Claudia Sheinbaum se convertirá en la primera mujer presidenta de México. Con casi el 59% de votos, la candidata del partido oficialista Morena fue electa para gobernar los próximos seis años, en los que se espera que haya una continuidad de las políticas del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador. Más allá de esa continuidad, la dirigenta de izquierda tendrá grandes desafíos por delante como combatir la inseguridad, una deuda pendiente y que es la principal demanda de los mexicanos. Además, Sheinbaum tiene una agenda feminista y ambiental, que puede diferir de la gestión gubernamental actual.
“Por primera vez en 200 años me convertiré en la primera mujer presidenta de México y, como lo he dicho en otras ocasiones, no llego sola, llegamos todas; con nuestras heroínas que nos dieron patria, con nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas”, sostuvo la mandataria electa, al dar a conocer su victoria histórica.
Que en sus primeras palabras haya hecho referencia a las mujeres no es casual, no solo porque Sheinbaum es feminista sino porque una de las principales deudas del país azteca es con las mujeres: en México hay 10 femicidios por día y durante el gobierno de AMLO ha habido varios cortocircuitos en el vínculo con las organizaciones feministas.
Gracias, gracias, gracias; no les voy a fallar. Vamos a avanzar con el Segundo Piso de la Cuarta Transformación. pic.twitter.com/vwXlA7w54X
— Dra. Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) June 3, 2024
En su primer discurso, la mandataria electa hizo referencia a la continuidad en gran parte de las políticas públicas aplicadas durante la administración actual, dado que parte de su victoria no puede entenderse sin contar que el Presidente se retira con una popularidad en torno al 60%. “Dedicaremos por convicción el presupuesto público para garantizar todos lo programas del bienestar iniciados por el presidente López Obrador y todos los programas a los que nos comprometimos, vamos a ampliar el acceso a los derechos del pueblo de México, a la educación, a la salud, a la vivienda, a la cultura, a seguir construyendo un verdadero Estado de bienestar”, manifestó.
“Quiero agradecer a millones de mexicanas y de mexicanos que decidieron votar por nosotros en esta histórica jornada para avanzar con la cuarta transformación de la vida pública de nuestro país”, agregó en sus primeras declaraciones públicas tras conocerse el resultado electoral.
Hoy es un día de gloria porque el pueblo de México decidió libre y democráticamente que Claudia Sheinbaum se convierta en la primera mujer presidenta en 200 años de vida independiente de nuestra República. Felicidades a todas y todos los que tenemos la dicha de vivir en estos… pic.twitter.com/1tg3P7unjf
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) June 3, 2024
¿Quién es y qué desafíos tiene Sheinbaum?
La mandataria electa tienen 61 años y es doctora en Ingeniería Energética, con una agenda a favor de las energías renovables —algo que puede diferir de la postura de AMLO—. Feminista y con una trayectoria política que estuvo marcada en sus comienzos por su lucha a favor de la educación pública, especialmente desde la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde estudió. Es muy cercana a López Obrador y está en su entorno desde que fue secretaria de Medio Ambiente en los años 2000, cuando el actual mandatario fue jefe de gobierno de la ciudad de México, cargo que también ocupó posteriormente la propia Sheinbaum.
La victoria de la dirigenta de Morena se vincula en parte a la popularidad de AMLO que se explica —según coinciden varios analistas— por las políticas de ayuda estatal que se brindaron a sectores como los adultos mayores, madres solteras y discapacitados, entre otras poblaciones que recibieron esta asistencia. Otro de los puntos que destacan es el incremento del salario en más de 100% cuando la inflación acumulada en el sexenio fue menor al 30%.
La principal deuda pendiente que deja la administración de López Obrador, y que será el gran desafío de la mandataria, es el combate a la criminalidad, que no ha descendido en el país desde lo que se conoció como guerra contra las drogas que inició el ex mandatario, Felipe Calderón, en el 2006.
