La “Coordinadora 8 de marzo en Chile” se organiza cada año, durante febrero, mediante reuniones sistemáticas de mujeres, lesbianas, travestis y trans trabajadoras, inmigrantes, dueñas de casa y estudiantes, que empujan una activa campaña para sumarse este 8 de marzo a la protesta mundial a favor de las mujeres, marchando en todas las regiones del país, paralizando las actividades laborales y manifestándose de diversas formas en sus lugares de trabajo y estudio.
Todas unidas contra las violencias hacia las mujeres, con una perspectiva histórica que busca conquistar demandas como el derecho al aborto libre, el fin de la brecha salarial, el derecho al trabajo estable, el derecho efectivo a salas cunas, entre otras necesidades indispensables que tienen incidencia en la precarización de la vida.
En las asambleas organizativas se conversó la posibilidad de que siga la “Coordinadora del 8M”, debido a la urgencia de posicionarse en contra del próximo gobierno, que en los primeros 20 meses, pretende implementar reformas estructurales que atacan las condiciones de los trabajadores en general, pero más aún de las mujeres trabajadoras y pobres, que tendrán que enfrentar violentas intenciones del presidente electo, como las de aumentar la edad jubilatoria de las mujeres para igualar a la de los hombres. Después de toda la vida soportando una doble jornada laboral, que según la Encuesta de Uso de Tiempo, alcanza las 3 horas diarias más de trabajo para las mujeres.
En las asambleas organizativas se conversó la posibilidad de que siga la “Coordinadora del 8M”, debido a la urgencia de posicionarse en contra del próximo gobierno, que en los primeros 20 meses, pretende implementar reformas estructurales que atacan las condiciones de los trabajadores en general, pero más aún de las mujeres trabajadoras y pobres, que tendrán que enfrentar violentas intenciones del presidente electo, como las de aumentar la edad jubilatoria de las mujeres para igualar a la de los hombres. Después de toda la vida soportando una doble jornada laboral, que según la Encuesta de Uso de Tiempo, alcanza las 3 horas diarias más de trabajo para las mujeres.
De modo que, por un lado, la derecha amenaza con más ataques a las mujeres y, por otro, el actual gobierno sólo ha mantenido esta lamentable realidad: brechas salariales del 31,7%, según la Encuesta Suplementaria de Ingresos; mientras de acuerdo a la Fundación Sol, las mujeres tenemos un 23% menos de posibilidades que los hombres de acceder al mercado laboral, ganamos un promedio de 300 mil pesos y el 50% tiene trabajos precarios o en negro.
En el actual gobierno de Michelle Bachelet, se instauraron medidas que hace pocos años atrás parecían ideas totalmente impensadas, basadas en leyes inamovibles, pero que se lograron gracias a fuertes manifestaciones sociales, que generaron debate sobre las implicancias de nuestro modelo de desarrollo. Sin embargo, sin una movilización activa de la fuerza social de la clase trabajadora, las reformas que ofrecen los gobiernos de turno son superficiales.
Las legislaciones concretas obtenidas, provocan desconfianza en la ciudadanía al plasmarse en insuficientes reformas, como la Ley del aborto en tres causales, que era legal en Chile desde 1931, pero que fue uno más de los derechos suprimidos por la dictadura en 1989, que decide penalizarlo bajo cualquier motivo. En 2017 se consiguió al fin que se aprobara nuevamente, pero al estar restringido a las tres causales, sólo cubre el 3% de los abortos que efectivamente se realizan.
Otras importantes propuestas como la legislación migratoria, o la ley de identidad de género, han sido menospreciadas por el sector político, vulnerando a diario la vida de miles de personas.
Un gobierno de empresarios buscará, sin dudas, coartar aún más las demandas mínimas conquistadas, siendo la futura ministra de la Mujer, Isabel Plá (UDI), una activa militante del Opus Dei, ligada a valores opresivos contra las mujeres e identidades femeninas, que rechazan el poder de decisión sobre nuestros cuerpos. ¿Que ocurrirá si endurecen la penalización del aborto, en ese 97% de los casos que todavía están fuera de la legislación, y son criminalizados por el Estado de Chile? Frente a esto, la demanda por el aborto legal, seguro y gratuito, continúa como eje fundamental.
