Las elecciones en Estados Unidos y el futuro de las mujeres latinas

Con un récord de votos adelantados por correo y la jornada de elecciones de hoy, esta noche comenzará a definirse quién será el próximo presidente de Estados Unidos. En esta nota desde Washington Luciana Rosa cuenta las expectativas de feministas negras y latinas, y el impacto que uno u otro final puede tener para nuestra región, las políticas migratorias, la crisis de la economía y los derechos reproductivos.

En una mañana helada de noviembre en la capital estadounidense, LaShell Rivers pinta una de las paredes de las tiendas de lujo que se encuentran en los alrededores de la Casa Blanca. Ella suma su granito de arena a una colcha de retazos formada por carteles de protesta armada a lo largo de la calle recientemente rebautizada Black Lives Matter Plaza. 

LaShell es una mujer negra y su proyecto ‘Hey Homegirl’ es sobre alguien que creció en la capital de la nación durante los años ’80 y cuando estalló la crisis de las drogas se mudó a una localidad racista. Allí se enfrentó a una familia disfuncional marcada por la violencia, que incluyó asesinos y traficantes. Para ella, marchar ya no es suficiente, es necesario que la nación escuche lo que las mujeres tienen a decir, lo que necesitan desahogar, que en su caso es un historial de segregación y violencia. 

En la víspera de las elecciones, ella se suma a los casi 100 millones de estadounidenses que emitió su voto tempranamente, lo que se pudo hacer hasta el 2 de noviembre. 

“Yo estoy preocupada por que Trump quizás gane. Por eso yo ya voté y mi hijo votó por primera vez, ambos por Biden. Yo soy fan de Bernie (Sanders), no me muero de amores por Biden, pero prefiero que sea él el presidente, antes que Trump”, relata a LATFEM. 

Las mujeres han sido grandes protagonistas en estas elecciones, con la senadora Kamala Harris como candidata a vice de Joe Biden, y la nominación de Trump de la jueza Amy Coney Barret para la Suprema Corte y su intento desesperado por conquistar los votos de las mujeres de los suburbios de Estados Unidos. 

Pese a ese protagonismo, ninguno de los candidatos ha presentado una plataforma de gobierno que realmente tenga en cuenta a las mujeres, a las lesbianas, a los gais o a las personas trans. “La agenda feminista es la gran ausencia en esta campaña electoral de Estados Unidos”, dice Sonia Winer, la investigadora y coordinadora del libro Estados Unidos: situación interna e internacional en contexto de elecciones y pandémico, junto con Mariana Aparicio Ramírez.

“El movimiento feminista de Estados Unidos no ha podido plasmar una candidata y esto tiene que ver con las propias estrategias del sistema electoral estadounidense para impedir la participación de candidatas que busquen la ampliación de derechos”, analiza Winer. Para la investigadora existen altas chances de que estas elecciones se decidan en la Corte Suprema, ya que existe un escenario de posible impugnación por cuenta de las ecuaciones de fraude electoral que Trump nombró repetidas veces. 

“En este sentido, si se termina decidiendo estas elecciones en la Corte, allí Trump tiene una jueza que es antiderechos y una mayoría conservadora”, refiriéndose a Amy Coney Barret. La jueza ultraconservadora, católica y abiertamente contraria al  aborto fue confirmada el lunes 26 de octubre, a menos de una semana del escrutinio. 

El escenario para que se sigan manteniendo los derechos de las mujeres y de la diversidad no parece el más prometedor en el caso de que Donald Trump obtenga su reelección. En su confirmación como candidato en la Convención Republicana de agosto, la mayoría de las oradoras invitadas a respaldarlo en su campaña pronunciaron discursos condenatorios a los derechos reproductivos y la ausencia notable de cualquier propuesta que avance a favor de la equidad entre géneros.

Sabiendo que en el ajedrez de la política mundial Estados Unidos mueve muchas piezas fundamentales, preguntamos a expertas qué consecuencias podrían tener estas elecciones en la vida de las mujeres latinoamericanas. 

Migraciones 

Según la periodista brasileña Augusta Saraiva, quien lleva tres años siguiendo la política estadounidense, “las mujeres latinoamericanas que más van a sentir el impacto de estas elecciones son aquellas que ya viven en suelo americano o las que están intentando llegar acá”, es decir, las migrantes. 

