El último 8 de marzo cuando en más de 50 países del mundo las mujeres, lesbianas, travestis y tras salían a las calles y frenaban sus actividades en el marco de una acción global, el Paro Internacional de Mujeres, en Guatemala 56 niñas eran encerradas bajo llave en un salón de clases que mide 6.8 x 7 metros en el Hogar Seguro “Virgen de la Asunción”. El día anterior habían intentado escaparse del lugar donde eran víctimas de violencia sexual, violencia física, abortos forzados, administración de fármacos, comida con gusanos y torturas. A las 8:45 de la mañana después de llevarles el desayuno, se inició un incendio: 41 murieron y 15 quedaron gravemente heridas. “Femicidio estatal”: calificaron las organizaciones feministas de América Latina y el Caribe al crimen de las niñas. El Hogar era administrado por la Secretaría de Bienestar Social (SBS).
Después de cinco meses, el lunes comenzaron las audiencias para la Etapa Intermedia en el proceso penal en el que se juzgarán las muertes de las niñas y las heridas ocasionadas a las sobrevivientes. Son juzgados los tres primeros funcionarios detenidos en marzo: el ex jefe de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, Carlos Rodas; la subsecretaria, Anahy Keller, y el exdirector del lugar, Santos Torres.
El último 7 de abril el juez de primera instancia penal Carlos Guerra los procesó por los delitos de homicidio culposo, abuso de autoridad, maltrato a menores e incumplimiento de deberes y lesiones graves. Los abogados de las familias pidieron que se les imputaran los delitos de tortura, desaparición forzada y plagio o secuestro.
En la primera audiencia la organización Mujeres Transformando el Mundo ( MTM) propuso que se vinculara el delito que se les imputa a los funcionarios a la tortura. El juez rechazó la petición y dijo que en el proceso penal no se puede incluir otro delito. El Ministerio Público debería solicitarlo.
El abogado Amílcar Sánchez, defensor del imputado Carlos Rodas, pidió que las organizaciones MTM y el Grupo de Apoyo Mutuo no sean querellantes y fueran separadas del caso. En la segunda audiencia el juez permitió que sean querellantes. Las organizaciones procuran un proceso judicial que siente un precedente para que no se repitan los hechos.
#NosDuelen56
Durante 9 minutos las 56 niñas fueron expuestas a altas temperaturas, más de 300 grados centígrados. Pese a los gritos de auxilio no las dejaron salir. Algunos medios y versiones oficiales afirman que ellas mismas quemaron una colchoneta para llamar la atención por el encierro al que fueron sometidas, sin embargo esto aún debe investigarse con seriedad.
Al menos cinco de las niñas que sobrevivieron declararán en el desarrollo del juicio. Sus testimonios serán a puertas cerradas porque se trata de menores de 18 años. Están previstas para el próximo 18 de agosto.