Una foto donde Rafa vive siempre

La última foto de Rafa con vida antes de que lo asesinara el 25 de noviembre de 2017 un integrante del grupo Albatros de la Prefectura Naval con un disparo por la espalda lo cuenta y muestra como lo que era, un chico de barrio solidario y un luchador social. La fotoperiodista que hizo su último retrato narra el momento del disparo que, a diferencia del otro, lo inmortaliza.

La foto es del 23 de noviembre de 2017, durante la primera detención de las mujeres de la comunidad Winkul Mapu en la comisaría de la Policía Federal en la ciudad de Bariloche. Rafa había ido para pedir la liberación de sus lamgen (hermanas) y tenía en sus brazos al pichi (niño) de una de las mujeres detenidas.
Estábamos en la marcha por la no violencia hacia las mujeres, como cada 25 de noviembre, y empezaron a llegar rumores de que habían entrado a la comunidad con balas de plomo y se hablaba de tres muertos, luego uno y dos heridos. Fue un momento de confusión y desconcierto absoluto. Las mujeres que marchabamos frenamos frente en la puerta del hospital a modo de protesta. Cuando terminó la marcha, volvimos al hospital y nos quedamos allí hasta las 2 de la mañana, que nos confirmaron que había un muerto y era Rafael Nahuel. Este rumor había empezado a circular a las 5 de la tarde.
A los dos días de esto, mi compañero de Al Margen, me dice “fijate que Rafa estaba en la comisaría, tal vez conseguimos una foto de él”. Y sí, tenía esa foto en el bruto, no se había publicado ni editado porque Rafa me había pedido que no le haga la foto.
Cuando la encontré no lo podía creer. Lo primero que hice fue mirarla y pedir permiso para usarla y publicarla. Es una foto cimbrada, con el instrumento cortado, tiene varios errores técnicos pero creo que ya me amigue un poco con esas fallas. La foto es un resumen de quién era Rafa, tiene una visera, una trutruca (instrumento sagrado mapuche), un niño en brazos y está pidiendo la liberación de las mujeres de su comunidad. Es un chico de barrio, haciendo el camino de autodescubrimiento de su cosmovisión mapuche, se lo ve solidario cuidando un niño cuya mamá estaba detenida en el marco de un operativo violento y confía en él. Un luchador por la justicia y porque los dejen vivir como quieren.

La foto es un resumen de quién era Rafa, tiene una visera, una trutruca (instrumento sagrado mapuche), un niño en brazos y está pidiendo la liberación de las mujeres de su comunidad.

Creo que la foto me trasciende a mí como autora, lo importante es que es una imagen que lo resume a él como era y el camino que había elegido. Quisiera que esa foto sea siempre bien usada, con respeto y amor que es como representa a Rafa.

Eugenia Neme se define como fotoperiodista con un compromiso militante. Apoya la lucha mapuche por las tierras, por sus derechos y creencias. Está convencida de que “Ellos anteceden a los winkas y tenemos que poder convivir todos y todas como queremos. Es un pueblo que merece ser escuchado y sobre todo respetado”.

Este texto es una continuidad de Nave de No Ficción, donde Eugenia expuso la foto y la investigadora Cora Gamarnik sugirió que los presentes interrogaran a lxs fotógrafxs sobre sus fotografías.