Pandemia: ¿Qué pasa con la Educación Sexual Integral en tiempos de clases virtuales?

La ESI enseña contenidos, habilita la palabra y la escucha. Es la llave, dentro del aula, para que niños, niñas y adolescentes puedan pedir ayuda si están atravesando abusos o maltratos en casa. ¿Y ahora que las aulas son virtuales? Distintos organismos aseguran que las denuncias por abuso sexual en la infancia y adolescencia bajaron porque son lxs docentes quienes reportan estos casos. “Con la Secretaría Nacional de Niñez Adolescencia y Familia (SENAF) estamos trabajando en aportar espacios en dónde hacer denuncias dentro de la plataforma Seguimos educando”, dijo a LATFEM Laura Sirotzky, Subsecretaría de Educación Social y Cultural del Ministerio de Educación de la Nación. La experiencia uruguaya, las demandas de docentes y estudiantes para que el acceso a la ESI no entre en cuarentena.

Una nena de sexto grado en una escuela de una ciudad de la provincia de Río Negro cuenta durante una clase que dos años atrás un maestro la había manoseado. Tras su relato llegan ocho compañeras más con historias casi calcadas. Fue en 2018 durante una materia en la que estaban trabajando contenidos de Educación Sexual Integral (ESI). En una escuela de Chaco otra nena aprende a usar toallitas femeninas con un vídeo que comparte la maestra. En su casa le habían dicho que cuando menstruaba tenía que usar pañales. Escenas escolares, cotidianas y silenciosas en donde las fronteras de los hogares de esos chicos y chicas se desarman cuando hay espacio para la escucha. La ESI enseña y habilita la palabra dentro del aula, para que niños, niñas y adolescentes puedan pedir ayuda si están atravesando abusos o maltratos en casa. Sucede durante las clases y también cuando suena el timbre y hay un momento para hablar con lxs docentes. ¿Qué pasa ahora que las clases son virtuales y no hay timbres que suenen para poder hablar con las maestras? ¿De qué manera se está aplicando la ESI durante la pandemia? ¿Cómo desarmar las fronteras que impone el confinamiento obligatorio?

Si bien tiene 14 años de historia, la ESI es bandera y una demanda vigente de los feminismos porque aún sin pandemia no llega de igual manera a todas las aulas en todo el país. Donde se aplica es efectiva: el 80% de los niños, niñas y adolescentes que denunciaron abusos fue después de tener una clase de ESI en la escuela según datos del Ministerio Público Tutelar porteño. 

Pareciera imposible desarticular las fronteras de esos hogares en donde está ocurriendo un abuso con familias enteras encerradas y adultes gestionando las tecnologías con las que niños, niñas y adolescentes acceden a la educación por estos días excepcionales. Sin embargo, la semana pasada se dieron a conocer, en Uruguay, las historias de dos niñas que usaron las aulas virtuales para pedir ayuda. “Estoy siendo violada”, escribió una niña. “Estoy siendo abusada”, dijo otra. Lo hicieron a través de la plataforma CREA, una especie de red social donde cada docente puede cargar materiales, enviar y calificar tareas, y dialogar con estudiantes en el marco del Plan CEIBAL (es el acrónimo de Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea). Después de estas historias la Primaria evalúa desarrollar algún tipo de botón donde el acceso sea más directo. 

Lo cierto es que Uruguay es la excepción. Se trata de uno de los pocos países de la región que no esperó a que estallara una crisis global que frenara el mundo para potenciar las posibilidades tecnológicas en innovación educativa. Es pionero en el el cierre de brechas digitales: desde la creación de CEIBAL en 2007 -allá por el primer gobierno del Frente Amplio- hasta 2018 el gobierno uruguayo lleva entregadas 2 millones de laptops y tablets, 19.500 docentes fueron capacitadxs entre 2014 y 2018. Además, el 100% de sus escuelas están conectadas a Internet. Desde 2013, lxs estudiantes aprenden idiomas a través de videoconferencias con profesores que están en otros países.  

Es cierto, también, que el país oriental cuenta con 817 mil alumnxs. Sólo la provincia de Buenos Aires quintuplica esta cantidad. En Argentina los números son de a millones y la mitad de lxs jóvenes están bajo la línea de la pobreza. 

Lxs estudiantes argentinxs son un total de 11 millones distribuidxs en más de 64 mil escuelas tanto públicas y privadas. El plan Conectar Igualdad que surgió en 2010, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, para entregar netbooks a todas las escuelas secundarias públicas del país  llegó a repartir 6 millones de equipos en 8 años. Pero a diferencia de la experiencia uruguaya, en Argentina no existe una plataforma única para las aulas virtuales para el sistema público y mucho menos una red social como la que usaron las niñas para pedir ayuda. 

Con este nuevo contexto que impone la pandemia, desde el Ministerio de Educación de la Nación están trabajando en generar un espacio o dispositivo dentro de la plataforma Seguimos educando para que lxs niñxs y adolescentes puedan llegar más rápido a las líneas de asistencia. “Estamos trabajando con la Secretaría Nacional de Niñez Adolescencia y Familia (SENAF) para aportar espacios en dónde hacer denuncias. También en la plataforma hay espacio para trabajar cuestiones vinculadas a derechos. Y estamos haciendo una guía sobre cómo pueden actuar los docentes”, dijo a LATFEM, Laura Sirotzky, Subsecretaría de Educación Social y Cultural del Ministerio de Educación de la Nación.

