—“Seremos Primavera” es una contundente declaración de principios…
—A mí me gusta decir que este disco es nuestro manifiesto -habría que preguntarle a Brenda y a Gaby si piensan lo mismo- yo creo que sí, que es como un manifiesto: como una declaración de un montón de cosas, una puesta de bandera de decir: ésto somos. Siempre fuimos de decir lo que pensamos, obviamente. Pero en “Seremos Primavera” es nuestro disco más directo en cuanto a letras. No hay doble sentido, ni tanta metáfora. En ese sentido hay muchas cosas que queríamos declarar de forma urgente. La palabra URGENTE me gusta decir porque son cosas que me urgen decir YA, ahora, no puedo dejarlas para el próximo disco o esperar que alguien entienda la metáfora. Necesito decirlas ahora, de esta forma, porque necesito que las entiendas ya y que te llegue a vos y digas “No me gusta, no estoy de acuerdo” o “Sí, vamos en esa”. En el sentido de: somos esto. Por eso siento que es un disco que nos define mucho.
—¿Cómo sucedió el cambio en el modo de escribir canciones en Eruca?
—Es algo que incluso he hablado mucho con mi hermana, con Maru. Por ejemplo ella en su caso hizo alusión a un amor en femenino recién en “Prender un Fuego”, después de varios discos donde ella siempre fue ella. Re loco eso. A todes nos hizo el click ¿Desde qué lugar estamos contando las historias? Porque a veces lo hacés inconscientemente no escribir la letra en femenino. No la escribís en ningún género porque en ningún momento hacés alusión al género, ni en el verbo ni adjetivos, no lo hacés. En general, yo creo que lo que las mujeres hemos hecho es obviarlo, omitimos hacer alusión al femenino en los adjetivos cuando hablamos en primera persona o en los pronombres ¡Fijate vos hasta donde se callaron los cuerpos! Los cuerpos se callan de muchas maneras, una de ellas es a través de esta omisión inconsciente tal vez, porque… ¿Sabés qué? Éste es el prejuicio: “En el rock el femenino no suena bien”, un prejuicio re cultural, re del ambiente. Pero ahora que lo empezamos a usar, ya está, no hay vuelta atrás. Es lógico, si estoy hablando de mí, la historia habla de mí. Rarísimo. Re loco eso.
—¿Qué vivencias tuviste al enfrentar esos desafíos?
—El proceso que yo atravesé en este disco fue grande. No lo cuento nunca porque es re personal. Cuando lo estábamos grabando, en todo el proceso de armado del disco que comenzó en 2018. Tuvo un impacto súper fuerte en mi persona porque empecé a sacarme primero el filtro… Quieras o no es una camisa de fuerza el power trío, tenés que romper con algo. Además de todo lo que una venía trabajando con el movimiento y con toda esta deconstrucción y este proceso de desglose de la vida personal y empezás a ver: tengo que desarmar y volver a armar todas mis relaciones interpersonales porque están todas construidas sobre cosas que están mal. Están todas construidas desde el machismo. Y tenés que empezar a leer entre líneas, desglosar, volver a armar, romper todo, volver a construir encima… Entonces en el medio tuve una crisis fuerte, de preguntarme: “Che, está bien esto que estoy haciendo? ¿Es por acá? ¿Qué va a pasar cuando salga este disco y mostremos estas canciones? Fue fuerte. Pero estuvo buenísimo porque eso me cambió completamente. Fue como el segundo nivel de la deconstrucción a la que me lleva este movimiento tan hermoso: primero pasó por mi vida personal y después pasó por mi vida artística, y todo lo que trae, porque también quieras o no mi vida artística me define como persona. Entonces cuando tenés que volver a construir ese personaje artístico que también soy yo, lo desarmaste, lo destrozaste todo y lo volviste a armar… ¡Qué miedo! ¿Qué hago? ¿Está bien? ¿Va a gustar? Y te empezás a hacer esas preguntas boludas porque tengo el diario del lunes, en el sentido que yo me siento bien, no por el éxito o no, si no porque yo me siento mucho mejor. Y empezás a hacerte estos cuestionamientos: “Nos van a dar vuelta la cara”, ¨Nos van a decir que nos colgamos de un movimiento”, también empiezan esas dudas… ¿Se va a entender esto que queremos decir? Te dan esos miedos. Porque la onda es esparcir el mensaje, no colgarse del mensaje. Eso va a adherido a un montón de acciones que tuvimos como banda, como personas del movimiento, de estar presentes, poner el pecho a la lucha, a las causas.
