Los embarazos no planificados son menos, pero las mujeres en los países más pobres enfrentan más riesgos

Un nuevo estudio del Guttmacher Institute publicado el 21 de julio en Lancet Global Health revela que, con un mejor acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, el número de embarazos no planeados ha disminuido a nivel mundial. También ratifica que cuando el aborto es legal se realizan menos interrupciones voluntarias del embarazo. La investigación aborda la incidencia desde 1990 a 2019.

Es sabido que los abortos ocurren en todos los países, incluso en aquellos con leyes restrictivas. Sin embargo en las últimas tres décadas, la proporción de embarazos no planeados que terminaron en aborto ha aumentado en los países que tienen más restricciones legales vigentes y donde puede ser más difícil tener acceso a métodos anticonceptivos seguros y apropiados. En los países con restricciones legales para el procedimiento, la tasa de aborto aumentó en 12%. Es decir, con leyes de aborto legal las interrupciones son menos; sin leyes aumentan los abortos y los riesgos.

Estos datos se desprenden del más reciente estudio de investigadores del Guttmacher Institute junto con el Programa Especial PNUD/UNFPA/UNICEF/OMS/Banco Mundial de Investigaciones, Desarrollo y Formación de Investigadores sobre Reproducción Humana (HRP). El trabajo aborda la incidencia del embarazo no planeado y el aborto de 1990 a 2019. Fue publicado el 21 de julio en Lancet Global Health. A su vez este informe ratifica y actualiza lo que ya mencionan otras investigaciones: cuando el aborto es legal, bajan las tasas de interrupciones voluntarias de embarazo.

Las tasas de aborto y las tendencias variaron a través de las regiones pero el principal hallazgo es que los embarazos no planificados son menos por las mejoras en el acceso a servicios de salud sxual y reproductiva. La disminución más significativa ocurrió en Europa y América del Norte, donde la tasa de aborto decreció en 63% entre los períodos 1990–1994 y 2015–2019.

73.3 millones de embarazos no planificados terminaron en aborto entre 2015 y 2019, lo que corresponde a una tasa global de 39 por 1,000 mujeres en edades de 15 a 49 años.

“El embarazo no planeado y el aborto son experiencias de salud reproductiva que comparten millones de personas cada año en todo el mundo, sin importar el estatus o circunstancias personales”, expresó Jonathan Bearak, autor principal del estudio y Científico Investigador Sénior del Guttmacher Institute. “Lo que difiere son los obstáculos –legales, sociales, económicos o de otro tipo— que enfrentan las personas en el ejercicio de su autonomía reproductiva”.

El porcentaje de embarazos no planeados que terminan en aborto ha aumentado en países donde el aborto está restringido

“Los hallazgos de este estudio muestran una clara necesidad de un enfoque integral en torno a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, incluido el acceso al aborto legal y seguro, lo cual es esencial para garantizar la autonomía reproductiva”, dijo Herminia Palacio, Presidenta y Directora Ejecutiva del Guttmacher Institute.

A nivel mundial, desde 1990, de acuerdo al acceso a los anticonceptivos ha aumentado, la tasa de embarazo no planeado ha disminuido. En el período 2015–2019, hubo 121 millones de embarazos no planeados por año, lo que corresponde a una tasa global de 64 por 1,000 mujeres en edades de 15 a 49 años. Esto es una disminución en comparación con las 79 por 1,000 mujeres en el período 1990–1994.

Sin embargo, todo depende del territorio que se analice. Las mujeres en los países más pobres tuvieron una probabilidad casi tres veces mayor de enfrentar embarazos no planeados que aquellas en los países más ricos, lo que revela importantes y persistentes desigualdades en el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.

“Las disminuciones sustanciales en embarazos no planeados y tasas de aborto en algunas regiones del mundo son excelentes noticias, pues son reflejo de importantes avances en materia de servicios de salud sexual y reproductiva efectivos, seguros, aceptables y asequibles”, afirma Bela Ganatra, Científica y Directora de la Unidad de Prevención del Aborto Inseguro en HRP.

Un estudio anterior refleja que los abortos que suceden en contextos restrictivos tienen más probabilidades de ser inseguros que aquellos que ocurren en entornos menos restrictivos. Esto expone a las mujeres a una zona de riesgo: Hemorragias graves, infecciones, peritonitis, traumatismo de cervix, rotura uterina, lesiones varias en vagina y útero, infertilidad: las secuelas físicas por abortos inseguros son múltiples.

Los abortos inseguros representan entre el 5% y 13% del total de muertes durante el embarazo y el parto, lo que representa entre 22,800 y 59,280 muertes cada año.

“Imponer restricciones legales para prevenir o impedir el acceso al aborto no reduce el número de personas que buscan esos servicios, pero ciertamente aumenta el riesgo de daños físicos y emocionales innecesarios, y puede resultar en sanciones legales, así como en dificultades financieras”, dijo Zara Ahmed, Directora Asociada de Asuntos Federales del Guttmacher Institute.

Este trabajo por primera vez calculó el número de embarazos a nivel mundial, complementado con una estimación de cuántos de esos embarazos fueron no planeados y cómo muchos de ellos terminaron en aborto. Esas cifras se desglosan según el estatus de ingreso por país, por Región de los Objetivos de Desarrollo Sostenible  y por estatus legal.

Se consideró que los países tienen leyes restrictivas del aborto si el procedimiento está completamente prohibido, si está disponible solo para salvar la vida de la mujer, o si está disponible para preservar su salud. El estudio encontró tasas similares de aborto sin importar el tipo de restricción legal. “Legal en términos amplios” indica que el aborto está disponible a solicitud o con base en amplias causales socioeconómicas