Uno de los propósitos primordiales de las mujeres que se manifestarán este 8 de marzo es salir a las calles a gritar fuerte Ni Una Menos, repudiando el constante peligro al que estamos expuestas las mujeres y todas las identidades feminizadas, en Chile y en todo el mundo. En 2017 hubo 65 femicidios en Chile y en lo que va del año ya son 9 las mujeres asesinadas por el hecho de ser mujeres.
Trabajadora del aseo, migrante y estudiante trans: las nuevas voceras este 8M
Durante el proceso de organización las comisiones de la “Coordinadora del 8M” se han recogido cada una de las propuestas que se articulan en las asambleas generales que se han desarrollado. En la pasada convocatoria, el sábado 24 de febrero, se eligieron democráticamente tres vocerías para la jornada de movilización.
Una de ellas es Joseffe Cáceres, de 31 años, madre soltera, trabajadora del aseo de la UMCE, y militante de la agrupación de mujeres Pan y Rosas Teresa Flores; elegida para la vocería sindical de la “Coordinadora 8 de Marzo”, representando a todas aquellas trabajadoras que tienen una doble jornada, pasando de un trabajo precario, a las labores del cuidado del hogar. Considerando que un 52,8% de los hogares más pobres tienen una mujer jefa de hogar (Casen, 2015).
Otra de las voceras es la peruana Patricia Loredo, perteneciente al Colectivo Sin Fronteras, que lleva más de 20 años de activismo por los derechos de personas migrantes y refugiadas en Chile. Este colectivo ha apoyado especialmente la niñez en situación de migración y a las migrantes trabajadoras de casas particulares.Patricia Loredo también participa de la Coordinadora 30 de Septiembre, agrupación que se formó a partir de la muerte de Joanne Florvil, mujer haitiana que fue acusada erróneamente de abandonar a su hija, y que presuntamente falleció por haber sido golpeada mientras estuvo detenida por Carabineros de Chile.
Y la tercera vocera es Emilia Schneider, una joven transgénero de 21 años, militante de Izquierda Autónoma. Es, además, estudiante y consejera de la carrera de Derecho de la Universidad de Chile. Fue la tercera elegida para la vocería de la “Coordinadora 8 de Marzo”,como representante de la diversidad sexual. La fuerte discriminación que sufren las personas trans por su identidad social es evidenciada en los datos de la Encuesta T de Octubre 2017 realizada a la población Trans de Chile, donde se señala que al momento de optar a un trabajo, un 53% no declara su identidad de género en el proceso de selección, un 12% aplica múltiples estrategias para que no sea consultada y sólo un 29% no esconde su identidad. De manera que una de las mayores dificultades, al momento de postular a un trabajo es el problema de la identificación legal que tienen las personas trans, cuya solución parcial. La Ley de Identidad de Género ha sido negada constantemente en el Congreso, por los sectores más conservadores del país.
La precarización del trabajo y de la vida se ejerce de múltiples maneras, intensificándose con un Estado que da cabida a la vulnerabilidad de las personas, por lo que la unidad de todos los sectores de trabajadorxs, que viven de una u otra forma sumergidos en la inestabilidad laboral, se vuelve esencial para enfrentar tanta adversidad. Es necesario entender que hay condiciones sociales mínimas para poder hacer valer el derecho al trabajo estable, una problemática transversal en la clase trabajadora, que al no tener trabajos dignos que permitan proyectarse en el tiempo, se ve condenada a sufrir una serie de complicaciones para acceder a cuestiones básicas.
En el camino al paro, la “Coordinadora 8 de marzo” llama a todos y todas aquellas figuras públicas, de la política, del arte, la cultura, la educación y todxs lxs que quieran sumarse a la convocatoria a utilizar todas las tribunas posibles para potenciar la manifestación, a través de fotos y videos, estados de facebook, saludos, adhiriendo al Paro Internacional de mujeres, lesbianas, travestis y trans con consignas que denuncien el trabajo precario y la inestabilidad laboral, organizando paros totales o parciales, vistiendo de morado, expresando el apoyo en el trabajo, en las aulas y en las casas, y, sobre todo, asistiendo a las marchas que se realizarán en distintas ciudades de Chile este 8 de marzo.
Una protesta masiva, ad portas de asumir en Chile un gobierno de derecha, que a través del sistema político y económico, perpetúa la precarización del trabajo de la mayoría de la población, pero sobre todo de mujeres, lesbianas, travestis y trans que sufren las injusticias y miserias de la violencia de género, en una sociedad levantada sobre los pilares de la desigualdad social.