Una tormenta se ciñe sobre el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Y no hablamos del recorte presupuestario que la actual gestión de Ralph Haiek impuso sobre él (o sí), sino de las inclemencias climáticas que impidieron llegar a gran cantidad de invitadxs a la gala de apertura. Con ese augurio y un sonoro abucheo al Secretario de Cultura, Pablo Avelluto, abrió este año la edición número 33 del Festival.
La inauguración fue una fiesta de contrastes. Se vieron pañuelos y cintas verdes. Esmeralda Mitre, Guillermo Francella y Flavia Palmiero se sentaron en la primera fila. La entrada de Pablo Avelluto fue coronada por silbidos, abucheos e insultos que no paraban de sonar en la sala del tradicional teatro Auditorium. También hubo aplausos, especialmente para Cecilia Barrionuevo, la primera mujer en dirigir este festival clase A, el único de la región con esta categoría.
Antes de la función de Sueño Florianópolis, película de Ana Katz elegida para dar el puntapié inicial, Barrionuevo presentó a lxs juradxs, en su gran mayoría hombres, y entregó los premios Astor a la trayectoria. Estos fueron para Mercedes Morán, Lucrecia Martel y Narcisa Hirsch. Cerró su discurso con la presentación del primer Foro de Cine y Perspectiva de Género, que tendrá dos jornadas y del que participarán directoras, actrices, técnicas, guionistas y otras profesionales del sector. Además, confirmó las sospechas, el festival se suma a la carta de compromiso 5050/2020, iniciativa que nació en Cannes en mayo de este año. Esta tiene la intención de igualar y mantener el cupo equitativo de participación para mujeres y varones en dos años. El desafío parece arduo en nuestro país, teniendo en cuenta que el cupo de participación femenina actual es menor al 30% en todas las competencias, jurados y programadores.
Al terminar la película de apertura, los invitados se dispersaron, este año no hubo fiesta. Qué clase de símbolo fue la lluvia torrencial del sábado por la mañana se preguntaban muchos. Quizás un auspicio de tiempos de renovación o un recordatorio de lo que se deja caer, gota a gota.
Foro de Cine y Perspectiva de Género
Cerró la jornada de reflexión sobre las desigualdades en el cine. El encuentro fue moderado por Analía Barrionuevo y participaron las actrices Calu Rivero, Muriel Santana, Noemí Frenkell, la escritora y filósofa Esther Díaz, la directora Valérie Massadian y la actriz y activista trans Julia Katherine. En el marco del festival, es la primera vez que se realiza una actividad de este tipo y que según su directora actual viene a institucionalizar el espacio para cuestionarse los roles dentro de la industria. Es curioso, sin embargo, que con tantas buenas intenciones no se haya podido lograr una paridad en el Festival mismo: en todas las áreas, sea en programación, jurado o dirección, las mujeres no superan el 30%.
Es curioso, sin embargo, que con tantas buenas intenciones no se haya podido lograr una paridad en el Festival mismo: en todas las áreas, sea en programación, jurado o dirección, las mujeres no superan el 30%.
En el Tronador Concert, el domingo a las 10,30 de la mañana, con el viento del mar resonando sobre los vidrios se destacó el relato singular, sensible y feroz de Massadian, que además es jurado de la Competencia Internacional. La fotógrafa y cineasta francesa, de ascendencia armenia, relató sus primeros pasos en el cine, dejó entrever que sus “problemas con la autoridad” la llevaron a la autogestión y a aliarse con otras mujeres para llevar adelante sus films, dos de sus películas, Milla y Nana, fueron premiadas en Locarno.
Julia Katherine, la actriz brasileña hizo lo suyo. Dejó al auditorio al borde de las lágrimas cuando relató la angustiante situación que atraviesa su país y advirtió que a partir del 1 de enero en su país la comunidad LGTB estará en alerta, “estamos por perder los derechos que conseguimos en todos estos años”. Aseguró que hace apenas unos años una mujer trans no era parte de la realidad del cine pero hoy lo es. Cuando se acercaba el cierre de la actividad, hizo dar un par de pasos hacia atrás a las que, minutos antes, habían gritado “¡Clítoris!” en lugar de “Whisky” para la foto oficial, subrayando con sutileza pero firme la poco inclusiva y desafortunada idea.
Otra gran oradora fue Esther Díaz, mostra, ícono queer, filósofa académica, maestra, escritora apasionada. Encarna tantas facetas inesperadas que sólo queda rendirse a sus pies. Cosechó aplausos cuando contó, como entre confidentes, que a sus casi 79 años todavía es “capaz de desear, de mostrar su cuerpo y de coger”. El documental que protagoniza está actualmente en exhibición en el Malba, en otro gran evento del cine, el Festival Asterisco.
El día lunes se cierra esta primera edición del Foro y la segunda jornada contará con la presencia de Lucrecia Martel, Marina Glezer, Marcela Marcolini, Camila Fanego, Silvana di Francesco, Julieta Bilik y Florencia Etcheves. Además, se realizará la firma de la esperada carta de compromiso 5050/2020. En este cine de presupuestos subejecutados, en una industria cada vez más excluyente, en nuestros festivales llenos de hombres, blancos y heterosexuales de clase media hacia arriba, queda un largo camino por recorrer, muchachas.
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Actividades especiales
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