La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito cumplió 15 años y Socorristas en Red (Feministas que abortamos) presentó Archivo Rosa, una plataforma interactiva que recorre la experiencia de acompañar abortos.
El proyecto, que está bajo la dirección de Victoria Gagliardi y Tomás Bergero, presenta 12 textos que conforman entradas independientes, las que introducen a la experiencia socorrista y, a la vez, conforman un todo de activismo arriesgado y sostenido. Mediante un cuidadoso trabajo estético presentan las piezas de una trama compleja pero firmemente sostenida por las activistas feministas que deciden hacer de los acompañamientos en abortos un lugar de memoria política.
La Colectiva Feminista la Revuelta tuvo la posibilidad de hablar con Victoria, el día de los festejos verde-aborteros.
–El equipo viene trabajando en proyectos transmediales relacionados con los derechos de mujeres y cuerpos gestantes. ¿Cómo surgió la idea del Archivo?
–Venimos trabajando con parte del equipo de Archivo Rosa desde 2018. En ese año publicamos el documental Sororas que habla acerca de la práctica del socorrismo y las relaciones que se establecen con el territorio y otras instituciones y rescata un poco el trabajo de Socorristas en Red a través de testimonios de mujeres que lograron abortar acompañadas por la Red. En ese recorrido planteamos un primer contacto con la Red y logramos establecer un vínculo que después continuó en 2019 y así pudimos materializar esta propuesta que se concreta este año con el estreno el día que la Campaña cumple 15 años.
En Sororas la intención era mostrar las voces de las mujeres que fueron acompañadas. En Archivo Rosa, el foco está puesto en las voces de las militantes, activistas, de las socorristas, y de los que les pasa con su militancia. En ese sentido, Archivo Rosa, va a plasmar esos sentires en el desarrollo del sitio web que trata de construir una especie de cadáver exquisito. Esos relatos se pueden articular y relacionar entre sí de modo que construyen la navegación en el sitio.
–Si bien, en la propuesta del cadáver exquisito está implícita la idea de leerlo por partes, ¿Cómo describirías el recorrido general del Archivo? ¿Cronológico? ¿Estético? ¿Literario?
–Teníamos un corpus de relatos que Socorristas en Red quería destacar para este proyecto. Lo que hicimos fue tratar de articularlos y encontrar un punto de conexión entre sí. El objetivo de esos relatos es que dialoguen con esta idea de cadáver exquisito. Articulamos un metarrelato que pudiera contener todas esas ideas que después uno puede ir leyendo en los relatos por separado. Me parece que el recorrido es un poco las tres. No sé si cronológico pero sí es estético porque plantea un acompañamiento que parte desde lo multimedial; las animaciones, las ilustraciones, las esos relatos. También hay una parte que tiene que ver con lo literario; los sentires, con los relatos, con las voces que aparecen ahí y que, de alguna forma formas de navegar al interior de, lo que va constituyendo ese archivo. Es un archivo que tiene un montón de voces y que cada una de esas voces representa un momento, pero no necesariamente un cronológico sino más bien es una voz colectiva de estos 15 años de lucha por la legalización del aborto.
–Buena parte de nuestra cotidianidad pasa por (o junto a) las pantallas. ¿Creés que la difusión del derecho a abortar y el acceso a la información necesita de estas plataformas como estrategia de comunicación?
–Me parece que hemos logrado articular con estos pequeños esfuerzos que son aportes a la lucha. Hay una preocupación de los feminismos de poder encontrarnos desde las redes para militar nuestras ideas desde ahí y hay modos muy creativos de lograrlo. Tenemos, por un lado, proyectos como estos que engloban ciertas discusiones y proponen una lectura o un recorrido posible y después tenemos campañas que se lanzan en las redes, muchas voces que se lanzan articuladas y militando desde los medios sociales o redes sociales. Ese también es un espacio de discusión pública bien interesante para activar la militancia. Parte de esta posibilidad de militar las redes y de ampliar las luchas a esos espacios de discusión pública es que son espacios ganados en tanto nosotras podemos demostrar que tenemos algo que decir, que podemos aportar desde ahí nuestros sentires, nuestras prerrogativas, nuestras luchas. Lo que propone este equipo junto con la Red es tratar de explorar nuevas formas de contar historias para poder alcanzar esos espacios de discusión y renovar de alguna forma las estrategias para poder seguir las luchas.