Recuerda que hace pocos días salió a la luz el caso de 545 niñes que fueron separades de sus familias en la frontera con México como consecuencia de las actuales políticas migratorias. Y remarca las diferentes posturas que los candidatos tomaron a respecto: “Mientras que la administración Trump no se ha pronunciado sobre el tema ni tampoco tuvo una propuesta, la campaña de Biden planea crear un grupo de trabajo para buscar a estas familias”. 

Las alertas están puestas en que una segunda presidencia de Trump podría significar un viraje suyo aún más hacia la derecha, ya que no necesitaría preocuparse con una nueva reelección y estaría habilitado para endurecer su política en relación a la inmigración. 

Por otro lado, más allá de que Joe Biden promete mayor respeto por los derechos de les migrantes, para Agustina “será necesario observar qué respuesta va a dar efectivamente a políticas que fueron heredadas del gobierno Obama”, hablando de leyes que rigen el sistema migratorio del país hoy en día.

Salud reproductiva

Para Sonia Winer “el impacto de una nueva presidencia de Trump en Latinoamérica sería el de fortalecer a gobiernos como el de Bolsonaro en Brasil, o a sectores golpistas como el de Bolivia”. En definitiva gobiernos o grupos autoritarios, que exacerban los mecanismos de la discriminación, que son sectoriales y antifeministas, lo que repercutiría de manera muy perjudicial para las mujeres y las poblaciones LGBTIQ+ de la región. 

En este punto específico, una victoria de Biden en las urnas “si bien no hace grandes diferencias de fondo hacia lo que son las estrategias de Estados Unidos para la región, debilitaría un poco los gobiernos más extremistas que se sostienen sobre una base social conservadora y reactiva a los procesos de ampliación de derechos”, en especial, dice Sonia, a las políticas de aborto legal y gratuito.

En este mismo sentido, la investigadora mexicana Itzel Eguiluz advierte sobre el hecho de que, en caso de que ganara Donald Trump, los programas de salud podrían verse aún más debilitados por “la quita de financiación, como ya se ha hecho a proveedores de atención a la salud reproductiva, como Planned Perenthood, que además brinda educación sexual e información a muchas mujeres estadounidenses, pero también de muchas mujeres migrantes que no tienen atención de salud privada y se acercan a este tipo de organizaciones”. 

Itzel recuerda la compleja situación que vive el país desde que decidió  dejar la Organización Mundial de la Salud, “sabemos que Estados Unidos históricamente a través de la USAID ha apoyado proyectos de salud reproductiva y sexual en diferentes países latinoamericanos. Sin embargo, en estos últimos años, este organismo ha financiado proyectos que no necesariamente van de acuerdo a lo que la OMS nos ha dicho que son las mejores herramientas y los mejores proyectos sobre la salud sexual y reproductiva”. Tiene la intuición de que incluso existen prohibiciones para financiar proyectos relacionados con el aborto seguro. 

La crisis económica generada por la pandemia 

Un factor que se puede sentir fuertemente es el impacto que la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus tuvo en las mujeres. Lo que la publicación especializada Bloomberg llamó La primera recesión femenina es un factor a ser considerado en esta carrera electoral. Esto porque las políticas públicas de recuperación económica deberían poner atención en quienes fueron la primeras en perder sus puestos de trabajo. 

“Una segunda presidencia de Trump puede complicar mucho a los movimientos de mujeres que buscan expandir sus derechos, no solamente los reproductivos, sino la lucha por la igualdad salarial, por ejemplo, que apunta a reducir la brecha basada en cuestiones de género”, remarca la historiadora experta en Estudios sobre Estados Unidos Valeria Carbone.

“Creo que eso tendrá un papel fundamental, independientemente de quien gane las elecciones. Las personas más afectadas por la pandemia son las poblaciones más pobres, les jóvenes y las mujeres. Eso ocurre porque muchas mujeres trabajan informalmente y terminaron siendo las primeras en perder sus trabajos”, apunta Augusta Saraiva. 

Además, muchas de esas mujeres están teniendo que ocuparse también de la educación de les niñes que se quedaron en casa con las escuelas cerradas. La doble jornada y la falta de remuneración las termina dejando a merced de los planes de auxilio y emergencia, cuyos fondos en Latinoamérica muchas veces provienen de la cooperación internacional y de los fondos de ayuda de Estados Unidos para los países durante la pandemia. En caso de que estos fondos se corten o se disminuyan, afectaría las vidas de las mujeres latinoamericanas y las de sus familias.