Angela Davis, la activista feminista, militante afro y antirracista estará esta semana en Montevideo, Uruguay. Como parte de las actividades por el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial (21 de marzo), el proyecto Horizonte de libertades invitó a la autora de ¿Son obsoletas las prisiones? para participar de diversas actividad.
Conferencia magistral
El viernes 22 Angela Davis brindará una conferencia magistral en el Teatro Solís, con entrada gratuita. Podrá seguirse por facebook, porque en pocas horas se agotaron las entradas para ir, o a través de la pantalla gigante que se instalará en la explanada del Solís. Actuarán los grupos Afrogama e Hijas de Mandela.
Concentración en la explanada
Bajo la consigna “Sin racismo, mejor democracia”, el sábado 23 de marzo participará en una concentración en la explanada de la Universidad de la República, a las 18. Actuarán SAK (Se armó Kokoa) y Rubén Rada. Recibirá por parte el Consejo Directivo Central de la UdelaR (CDC) la distinción de doctora Honoris Causa de la Universidad.
Por qué la queremos tanto:
Nació en Birmingham, Alabama, y creció “bajo lo que podríamos llamar los vestigios visibles de la esclavitud, la inferioridad forzosa de los negros: sistema educativo aparte, barrios aparte, instituciones culturales aparte”.
Militó en los Black Panthers, una organización de autodefensa contra la brutalidad policial hacia a comunidad negra. También fue activista dentro del Partido Comunista. Sus escritos se inscriben en la interseccionalidad feminista: contra el racismo, la opresión y el patriarcado.
En su linaje político, Rosa Parks es un antecedente. En 1969 la echaron de la Universidad de California, en donde enseñaba Pensamiento Europeo, por ser del PC. Un año más tarde, fue detenida acusada de asesinato, secuestro y conspiración. Edgar J. Hoover, el racista a cargo del FBI, no dudó en plantar evidencia falsa contra activistas afrodescendientes, ni en hacerlos foco de la inteligencia ilegal.
El encarcelamiento de Angela desató una ola de protestas en todo el mundo. Desde que conoció los efectos de la cárcel, antes de entrar en una, se convirtió en una abolicionista convencida. Una frase: “Las alternativas que no aborden el racismo, la supremacía masculina, la homofobia, los prejuicios de clase y demás estructuras de dominación no conducirán, en último término, a la descarcelación”.
Leé en LatFem: Necesitamos un feminismo para el 99%.