El contexto actual nos puso frente a un desafío ineludible: necesitamos incorporar en la agenda política la problemática ambiental, la de los feminismos y la de la desigualdad social. Nosotrxs, cartoneros y cartoneras, hace más de 20 años somos un actor clave en lo ambiental. Hacemos nuestros trabajo conscientes de que el principal problema ambiental es la desigualdad social. Por eso, no hablamos de problemas ambientales, sino de problemas socio-ambientales.
Nuestro proyecto surge a partir de la crisis del 2001, cuando por necesidad salimos a buscar un ingreso y un recurso en lo que muchos veían como desecho. Hicimos de la basura un trabajo, una fuente de ingresos, el sustento de nuestras familias. Hoy contamos con más de 600 compañerxs que forman parte de la Cooperativa Las Madreselvas. Trabajamos en la Ciudad de Buenos Aires y en Pilar, al norte del conurbano bonaerense, recolectando residuos sólidos urbanos. A partir de nuestra organización pudimos acceder a muchos derechos: en primer lugar, logramos el reconocimiento de nuestro trabajo, lo que nos permitió contar con aportes jubilatorios, una obra social propia y un salario mensual. También, armamos nuestras propias redes de cuidados y logramos tener un espacio para que nuestros hijxs concurran a contraturno de la escuela, para que estén siempre contenidxs.
Hoy nuestra lucha asume un nuevo impulso, porque no estamos más solxs. Las juventudes se sumaron a acompañarnos de forma masiva y activa. Esas nuevas generaciones están preocupadas por su presente y futuro, y dispuestas a construir alianzas y poner en agenda un problema que muchos sectores venimos empujando hace tiempo.
Como parte del movimiento cartonero y de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) venimos impulsando nuevas propuestas para poder generar más trabajo y más inclusión social. Por eso, presentamos la Ley de Envases con Inclusión Social, una propuesta que busca la implementación de una tasa ambiental para las empresas y los productores que coloquen envases en el mercado. Lo recaudado se utilizará para implementar Sistemas de Reciclado con Inclusión Social en todo el país, que permitan recuperar los envases para que vuelvan a la industria y dignifiquen el trabajo de los cartoneros y las cartoneras. De esta manera, la iniciativa tendría un fuerte impacto positivo sobre nuestro movimiento y nuestro empleo pero también sobre la salud y bienestar de toda la comunidad.
Avanzar con esta ley es muy importante ya que en Argentina se producen todos los días 50 mil toneladas de residuos. La mitad de ellos termina en alguno de los 5.000 basurales a cielo abierto que hay en el país, o en un relleno sanitario. Alrededor del 20% de los residuos sólidos urbanos generados son envases post consumo. Esta ley propone una figura muy importante que es la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que establece que “el generador de efectos degradantes del ambiente, actuales o futuros, es responsable de los costos de las acciones preventivas y correctivas de recomposición”. En las problemáticas socioambientales todxs tenemos una responsabilidad y nos debemos hacer cargo como sociedad de eso.
Actualmente se recuperan como máximo un 10% de los residuos generados en nuestro país. Los 150.000 cartonerxs somos quienes evitamos que el sistema colapse, pero lamentablemente muchxs de nuestrxs compañerxs todavía trabajan en pésimas condiciones. Miles de ellos lo hacen en los propios basurales sin baños, agua, ni techo para cubrirse del sol o la lluvia. Avanzar para garantizar un ambiente sano y mejores condiciones de vida para ellxs es urgente y fundamental.