“Cuando se declara guerra a los grupos del crimen organizado, esto propicia que los homicidios dolosos crezcan de manera exponencial y que la violencia en el país se generalice porque la lucha contra el narcotráfico implicó la entrada de armas de manera ilegal desde Estados Unidos y fueron a parar los carteles de la droga. Posteriormente, Calderón inicia una política de captura de grandes capos que propician el descabezamiento de los carteles y la atomización, pasamos de 10 carteles a 100 y esto propicia una violencia generalizada en el país”, explica Rubén Darío Ramírez Sánchez a LATFEM, académico de la Unidad de Estudios Regionales de la UNAM, ubicada en Jiquilpan, Michoacán, que se especializa en seguridad y territorios inseguros.
Lo que sucedió tras lo que se conoció como guerra contra las drogas fue un crecimiento de manera sostenida de los crímenes en los gobiernos posteriores al de Calderón, tanto de Enrique Peña Nieto como en el de AMLO. Si bien durante la administración de López Obrador hubo un cambio respecto a la gestión anterior y se optó por la política que se conoció como “Abrazos, no balazos”, que tenía como objetivo atacar las causas por las cuales miles de jóvenes se vuelcan al crimen organizado garantizando un mayor acceso a la educación, el problema continuó.
“Cuando López Obrador recibió la presidencia, Peña Nieto había dejado el gobierno con 150 mil muertos, en lo que va del gobierno actual ronda los 190 mil muertos, además de 50 mil desaparecidos. Esto es una cuenta pendiente porque no se tuvo éxito en la política de combate al narcotráfico e inseguridad en su conjunto”, agrega Rubén Darío.
Con respecto a la cantidad de muertos, hubo un momento mediático donde en las famosas mañaneras de AMLO —las conferencias de prensas diarias del presidente— habló de los números en torno a los homicidios, debido a que un periodista le cuestionó que era superior a los gobiernos anteriores. En ese momento, López Obrador reconoció el número, pero dijo que la primera causa de muerte en el país eran los infartos y que los números de la violencia iban en descenso. Más allá de ese debate, según lo que registran los sondeos como la encuestadora Mitofsky, para el 60% de los mexicanos la inseguridad es la principal preocupación, para el 18%, la economía y para el 12% la salud. Por lo que la criminalidad es una deuda pendiente que quedó en evidencia, incluso, con el asesinato de candidatos en esta campaña electoral.
En cuanto a la política exterior, como lo adelantó la propia Sheinbaum, se espera también una continuidad del gobierno de AMLO. Si bien es un mandatario que ha salido muy poco del país, ha tenido una significativa relevancia en los hechos que sucedieron en la región, desde haberle brindado asilo a Evo Morales, a incluso el más reciente con el caso del ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glass, que terminó con la intervención policial ecuatoriana a la Embajada mexicana en ese territorio, algo que le valió la condena internacional.
“Continuaremos con una política exterior basada en nuestros principios constitucionales de no intervención, cooperación internacional para el desarrollo y autodeterminación de los pueblos y construcción de paz”, afirmó la presidenta electa, quien agregó que con Estados Unidos mantendrán una relación de amistad y respeto.
Al consultarle a Rubén Darío acerca de las posibles diferencias en cuanto al vínculo con el feminismo, el académico afirmó: “Creo que va a tener una mejor relación con los grupos feministas por la propia biografía de Sheinbaum que es investigadora de la Universidad, de los movimientos estudiantiles, con una clara posición respecto a la salud reproductiva, derechos reproductivos, derechos de la mujeres, paridad de género. Esto podría darle un giro a esta posición diríamos poco congruente de López obrador con los grupos feministas”.
Además, como se dijo anteriormente, otro de los puntos distintivos de la dirigenta electa puede ser en materia energética, dado que aboga con énfasis por el camino de las energías renovables y la lucha contra el cambio climático.
La elección de este domingo fue histórica para el espacio Morena, del cual Sheinbaum fue parte fundadora, dado que también ganó la candidata Clara Brugada para la jefatura de la ciudad de México, a pesae de que las encuestas lo ponían en duda. Además, si bien falta la finalización del conteo oficial, Sheinbaum podría contar con mayoría de dos tercios en la Cámara de Diputados y el Senado.
La dirigenta electa asumirá el próximo 1 de octubre, con un camino de continuidad pero también de posibles grandes cambios, incluidas reformas constitucionales que el gobierno actual no pudo avanzar y que Sheinbaum, con mayoría calificada en el legislativo, estaría en condiciones de hacer.