Este #8M Paraguay vuelve a parar y marchar

La discriminación de género en el trabajo es una realidad que sufre un alto porcentaje de las más de 3 millones de mujeres paraguayas. Una discriminación que se expresa de diferentes maneras y que motiva las numerosas acciones que mujeres, lesbianas, travestis y trans de todos los sectores llevan adelante desde ahora hasta el próximo 8 de marzo, que convocan al paro y a una multitudinaria marcha en el centro de la capital: Asunción. También habrá actividades paralelas en varias ciudades del interior.

Las mujeres paraguayas participan mucho menos que los hombres en el mercado del trabajo remunerado y además sufren una brecha salarial de casi un 40%. Tienen menos oportunidades de acceso a trabajos formales y a la seguridad social. Peor aún es el caso de un sector que emplea a 200.000 paraguayas: el trabajo doméstico. Las trabajadoras domésticas son víctimas de discriminación legalizada. El propio Código Laboral les otorga un salario equivalente al 60% del sueldo mínimo vigente. La doble y triple jornada laboral también forman parte del día a día de las mujeres, ante la falta de políticas de cuidado y una construcción social que concentra las labores domésticas y de cuidado en las mujeres. Son motivos más que suficientes para la movilización del próximo 8 de marzo, aunque no son los únicos. De hecho, en el lanzamiento de esta movilización la articulación #8MPy, que reúne a activistas de toda la diversidad del movimiento feminista, dio a conocer un comunicado que reúne las principales reivindicaciones.

Cómo será el #8M en Paraguay

En Paraguay, como en todo el mundo, se plantea que las mujeres paren tanto en el hogar como en sus lugares de trabajo remunerado. En concreto, desde muy temprano se prevén actividades en Asunción y varias ciudades del interior del país: Pilar, Encarnación, Ciudad del Este, Concepción, San Pedro y Amambay. En Asunción, bien temprano un colectivo de mujeres rodeará el Parlamento Nacional, que justo ese día inicia el año legislativo.

En Paraguay, como en todo el mundo, se plantea que las mujeres paren tanto en el hogar como en sus lugares de trabajo remunerado. En concreto, desde muy temprano se prevén actividades en Asunción y varias ciudades del interior del país: Pilar, Encarnación, Ciudad del Este, Concepción, San Pedro y Amambay. En Asunción, bien temprano un colectivo de mujeres rodeará el Parlamento Nacional, que justo ese día inicia el año legislativo. Reclamarán leyes cuyo tratamiento se encuentra estancado en el Congreso desde hace varios años, como la ley de salud sexual y reproductiva y la ley contra toda forma de discriminación. Para aquellas mujeres a las que no les sea posible parar, entre las 8.00 y las 11.00 se convoca a un paro simbólico consistente en subir una foto a las redes sociales portando un cartel con la consigna #NosotrasParamos. Para el mediodía se prevén la realización de cortes intermitentes en una de las principales intersecciones de ingreso al Centro de Asunción donde, a las 16.00 hs. se realizará la tradicional marcha por el #8M que terminará con la lectura del Manifiesto y un concierto en el que las mujeres dejarán en claro que “si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”.

COMUNICADO 8F NOSOTRAS PARAMOS 8 de marzo “Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras”

Las mujeres trabajadoras paraguayas unimos nuestras voces y reivindicaciones a las mujeres de diversos países del planeta y anunciamos que el próximo 8 de marzo VAMOS A PARAR EL MUNDO.

Convocamos a todas las mujeres paraguayas: trabajadoras, campesinas, indígenas, deportistas, artistas, investigadoras, docentes, profesionales, estudiantes, periodistas, comunicadoras, publicistas, trabajadoras sociales, profesionales de la salud, trabajadoras domésticas, mujeres que se dedican a las tareas de cuidado en el hogar, comerciantes, funcionarias del sector público, el sector privado y a las mujeres que realizan trabajos en la economía informal; a realizar un paro en sus tareas el 8 de marzo, para que se sienta nuestra fuerza e inmensa participación en la economía de todos los países, regiones y sociedades del mundo.

