¿Cómo construir una nueva política para el futuro?

Un encuentro transfeminista circular en cuyo centro se situaron las voces de mujeres y LGBTIQNB+ populares, indígenas y afro, tuvo lugar el pasado viernes 27 de septiembre en la ciudad de Buenos Aires. El conversatorio titulado “El liderazgo femenino en la democracia en acción, mantener vibrante el protagonismo de las mujeres y disidencias ante los retrocesos”, fue impulsado por la organización social Update en alianza con LATFEM y las organizaciones Agrupación Xangó y Asuntos del Sur.

El viernes 27 de septiembre se realizó en Casa Brandon, un tradicional espacio cultural  LGBTTIQ+ de Buenos Aires, un encuentro transfeminista para pensar el liderazgo femenino en la democracia y cómo organizarse ante los retrocesos en la región. Mucho más que un encuentro fue también un momento de provocación y debate para tentar a la imaginación y alcanzar formas innovadoras de hacer política. Un convite que tuvo como eje central pensar qué lugar ocupan en la política aquellas vidas que se encuentran atravesadas por una multiplicidad de opresiones. Un debate público del que participaron referentas transfeministas, afro y LGBTIQNB+ de Brasil, Uruguay y Argentina con el objetivo de reflexionar sobre la crisis de la democracia ante la falta de representación política y exponer sus diferentes tecnologías sociales que ya se encuentran implementando para disputar la forma de hacer política en América Latina. 

Este conversatorio fue la primera jornada del Encuentro de iniciativas que trabajan por liderazgos políticos de mujeres jóvenes, populares, afrodescendientes, indígenas y LBTQIA+ y que continuó el sábado 28 de septiembre en la sede de Asuntos del Sur.

Una apertura ceremonial dio inicio al encuentro a cargo de la bailarina, coreógrafa y transmisora de la cultura ancestral africana y afrobrasileña, Marisa Nascimento. Luces bajas, ritmo afro, aroma a sándalo, un altar con flores blancas, algunos dulces y en el medio el retrato de María Remedios del Valle, madre de la patria argentina y referencia ineludible de resistencia afroindígena.

Crédito: Car cg – @car._cg

Tania Ramirez, activista antiracista, afrouruguaya y coordinadora de proyectos para América Latina del Instituto Update, rompió el hielo: “Hoy estamos con el proyecto Conecta Latinas cuya idea es conocer iniciativas desde la imaginación radical política que tenemos las mujeres, las disidencias afro, indígenas, jóvenes y populares para construir una red de conexión, aprendizaje y sobre todo compartir tecnologías ancestrales y actuales donde podemos generar un protagonismo. En un contexto donde los discursos de odio pasan a la acción política, desde los movimientos sociales, tenemos que estar unidas, fortalecidas y entrelazadas para encontrar esos nuevos imaginarios hacia dónde queremos ir.”

Update es una organización social que trabaja para fortalecer iniciativas y potenciar prácticas innovadoras que nacen de la imaginación política de las mujeres jóvenes, populares, afrodescendientes, indígenas y LBTIQIA+. Como instituto tiene una trayectoria de más de 10 años de trabajo en América Latina para construir, imaginar y ampliar las democracias de la región, con una presencia en 11 países. Su misión es acercar liderazgos y sus territorios a la política institucional, impulsando que los sistemas políticos sean más participativos y populares.

Ingrid Farias, directora de Articulación y Alianzas de Instituto Update., tomó la palabra y hosteó el conversatorio. Es oriunda de la región nordeste del departamento de Brasil, un lugar desplazado de su país “donde nada de lo que pasa parece importar a nivel nacional” y es por ello que remarca la importancia de tener una mirada territorial cuando se intenta hacer política de otra forma. “La imaginación política para nosotras es el marco de las mujeres, las personas afro indígenas, LGBTQA+. Somos nosotras quienes hemos hecho sugerencias de nuevos marcos democráticos para toda América Latina y el Caribe. En Brasil decimos que la democracia está incompleta al igual que sucede en toda América Latina porque hay personas que tienen derechos y otras que no. No queremos solamente vivir, queremos vivir bien”, señaló.

Crédito: Car cg – @car._cg

Conecta Latinas es un proyecto que busca articular iniciativas políticas, expandir la imaginación política y aumentar la diversidad y representación de mujeres jóvenes, populares, afrodescendientes, indígenas, y LBTQIA+ en la política, impulsando agendas de justicia climática, social, racial y de género.

“Creo que con el racismo en Argentina estamos con algunas deudas, incluso en el feminismo que es todavía blanco, es difícil que entren los temas de racialización. Una cosa es representar y otra cosa sustituir, yo no puedo hablar en nombre de la comunidad afro, puedo acompañar, colaborar, señalar un tema importante pero no puedo sustituir la palabra”, dijo la filósofa Diana Maffía, una de las oradoras del conversatorio al dar inicio al debate. 

La académica señaló además que es necesario realizar un trabajo comunitario no individual, donde cada cual tenga un momento en el cual su experiencia sea prioritaria y agregó: “En ese trabajo comunitario hay que cultivar el amor político, que no es el amor erótico ni familiar, que está obligado por los lazos sociales. El amor político es un amor que se elige como una alianza de solidaridad, de contar con las otras, los otros, es un amor igualitario. Eso todavía nos falta porque a veces activamos en ciertas agrupaciones donde luego los intereses individuales van generando rupturas”.

Crédito: Car cg – @car._cg

Miriam Gomes es profesora, líder caboverdiana en Argentina y vocera de la Comisión 8N, inició su intervención definiendo qué significa imaginar e innovar en las democracias: “Se trata de crear mundos más justos y en ese sentido las mujeres y diversidades hemos trabajado todo el tiempo imaginando nuevos mundos. Lo que ustedes llaman democracia incompleta, acá se le dice democracia de baja intensidad y todo lo que hemos hecho fue tratar de mejorar la calidad de esas democracias”, explicó.

Gomes se enfocó además en la falta de visibilidad estadística de la comunidad afro en Argentina que fue y es largamente negada, marginalizada, expulsada a los márgenes de la sociedad. En ese camino lograron diseñar la variable afrodescendiente que luego fue incorporada en el censo nacional del 2010 y el 2022. “Esa fue realmente una forma de imaginar cómo volver a ser incluidos en las estadísticas, los censos, los registros y los proyectos. Si bien las cifras resultantes de los censos no nos satisfacen en absoluto, tenemos que seguir imaginando nuevas estrategias para que las personas empiecen a indagar en su pasado, en su familia, en sus raíces y dejen de ocultar esa presencia afro que es tan importante. Hay que empezar asumir esa diversidad de la que tanto hablamos”, agrega.

Para Miriam la educación es una herramienta fundamental de transformación social que permite modificar realidades desde el aula: “Podemos contribuir solicitando que se incluyan los contenidos de la historia africana y afroamericana en los textos escolares, formando docentes e impulsando la ley 26.852 que establece el 8 de noviembre como el Día Nacional de las y los Afroargentinos”.

Crédito: Car cg – @car._cg

Durante el conversatorio Natasha Giusto, integrante del Bloque Antirracista Rosario y del Área de Género de la comisión 8N, aseguró que existe una falsa creencia que sostiene que el movimiento afro en Argentina es nuevo o empezó hace poquito: “La realidad es que tenemos activistas ancestras que activan hace muchísimas décadas y gracias a ellas las generaciones más jóvenes hoy estamos siguiendo sus pasos y nos han aliviado mucho el camino, sin embargo, nosotros todavía tenemos que estar diciendo existimos, nacimos acá y tenemos familia ancestral acá.” 

“Nuestra identidad, nuestro valor como sujetes todavía está puesto en debate. Hablamos de mujeres afro, indígenas, pero solo queda en el discurso, el trabajo que vamos haciendo es muy potente pero siempre es entre nosotras. Necesitamos que realmente haya un compromiso de la agenda feminista, que también contemple las particularidades de las mujeres que no son blancas”. Natasha Giusto, integrante del Bloque Antirracista Rosario y del Área de Género de la comisión 8N

Por su parte lx activista afro-trans no binarie, gestorx cultural y comunicadorx, Juma da Cunha Kessler se preguntó: “¿Cuántos militantes disidentes afro conocen que alzan la voz y tienen espacio para hablar? ¿Cuántas personas afro, marrones de clase media o media alta conocen? Hay mucha gente que, como bien dijo Diana, no se corre de ese lugar para que nosotres podamos entrar.” Esa es la innovación que hoy se necesita y sostuvo: “Tienen que dejar de hablar de nosotres como un objeto de estudio y preguntarse por qué les afro no estamos ocupando la academia. No es una casualidad que para nosotres sea más difícil habitar la academia porque básicamente primero tenemos que comer, si bien la universidad es pública, no es gratuita. Lo mismo pasa con la militancia, tener tiempo paramilitar es un privilegio porque vos podés militar cuando en tu casa tenés para comer”.

