Aunque todavía no hay fecha definida, ya que la comunicación la hará el propio presidente Alberto Fernández, todo indica que antes de fin de mes el Poder Ejecutivo enviará el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo anunciado en la apertura de sesiones ordinarias el 1 de marzo. Mientras tanto, el proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito tiene estado parlamentario. En el Congreso las voluntades políticas dispuestas a terminar con la clandestinidad y criminalización del aborto empiezan a alinearse y a pensar en la estrategia legislativa. A diferencia de 2018, las comisiones a las cuales seguramente se gire la iniciativa están a favor de legislar a favor de niñas, mujeres, lesbianas y varones trans en relación al derecho al aborto. Legislación General tiene a su cargo a Cecilia Moreau; Mónica Macha es representante de Mujeres y Diversidades; Salud está a cargo de Pablo Yedlin y Legislación Penal tiene como responsable a Carolina Gaillard. Hablamos con Gaillard, presidenta de una comisión clave. Los tiempos apremian los dictámenes de las comisiones, según el reglamento de Diputadxs, deben sacarse antes del 20 de noviembre y las sesiones ordinarias serán hasta el 30 del próximo mes.
—¿Qué cambió respecto a 2018?
—El dato más importante es que el presidente se comprometió a mandar la iniciativa al Congreso. Si no se envío, fue por la pandemia. Ahora cuando se empezaron a restablecer servicios y distintas cosas con los protocolos correspondientes, empieza a verse la necesidad de avanzar. Hay un compromiso que nos da la tranquilidad y la pauta que, en breve, se podría tratar. Además, todas las cabeceras de comisión estamos a favor. Así que entiendo que va a ser un trámite más rápido que en 2018.
—¿Cómo se imagina la discusión? Porque hace dos años ya se escucharon los argumentos de 738 expositores solo en la Cámara Baja…
—Ya se dio el debate más profundo y extenso. El tratamiento va a ser más rápido y yo creo que estamos en condiciones de aprobarlo. Los debates se ganan en la sociedad y, en su mayoría, la sociedad está a favor de reconocer este derecho. La clandestinidad es desigual y hay una ausencia del Estado que tienen que estar presente en un momento tan traumático como lo es un embarazo no deseado en la vida de una persona.
Está todo dado para que sea ley antes de fin de año o a comienzos del próximo.
—Para conseguir la sanción de Diputadxs en 2018 fue clave la transversalidad lograda, en su momento, por el grupo de lxs sororxs….¿Cómo continúan esas alianzas en este nuevo contexto político?
—La transversalidad sigue presente. El tratamiento de 2018 fue muy útil para la creación de lazos de buena sintonía, para avanzar y empujar. Y esa misma transversalidad se puso de manifiesto en otros proyectos como la nueva regulación de cannabis medicinal en donde los distintos bloques articulamos para eso.
—Además de aborto y presupuesto, ¿qué otros temas tiene pendiente el Congreso en este año tan particular?
—Quedan temas importantes que están más vinculados a lo económico que en este contexto es fundamental. Lo más importante es la ley de presupuesto y el aporte extraordinario a las grandes fortunas es, también, muy importante porque es una iniciativa justa que viene a contribuir mayor igualdad. Debemos contar con el compromiso de la oposición que está más reticente a acompañar.
—Y en la comisión de Legislación Penal, ¿Qué temas quedan pendientes?
—Tuvimos una agenda de reuniones informativas con la comisión de Mujeres y Diversidad para tratar temas como la proporcionalidad de legítima defensa en casos de violencia de género y la penalización de la difusión de imágenes íntimas no consentidas.
Además, estamos trabajando para que el Código Penal tenga una mirada feminista. El Código Penal fue pensado por varones y las mujeres tienen que ser comprendidas por ese Código.
—¿Te preocupa el avance de los discursos de odio, de cara al debate por el aborto?
—Las mujeres hemos ganado muchos derechos en la pelea sobre la igualdad y somos las que más estamos padeciendo esta crisis con la pandemia. Me preocupa que de parte de la oposición se construyen discursos de odio desde una dirigencia política irresponsable que divulga una mirada sesgada. Esto repercute a la sociedad como un ataque a las mujeres. El odio ciega y veta la posibilidad de tener debates razonables. Sobre los antiderechos o los diputados que tienen posiciones en contra del aborto siempre digo lo mismo: nosotros somos servidores públicos y no podemos replicar posiciones personales. Deberían revisar sus posiciones.