Cansadas de la doble explotación, de la opresión, de la violencia, el acoso sexual y el laboral, vamos a parar en todos los espacios en los que trabajamos y cuidamos, y donde nuestros derechos no son reconocidos: en las empresas, fábricas, comercios, oficinas, instituciones y también en los hogares. ESTA ES UNA REVOLUCIÓN FEMINISTA.

Convocamos especialmente a los sindicatos a unirse a este paro de escala mundial que reivindica el fin de la precarización de la vida de las mujeres. El 8 de marzo volvemos a movilizarnos por el fin todas las formas de violencia contra las mujeres trabajadoras y por la igualdad de derechos y oportunidades para todas.

SEREMOS MILES EN LAS CALLES.

VAMOS A PARAR para decir BASTA a la violencia económica y estructural que sufrimos las mujeres.

Somos las más explotadas y las que tenemos las peores condiciones laborales.

Paramos por oportunidades reales para salir de la pobreza.

Paramos porque exigimos el mismo salario por el mismo trabajo. Basta de la brecha salarial del 30% que aún existe en nuestro país.

Por el cumplimiento de las leyes laborales, especialmente la ley de lactancia materna y el Código Laboral.

Exigimos que las empresas con más de 50 empleados tengan guarderías.

Paramos por igualdad de derechos para las trabajadoras domésticas, víctimas de discriminación salarial legalizada.

Paramos por la valorización y el reparto equitativo de las tareas de cuidado y del hogar. ¡Basta de dobles y triples jornadas!

Paramos por el respeto de nuestros derechos sexuales y reproductivos, incluyendo la posibilidad de la interrupción voluntaria del embarazo.

Paramos por la triple discriminación que sufren las mujeres indígenas: Por ser mujeres, por ser indígenas y por ser pobres.

Exigimos que el INDI cumpla su compromiso ante la problemática del desplazamiento indígena de sus tierras de origen a la capital por causa del agronegocio que atropella a sus parcialidades.

Paramos por las mujeres campesinas: víctimas del avasallamiento de parte del agronegocio, en complicidad total con el Estado, que oprimen el desarrollo y crecimiento de la agricultura campesina e indígena. Paramos porque cese la criminalización de su lucha por la tierra, porque sin ellas y su incansable labor, Paraguay no se podrá sostener económicamente.

Exigimos el fin del matrimonio entre los intereses nefastos del agronegocio y la insensibilidad del Estado que privilegia a la clase empresarial por sobre el bienestar del pueblo.

Paramos por las mujeres trans, lesbianas, bisexuales, pansexuales, asexuales, intersex, queer, de género fluido y representantes de todas las formas de la diversidad sexual: porque hasta el día de hoy la orientación sexual e identidad de género son motivo de discriminación en todos los ámbitos, especialmente el laboral.

Paramos por las trabajadoras sexuales, para que cese la violencia institucional, las detenciones arbitrarias, y el asesinato de mujeres que se desempeñan en dicha labor. Paramos para que las avanzadas antiderechos deje de negarles sus derechos laborales.

Paramos para poner fin al acoso laboral a las mujeres, de parte de nuestros jefes y de nuestros colegas. Paramos por las criaditas: Ni una Carolina MÁS.

Paramos por las niñas obligadas a ser madres, y por todas las niñas y adolescentes víctimas de violaciones y otros abusos.

Paramos por las mujeres que murieron, víctimas de violencia machista y patriarcal: Porque el 2017 cerró con más de 50 feminicidios y en lo que va del año ya son 6 las víctimas en territorio nacional y 1 en el extranjero, sumando 7 las paraguayas asesinadas por su condición de ser mujeres.

Paramos por las mujeres deportistas: es hora de poner fin a la enorme desigualdad que sufren y de visibilizar sus triunfos, alcanzados con ímpetu, dedicación y decisión.

