El debate en sede judicial para determinar las responsabilidades penales en el femicidio de Anahí Benítez tiene a una persona imputada: Marcos Bazán. El autor material, sobre quien sobran pruebas y evidencia es Marcelo Villalba. Pero no será juzgado porque es inimputable. Entonces solo queda Marcos Bazán, de quien no hay pruebas directas ni testimonios que indiquen que conocía a Anahí o a Villalba. Para la familia de Anahí, sin embargo, sería partícipe necesario del crimen.
Algo inédito pasó desde el inicio de este juicio por femicidio, amigas y amigos de Anahí y gran parte del movimiento feminista piden libertad para Marcos. La sospecha es que el Tribunal Oral 7 de Lomas de Zamora, integrado por les jueces Elisa López Moyano, Roberto Conti y Roberto Lugones, no quieren terminar un juicio por femicidio sin una condena y ese triste lugar será ocupado por Bazán.El fiscal Hugo Carrión pidió prisión perpetua para él, lo mismo que la querella, a cargo del abogado Guillermo Bernard Krizan, quien representa a la mamá de Anahí, Silvia Pérez. El reclamo inédito está en el sentido contrario: el feminismo pide justicia para Anahí y esa justicia no se consigue con la condena de una persona inocente, en un juicio con irregularidades en la custodia de la prueba y con datos circunstanciales. El feminismo pide verdad y pide justicia, antes que condenas.
La fiscalía cree que Bazán es coautor o partícipe necesario de privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género, y partícipe necesario de abuso sexual agravado por acceso carnal.
La Comisión Verdad, Justicia y Transparencia por Anahí Benítez y el centro de estudiantes del colegio al que iba Anahí reclaman que se reabra la investigación, que sea seria y se sigan pistas más sólidas. La defensa de Marcos Bazán, a cargo de Eduardo Soarez y de Rosario Fernández, de la Gremial de Abogades, denuncian que esta es una causa armada, basada en indicios y piden su absolución. También lxs acompañan Innocence Project, Norita Cortiñas y la APDH La Matanza.
Anahí tenía 16 años. Había salido a caminar hasta el Parque Municipal Eva Perón cuando fue secuestrada el 29 de julio, retenida por días, abusada sexualmente, y luego asesinada el 3 de agosto de 2017 en Lomas de Zamora.
Las irregularidades
La principal prueba contra Marcos Bazán es el perro Bruno, que fue desde donde encontraron a Anahí hasta su galpón a 200 metros. Ahora bien, las muestras de olor fueron tomadas por una persona sin certificación ni habilitación para hacerlo y no tuvieron cadena de custodia -el instructor se las llevó a su casa-. Es prueba principal está registrada en un video cortado y editado.
Tampoco es claro que el arroz que se encontró en el estómago de Anahí fuera el que estaba en la casa de Bazán, ya que se secuestró en una olla tres días después del hallazgo de la joven. Las peritos no fueron concluyentes. La tierra de la pala de Bazán, por otra parte, es la misma que la de toda la zona, sin ninguna particularidad y sin restos de alfalfa, algo que había circulado pero que no está en el expediente.
Hay pruebas indiciales, por otra parte, que surgen después de varios allanamientos y que generan dudas, una llave, una tijera, granadas. Nada de eso fue visto ni aportado antes. La casa de Anahí tampoco se allanó. No hay ningún mensaje ni llamado que conecte a Bazán con Villalba ni con Anahí.
En el expediente había otra vía para investigar, que Villalba actuó con otra u otras personas, pero esa hipótesis no se siguió. En eso coinciden el abogado de la familia de Anahí y el de Bazán: hubo otras personas y surgieron nombres que no fueron investigados. La pregunta es por qué.