Crédito: Car cg – @car._cg

Otra de las oradoras del conversatorio fue Marcela Romero, coordinadora regional de RedLacTrans y presidenta de Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina, inició su intervención señalando la importancia de que lxs jóvenes conozcan la historia de lucha y resistencia que durante décadas dieron las mujeres trans, mucho antes de lograr la Ley de Identidad de Género en Argentina.

“Cuando era joven no podía caminar libremente por la calle porque vivía detenida por ser trans, pobre, por ser de una provincia y de un pueblo originario. Hay que abrir ese abanico de problemáticas que vivimos cotidianamente y hacer activismo comunitario con otras y otres, trabajar en conjunto y visibilizar todas las formas de opresión”. Marcela Romero, presidenta de Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina.

La defensora de los derechos afrodescendiente, Sandra Chagas, estuvo presente en el conversatorio remarcando la importancia de poner en valor las raíces: “Siempre nos preguntan ‘de donde sos’, como si no fueramos de acá, tenemos que tener muy en claro de dónde venimos, nuestras ancestras y ancestros salieron del más terrible genocidio. Si se hubiera cumplido lo que Sarmiento decía en cada libro que escribió todos y todas estaríamos muertos, sin embargo, estamos acá.” 

Hoy Sandra tiene la oportunidad de estudiar la licenciatura de Justicia y Derechos Humanos en la Universidad de Lanús, algo que de joven no pudo hacer. Asegura que allí se encontró con un espacio en el que no se habla de racismo, a pesar de que Argentina tiene una condena internacional por racismo por el asesinato del activista afrouruguayo, José Delfín Acosta Martínez, ocurrido el 5 de abril de 1996 a manos de la policía de la ciudad de Buenos Aires. “A muchas personas no les gusta que lo diga pero hay que nombrarlo porque ese es el racismo que hoy en los discursos de odio vienen por todas nosotras. El racismo en Argentina es algo tan sutil, nefasto y mortal para nuestras identidades que cuando estamos en un aula nos hablan como si no existieramos, nos hablan en un pasado que no entendemos y todo el tiempo tenemos que remarcar nuestra existencia”.

Crédito: Car cg – @car._cg

Sofía Quiroga, licenciada en trabajo social, especialista en juventudes, educación y derechos LGTB y fundadora de la organización Jóvenes Latidas, dio inicio a su intervención con una pregunta: “¿Estuvo garantizada la mirada interseccional cuando hubo feministas en cargos de gestión? Sin martirizar a las compañeras que tenían cargos de decisión política, porque sabemos que es una tarea muy difícil mediar entre el interés de un partido, es importante decir que la construcción que se hizo fue muy porteño céntrica, blanca y cis”. 

Quiroga sostiene que en esos espacios de poder se trabajó desde una mirada que no llegó a interpelar a todes, por ejemplo, no interpeló a personas como ella que habitan el norte argentino. ¿Por qué?: “Porque no involucraba nuestra realidad, sostuvo Sofía y agregó: “Eso produjo la desafiliación social con las luchas del movimiento feminista, creo que el feminismo se ha desafiliado de las causas de los sectores populares. ¿Qué pasa cuando una lucha se aburguesa? como decía Yuma, se olvidan que hay compas que no comen, por eso es importante tener en cuenta que las experiencias, las luchas y los aprendizajes vienen desde otros lugares y no solo de la academia.”

El conversatorio continuó con la participación del público presente con un clima de reflexión que se combinó con el goce de poder encontrarse. Una charla que invitó a disputar la narrativa imperante en el discurso político. Una narrativa de la que hoy se apropiaron las derechas y los fascismos, marcando qué es correcto o importante y qué no lo es y en ese sentido Ingrid concluyó: “Cuando nosotras disputamos la narrativa estamos mostrando de vuelta nuestra historia y nuestro poder de hablar por nosotros mismas.”