Paramos por las mujeres sindicalistas: Porque reconocemos el doble desafío de trabajar en entornos que les discriminan y hacerse paso en un gremio sindical que todavía no es sensible a las desigualdades de género. Rechazamos la persecución sindical y la dictadura empresarial que reprime la creación de sindicatos, especialmente en el sector privado.

Paramos para que se implemente la Educación Sexual Integral: Porque la educación es la base del cambio y para que las madres adolescentes puedan formarse profesionalmente y trabajar. Paramos porque queremos que las escuelas sean espacios de crecimiento y desarrollo para todas las niñas, donde no existan normativas represoras que coarten su derecho a recibir información, como la resolución del Ministerio de Educación y Ciencias sobre la teoría de género. Exigimos la derogación inmediata de la resolución N° 29664.

Paramos por las mujeres que viven con VIH, con capacidades diferentes, con trastornos psicológicos, enfermedades mentales y síndromes de todo tipo: Que tienen enormes dificultades para acceder a condiciones de trabajo dignos, y que -si lo consiguen- se enfrentan a prejuicios, exclusión, discriminación y explotación laboral.

Paramos para exigir servicios públicos gratuitos y de calidad para todas las mujeres trabajadoras, sea que se desempeñen en la economía formal o informal, sean asalariadas, profesionales independientes o de cualquier otro tipo de trabajo. Reclamamos que el Estado garantice su acceso a derechos como los servicios de salud o las pensiones jubilatorias.

Paramos por el fin del acoso que enfrentamos las mujeres, en las calles y en el transporte público, pero también en escuelas, colegios y universidades. Exigimos al Ministerio de Educación y Ciencias que actúe contra los docentes acosadores, y a las autoridades educativas que dejen de encubrirlos, premiarlos y paliar la problemática con medidas tibias como el traslado del docente al área de supervisión o a otro colegio.

Paramos porque, a pocas semanas de las elecciones generales, seguimos atentas y vigilantes a las propuestas de candidatos y candidatas que tengan que ver con nuestros derechos como mujeres. No permitiremos que se contamine el debate público con discursos antiderechos, como los de quienes se manifiestan contra la mal llamada “ideología de género”.

Paramos por las mujeres que se dedican a la política, y que son blanco de acoso y persecución.

Paramos por las mujeres anarquistas, antiestatistas y luchadoras contra la violencia que ejercen el Estado y sus instituciones, y que también son objeto de persecución política.

Paramos por las mujeres urbanas pobres, las chacariteñas, las bañadenses y todas las que año tras año se ven desplazadas por las crecidas del río, y exigimos una solución definitiva ante las inundaciones. Paramos por las mujeres sobrevivientes a la violencia obstétrica, que afecta especialmente a las mujeres de los sectores más vulnerables, y exigimos al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social que investigue a los doctores y doctoras que ejerzan este tipo de violencia contra sus pacientes.

Paramos por las mujeres adultas mayores y jubiladas, y exigimos que el Estado garantice que tengan una vida digna a través del sistema de seguros sociales y pensiones.

Paramos por las mujeres que se dedican a los cuidados y al trabajo doméstico no remunerado, y exigimos que se valore su enorme aporte como cuidadoras del hogar y se garantice su calidad de vida a través de seguros sociales.

Paramos para reclamar que se investiguen los casos de abusos y violencia que denuncian las mujeres de todas las edades. Señalamos especialmente al Poder Judicial, encargado de la resolución de estos casos, y que demuestra inacción y tibieza para atender las denuncias internas de sus propias funcionarias por acoso sexual.

Paramos, y exigimos al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social que respete sus responsabilidades hacia las trabajadoras y garantice su derecho a la huelga SIN CONSECUENCIAS NI AMENAZAS DE NINGÚN TIPO en el marco del paro del próximo 8 de marzo. ¡El 8 de marzo volveremos a parar el mundo! ¡Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras!