Crece desde el pie, solía decirse, y visto que desde arriba lo que caen hoy no son más que piñas hacia lxs de abajo, me parece necesario, este 7 de marzo de 2025 Día de la Visibilidad Lésbica tomar tres figuras emblemáticas del campo popular lésbico, muy diferentes entre sí pero que representan luchas concretas.
Elena Napolitano y Martha Ferro militaron, y Mónica Santino milita, desde mucho antes de que el giro victimista modificara el foco en algunos sectores de los movimientos feministas y lgtb+. Las considero ejemplos de distintos caminos que podemos continuar transitando y sobre los cuales los poderes reaccionarios no se sienten cómodos para recuperarnos y neutralizarnos.
Elena Napolitano
Tal vez haya sido Elena Napolitano la primera lesbiana libre, joven y sin complejos, abiertamente lesbiana y sin miedo de decirlo que salió sola su alma a gritarlo en las calles de Buenos Aires. Fue una piba del rock y del blues, que vivió la mayor parte de su vida en Mataderos, uno de los barrios obreros más emblemáticos de Buenos Aires. Su madre y su padre eran dueños de la disquería Pichi, emblemática de la zona Oeste de Capital.
Elena nació en 1960 y tuvo suficiente cabeza y sentimientos para no dejarse lavar el cerebro por la dictadura criminal de 1976, como ocurría con otras chicas de su generación que no militaban en las organizaciones revolucionarias. Siempre fue pacifista, abrazaba las ideas anarquistas no violentas, y a diferencia de la cultura rockera argentina de los 70s, peleó en la vereda feminista contra la opresión patriarcal. En sus últimos años adhirió al proyecto nacional y popular del kirchnerismo. Detestaba todo tipo de violencia y opresión, pero particularmente la que pesaba sobre las mujeres, a las que amaba profundamente. No solo amorosa y sexualmente sino filosóficamente. Y reclamaba el derecho a que su amor fuera público y no se callaba ni se reprimía ni reprimía la ternura, algo que nos costaba expresar a la mayoría de las lesbianas en aquel entonces. No le conocimos un gramo de maldad a Elena. Cuando se usa el término “hippie” o “jipi” con ironía y en forma de burla me da bronca. Porque Elena fue una auténtica jipi de los 70s y de los 80s, en el sentido en que lo entendíamos en los barrios, y fue la mejor de todas las lesbianas que conocí. Elena te daba todo lo que tenía. Quizás era demasiado idealista y sufría al ver que la gente no podía ser feliz, y se colgaba y no tenía nada en la heladera o en la alacena mientras bancaba a todas las mujeres y pibes gays, hasta a las mujeres más “goma” que se puedan imaginar, porque tenía fe en la humanidad y finalmente compartiendo un porro todos somos iguales y felices por un rato.

Elena Napolitano militó y fue cofundadora en 1983 del Grupo Federativo Gay junto con Marcelo Benítez y Zelmar Acevedo.
En un acto de máxima valentía y en los últimos meses de la dictadura, en agosto de 1983, escribió a máquina la “Carta de persona a persona” y salió a volantearla por las calles de Buenos Aires. En la Carta, Elena proclamaba que “un grupo de personas gay, cansados de la suerte que nos echaron encima, estamos tratando de organizar un movimiento de liberación”.
A Elena la conocí en 1985 en Lugar de Mujer, una casa con orientación feminista que funcionó en el barrio de Once. Estuvo entre las primeras siete lesbianas que salimos a expresarnos públicamente en Plaza Congreso el 8 de marzo de 1987, con la bandera de Cuadernos de Existencia Lesbiana. Elena aportó las cintas lila con la leyenda “apasionadamente lesbianas” que atamos sobre nuestras frentes. En 1989 viajó a Berlín y asistió a la caída del Muro.
Elena Napolitano además fue una de las grandes cantantes de blues que dio la Argentina. Pueden encontrar en youtube videos de sus actuaciones.
Nos dejó en agosto de 2010, días antes de cumplir 50 años.
Martha Ferro
Nacida en diciembre de 1942 en el barrio de Barracas y criada en Liniers, Martha Isolina Ferro fue una periodista, titiritera, poeta beatnik, militante trotskista y feminista socialista. En sus métodos fue más que nada una anarquista sindicalista y no repudiaba el uso de violencia por parte de les oprimides aunque sí creía inútil la lucha armada de las organizaciones de los 70s. Avaló el uso de la violencia controlada cuando organizó a las mujeres de la isla Maciel en 1977 para salir a apalear colectivamente y neutralizar a los machos violentos del barrio que aterrorizaban a “sus” mujeres. También en la manifestación que tuvo lugar en Buenos Aires en 1982 cuando los militares argentinos se rindieron en Malvinas. El sector del trotskismo en el que militó –tal como ella lo relataba- consideró que la guerra de Malvinas significó una toma de conciencia de la clase obrera de su capacidad de lucha para enfrentar al opresor de clase y al imperialismo.
En 1968, ahogada por la dictadura argentina del general Juan Carlos Onganía, Martha Ferro emigró a Nueva York con su pareja de entonces, Alicia Jasper, y con la pareja gay amiga integrada por el poeta Néstor Latrónico y el artista plástico Juan Carlos Vidal. Allí transcurrió una vida de poeta beatnik signada por empleos desgastantes ,y dificultades con el idioma. Tuvo otras parejas, tomó un edificio para que migrantes sin techo accedieran a la vivienda y la adicción al LSD y luego a la heroína que sostuvo prostituyéndose la condujeron al manicomio estatal Bellevue, de donde salió curada con una terapia con títeres. En Buenos Aires Martha Ferro había sido una de las primeras estudiantes de la carrera de psicología, cuando se cursaba en Filosofía y Letras.
Siempre fue lesbiana (le valió la expulsión del Liceo de Señoritas de Liniers a los 17 años), aunque no concebía el lesbianismo como lo hacemos políticamente. No se decía (ni nos decía a las demás) “lesbiana” sino karmática. A través de sus poemas, podemos enterarnos de que lo intuía como un carácter dado de manera mística, una forma de resistencia frente al malvado Dios patriarcal, una rebeldía que se trae al mundo desde el nacimiento. El I ching y el tarot fueron parte de su vida, como las aspirinas, el café, la máquina de escribir, la tinta de diario y más tarde el procesador de textos.

En 1978 convocó de manera clandestina a las mujeres que conocía, que en su mayoría eran lesbianas y otras que hoy diríamos queer –un anacronismo para entonces-, a juntarse en el local que tenía alquilado en Pasaje San Lorenzo y Defensa, en el barrio de San Telmo. Las lesbianas porteñas lo llamaban “el sótano de Martha Ferro”. Allí se organizaban funciones de teatro, de títeres, recitales de poesía y música (en ese espacio se inició Celeste Carballo), y se refugiaban lesbianas sin vivienda. Más profundamente la intención de Martha era acercar a estas compañeras al socialismo trotskista.
Martha Ferro había retornado a Buenos Aires en dos viajes, en 1973 y 1974. En 1973 participó de una de las columnas de la izquierda peronista que fue a recibir a Perón a Ezeiza. Pero no la convenció el camino de la izquierda peronista y a su regreso definitivo eligió militar en el Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Más allá de esta decisión, nunca fue “gorila”. Sí estaba en contra de la derecha peronista y de la burocracia sindical.
Entre 1979 y 1980, por encargo del partido, dirigió la revista feminista socialista Todas. A partir de entonces inició su camino como periodista militante en favor de las mujeres obreras y de les marginades. Fue la primera periodista argentina que reivindicó sin moralinas los derechos de las putas y de las travestis de los barrios populares. La mayoría de sus crónicas fueron publicadas en la revista Esto! En la película Tinta roja, dirigida por Carmen Guarini y Marcelo Céspedes, puede verse su paso por la sección policiales del diario Crónica (del que fue delegada gremial por muchos años).
Martha partió de este plano a finales de febrero de 2011.
Mónica Santino
Nacida en 1965 y criada en el barrio La Calabria de San Isidro, Mónica Santino creció con la pelota Pulpo bajo las zapatillas pampero. Tuvo una educación católica y militancia juvenil parroquial, porque durante la dictadura de 1976 y con su edad no se podía algo demasiado diferente si ibas a la escuela de monjas y tenías conciencia social. Con los años, lo aprendido de esa militancia territorial anclada en la pastoral justicia social lo volcó a la militancia por los derechos de la población homosexual en la CHA (Confederación Homosexual Argentina) a partir de 1989, donde además libró una batalla feminista por paridad de las mujeres gays frente a la hegemonía de los varones. Mónica Santino concibe la lucha por los derechos sexual integrada a la lucha por los derechos humanos.
Es peronista y adhiere al proyecto nacional y popular. Militante feminista y por el aborto seguro legal y gratuito, al mismo tiempo del feminismo popular en villas, mantiene una colaboración mutuamente respetuosa con los curas villeros. En el homenaje al cura Carlos Mujica por los 50 años de su martirio, recibió de los sacerdotes una medalla con el rostro del Padre Carlos y la leyenda “Ayúdame a vivir para ellos”.

Hincha de Vélez, profe de educación física y jugadora y directora técnica de fútbol profesional, durante décadas encabeza la lucha para que el fútbol femenino tenga la misma relevancia que el fútbol de varones. Jugó en el club All Boys (equipo de Floresta que debemos recordar por la masacre de tres pibes hinchas del club en 2001 a manos de un policía gatillo fácil, cuando los vio festejando en una estación de servicio la rebelión popular de aquel año).
Pionera de la lucha feminista en el fútbol argentino y de la organización de mujeres y niñas alrededor del fútbol feminista en la villa 31 de Retiro (donde militó Carlos Mujica), fundó el club La Nuestra, que crece e irradia su ejemplo hacia nuevos equipos feministas argentinos y del continente latinoamericano. La Nuestra también sostuvo por años una comunidad de autodefensa feminista, Cocoín (Comunidad de Conchudas Insurgentes). A lo largo de estas luchas, el equipo logró que los varones de la villa 31 compartieran su cancha de fútbol en días y horarios acordados y que queden al cuidado de los niños cuando sus compañeras tienen que entrenar.
Mónica Santino permanece activa y en sus luchas de toda la vida.