—Las causas justas, la igualdad y la justicia social, son valores que siempre estuvieron presentes en Eruca..
—Totalmente. Lo que pasa es que nunca habíamos sido como banda -sí como personas individuales a militar– salvo con las Abuelas, Madres e H.I.J.O.S. que es una causa que hemos militado desde siempre. Pero con el feminismo, el aborto legal, y Ni Una Menos era: nos vamos a meter de lleno en esto públicamente. Y fue fuerte porque quisimos defender estas causas con todo, con dientes y uñas porque nos parecía tan importante, tan trascendente y de vital importancia transmitir y difundir el mensaje, que pusimos todo y dijimos ésto nos trasciende completamente. Ya no tiene que ver con si nos sigue más o menos gente, tiene que ver con que esto salga y se haga y dijimos: “Vamos a jugarnos todas las fichas porque es de verdad”. Lo que nos jodía era ser tibios en este aspecto ¡Nos jodía mucho! No porque lo hayamos sido, sino que si lo hubiésemos sido, la verdad que no hubiéramos sentido que éramos nosotros.
—El mensaje llegó y la canción “Creo” ya es un himno feminista
—La importancia que tuvo esta canción para un movimiento tan grande y tan variado, fue algo que nos re emocionó. Cuando Brenda trajo la letra, la música, dijimos: “¡Brenda esto es tremendo!” Porque Brenda tiene esa capacidad de en muy pocas palabras o en una sola frase decirte una gran verdad. Yo le hice un pequeño aporte a la canción que fue la frase “seremos primavera” porque para mí era como una síntesis. “Es este el momento, con tal fuerza lo siento… Seremos Primavera” ¡Ya está! no había más vuelta y cayó justo la frase, no sé de dónde vino, estaba ahí en el aire y la bajé. Y quedó el cuadro armado de la canción. Después cuando Bren trajo el estribillo y dijo: “Porque unidas nos sabemos fuertes/ Venimos a luchar/ Porque no seamos invisibles nunca más”, le dije Bren: ¡Es tremendo lo que dice! ¡Es tan real y tan inclusivo! Porque no habla solo del movimiento feminista, habla de todxs: nuestra realidad como latinamericanes, fuerza social, como pueblo, habla de un montón de cosas. No es una bandera de destrucción: tenemos nosotros el poder de cambiar las cosas, de construir nuestra realidad. Y además algo muy maravilloso que tiene esa canción es que va todo de la mano: la música, la melodía, la letra, y eso solo pasa en esas grandes canciones. Y Brenda tiene ese poder de hacer grandes canciones. Siempre que Bren trae un tema me saco el sombrero, me parece tan claro y eso es un don: lo tenés o no lo tenés.
—¿Qué futuro imaginás cuando finalmente se promulgue la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo?
—No es que sale la ley y chau, se cuelga la bandera, el pañuelo… No. Hay que ponerle el pecho a su aplicación. Siento que es serio el tema de la aplicación, la educación, los anticonceptivos y el aborto. Me parece clave cada instancia, no solamente la del aborto. Cada instancia va a contar, sobre todo la de educación sexual porque gracias a esa no vamos a llegar a la última. Para mí el gran logro de la campaña sería que no lleguemos al aborto. Ese es el gran logro. Además de intentar reducir y eliminar las muertes, para mí también hay que eliminar la llegada a la decisión de abortar. No hay que llegar hasta el aborto. Esa decisión tiene que estar sí o sí porque a vos en cualquiera de las situaciones te puede pasar que vos tengas que llegar al aborto. Pero nosotrxs tenemos que evitar llegar a ese punto, las dos instancias anteriores de la campaña son claves para mí. Pero el aborto tiene que estar asegurado: libre, seguro y gratuito sí o sí. Tiene que haber anticonceptivos, educación, equipamiento, infraestructura, tiene que haber profesionales, acompañamiento terapeútico: TODO. Ojalá que se pueda, ojalá nos pongamos las pilas como país y todxs empujemos hacia ese lugar. Es algo en donde lxs antiderechos también tienen que estar de acuerdo con nosotras, tenemos que hacer hincapié en el paso uno y dos para no llegar al tres. Pero si se llega al tres, que sea dignamente, de una forma acompañada. Es terrible lo que está pasando, la cantidad de muertes al pedo en situaciones ridículas, completamente evitable. Ojalá que salga porque es una deuda muy grande con nosotras.