras entre indígenas y terratenientes, agronegocio o minería; o en el Congreso Nacional, con nuestras representaciones indígenas. Las diputadas Célia Xakriabá y Juliana Cardoso son atacadas todos los días por parlamentarios que hoy se dicen defensores de los pueblos indígenas, pero que apoyan a los “indios de verdad” —es decir, que los indígenas que están allí no son indígenas de verdad, están mintiendo—. Es un racismo absurdo. Y ellas lo viven todos los días en los pasillos. Parte de la sociedad termina creyendo estas ideas, que estamos en contra del progreso, del desarrollo económico y que obstaculizamos el desarrollo del país. Todavía hay muchas de estas reacciones en la propia sociedad.

Pero creo que la presencia indígena en el Congreso y el Ejecutivo y la necesidad de conectar a los indígenas con el medio ambiente son también formas de combatir estas narrativas opuestas. Creo que aún queda mucho por hacer, pero vamos por el camino correcto. Es ocupando estos espacios como podemos cambiar estas visiones contrarias acerca de los pueblos indígenas.

—¿Qué espera dejar con su mandato dentro de 4 años?

—En este primer año aquí ya hemos hecho más que en 10 años. En 10 años se demarcaron 11 tierras indígenas. Aquí, en 8 meses, hemos demarcado 8 tierras. Prácticamente alcanzamos lo realizado en los últimos 10 años.

Hemos reinstalado políticas de participación social indígena, como el Consejo Nacional de Política Indígena; hemos retomado la Política Nacional de Gestión Ambiental y Territorial de Tierras Indígenas (Pngati), con el comité gestor en funcionamiento; hemos incorporado un promedio de 80 indígenas a la función pública, considerando la FUNAI (Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas) y el Ministerio de los Pueblos Indígenas; hemos llenado todos los cargos del Distrito Sanitario Especial Indígena, con coordinadores; y hemos llenado 34 coordinaciones regionales más de la FUNAI. Así que, para mí, este primer año ya ha sido muy exitoso con todas estas ocupaciones de espacio que hemos logrado. Por supuesto, quiero terminar con el mayor número posible de tierras demarcadas, con procesos concluidos, con un programa de protección territorial funcionando, con el Pngati implementado y, sobre todo, con la seguridad de los indígenas dentro de los territorios, que es una de nuestros enfoques.

“Institucionalizadas: cuando los feminismos se vuelven parte del Estado” es una investigación especial transnacional de LATFEM sobre Argentina, Uruguay, Chile y Brasil con apoyo de FESminismos, proyecto regional de la Fundación Friedrich Ebert (FES).