La web Seguimos educando, que se lanzó junto con las primeras medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio, tuvo 1.4 millones de visitas en la primera semana. Y ya cuenta con 2.5 millones de sesiones iniciadas. Lo que indica que cada usuarix entró, al menos, ya dos veces. Se trata de un crecimiento del 830% con respecto a la navegación habitual del portal Educ.ar. “En la plataforma se concentran recursos para las familias, docentes y estudiantes. Es de navegabilidad gratuita para celulares porque es un acuerdo que se hizo con las compañías de los celulares”, explicó Sirotzky a LATFEM

Foto: Sitio Andino

Pero el acceso a este tipo de respuestas educativas no es igual en todo el territorio nacional. Según datos de la Cámara Argentina de Internet, las casas con posibilidades de acceso al espacio virtual a nivel nacional alcanza al 65,8%. Pero si se pone la lupa en las diversas jurisdicciones aún hay provincias con niveles de penetración por debajo del 50% como es el caso de La Rioja (47,90%), Chubut (47,60%), Salta (44,50%), Jujuy (44,30%) y Mendoza (40,70%) y provincias con un de nivel de penetración de internet por debajo del 40% como es el caso de Tucumán (39,50%), Misiones (39,30%), Corrientes (38,50%), San Juan (37,10%), Chaco (35,90%), Santa Cruz (35,60%), Catamarca (30,90%) y Formosa (30,10%).

Foto: Ministerio de Educación de la Nación

“Seguimos educando además tiene 14 horas diaria de televisión y 7 horas de diario y cuadernos impresos que abarcan los distintos niveles educativos. Ya se imprimieron y distribuyeron casi 14.000 de cuadernos en los primeros dos tomos, están en imprenta los tomos 3 y en diseño los tomos 4. Los tres soportes dialogan entre sí”, respondió Laura Sirotzky. Y agregó: “en los programas de televisión una vez por semana, por lo menos, hay abordaje de temas de la ESI, sumado a un conjunto de acciones que tiene que ver con visibilizar y sostener la transversalidad. En todos los cuadernos hay actividades propuestas: desde cuando se lee o trabaja con Me miro al espejo, de Hugo Midón hasta en ciencias naturales. Además, trabajamos en conjunto con el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad en el abordaje de las tareas de cuidado, la corresponsabildiad y, por supuesto, el tema de violencias”. 

La funcionaria contó que en la misma línea están armando contenidos para la televisión y campañas para redes sociales. 

“Esto no reemplaza la escuela. La escuela es irremplazable. Pensamos en acompañar a los y las docentes en estos momentos con recursos digitales y en la navegación. Trabajamos para que este contexto no profundice la desigualdad en la vuelta a la escuela”, dijo a LATFEM, Laura Sirotzky. 

Además de la plataforma, el contenido audiovisual y los cuadernos impresos, otro frente al que apunta la cartera de educación nacional es el Instituto Nacional de Formación Docente. “225.557 personas fueron dadas de alta estos últimos 30 días en campus virtuales, entre docentes y estudiantes, alcanzando un total de 362.201 usuarios activos. Hoy la red del INFOD cuenta con 997 nodos de Institutos Superiores de Formación Docente. Se aumentó en un 226% la infraestructura de servidores que alojan los campus y aulas”, desarrolló la funcionaria.

Si bien Nación da lineamientos generales, cada provincia tiene los suyos. Alma es representante de Salta en la Mesa Federal de Centros de Estudiantes Secundarios. “En mi provincia no se está aplicando el contenido como corresponde. Independiente de la ESI, pasan prácticos, no explican y no están usando los contenidos que da Nación. Hay muchas cosas que están en la página Seguimos Educando que no se utilizan. Es bastante incompleto el contenido que se está dando en las aulas virtuales”, contó a LATFEM. 

Maia Shnaidman es docente de la escuela media en una escuela privada y es facilitadora pedagógica digital en nivel inicial. Es licenciada y profesora en comunicación y especialista en ESI. Además, forma parte de la Red de Docentes por el Derecho a Decidir.  “En la escuela privada el contacto está mediado. Las clases son por Zoom y la escuela tiene un campus virtual. Tengo encuentros virtuales con los y las estudiantes, podemos generar espacios en este contexto. Cuando terminan las clases me tomo tiempo a preguntarles cómo están”, dijo a LATFEM.  

En cambio, en el trabajo en la educación pública con niñes ella aseguró que “la virtualidad nos dificulta un montón porque hay muchos y muchas adultes mediando en el aprendizaje”. “Estamos discutiendo con mis compañeras cómo generar los acercamientos. De niñes de 4 a 10 años hay adultes mediando el acceso a las tecnologías, es mucho más difícil que podemos acceder a una denuncia o situación de abuso”, explicó. 

“Realmente las escuelas deberían empezar a pensar en otro tipo de acercamiento que excedan lo pedagógico, espacios de contención e intercambio y no solamente de seguimiento, actividades y notas. Y siempre pensando en aquelles que no tienen acceso a las tecnologías. ¿Qué hacemos a quienes no pueden acceder a conectarse?”, se pregunta la docente. Habrá que imaginar nuevos modos de poder desarmar aquellas fronteras que cercan a niñes y adolescentes que atraviesan acosos, maltratos y abusos y que la ESI no entre en cuarentena.

#QuedateEnCasaConDerechos

Desde todo el país se puede pedir ayuda por maltratos y abusos al 911 y al 102 (en 17 provincias). 

En Ciudad de Buenos Aires funciona la línea 137 de atención de Víctimas de Violencia Familiar. Y en el Ministerio Público Tutelar a través de la línea 0800 12 27376, el Whatsapp 15 7037 7037, las redes Facebook/ Twitter/ IG: @mptutelar y la página Asesoría Responde http://www.mptutelar.gob.ar/asesoria-responde, que recibe consultas y denuncias que pueden ser también de carácter anónimo.