Hace una semana, Vilma Ibarra, la secretaria de Legal y Técnica, anunció que antes de que termine este mes el Poder Ejecutivo enviará su (tan anunciada) propuesta de ley de interrupción voluntaria del embarazo para que se trate en sesiones extraordinarias. El fin de semana empezó a correr una fecha: 17 de noviembre, el día que el peronismo celebra a la militancia.
Todavía no se conoce el texto de la propuesta sobre legalización del aborto del gobierno Fernández-Fernández, pero los puntos principales que circulan en el pasilleo virtual coinciden con gran parte de lo dictaminado en 2018: las 14 semanas de gestación como plazo máximo para abortar, la sola decisión de la persona gestante como requisito para solicitarlo y la inclusión de la práctica dentro del plan médico obligatorio.
Mientras tanto en el Congreso, un nuevo articulado transversal de voluntades políticas se va formando en la Cámara Baja. Así como en 2018 estuvieron “l@s soror@s”, ahora los nombres que suenan y que se juntaron con la Campaña para planear la estrategia y lo que viene son: Mónica Macha, Mara Brawer, Verónica Caliva, Gabriela Estevez, Silvia Lospenato y Brenda Austin. Cristina Alvarez Rodriguez y Cecilia Moreau también serán fundamentales en el voto a voto, codo a codo.
Una diferencia favorable con la discusión de hace dos años es que las comisiones a las cuales seguramente se gire la iniciativa están a favor de legislar a favor de niñas, mujeres, lesbianas y varones trans. Todes votaron a favor en 2018. Legislación General tiene a su cargo a Cecilia Moreau, que fue parte de “l@s soror@s”. Legislación Penal tiene como responsable a la entrerriana Carolina Gaillard, a quien entrevistamos y nos dijo que “está todo dado para que sea ley antes de fin de año”. Salud está a cargo del tucumano Pablo Yedlin, con quién también hablamos. Él coincidió con su par Gaillard y agregó que “en esta nueva composición de la Cámara, la proporción a favor es más clara”.
Como parte del oficialismo y representante de una comisión clave como lo es Mujeres y Diversidades, la diputada Mónica Macha tendrá un rol de capitaneo similar al que tuvo Daniel Lipovetzky, el hombre de las corbatas verdes, en la última discusión sobre este tema. Hablamos con Mónica Macha, que plantea un panorama optimista del cual vale aferrarse:
—¿Vamos a tener sanción en Diputadxs antes de que termine el año?
—Es posible que se trate en diciembre en plenario de comisiones. El ritmo lo vamos a marcar nosotres y va a ser mucho más rápido que el proceso de 2018. Antes del anuncio de Vilma Ibarra, ya veníamos conversando con les compañeres que somos presidentes de las comisiones con una perspectiva de poder pensarlo en un tratamiento más habitual del que tienen los demás proyectos: que sea un plenario de comisiones sin reuniones informativas porque todo el debate y la argumentación está registrado así que no tiene sentido atravesar todo esto que ya lo pasamos.
—¿Y los votos están? ¿Cómo es la rosca para conseguir los votos en tiempos de pandemia? No hay pasillos, no hay despachos…me imagino que es más complicado...
—Estamos en un escenario de paridad. Hay indefiniciones y hay diputades que no quieren exponer sus posturas. Hoy no podemos visitarnos en los despachos. Y el punto más crucial es con las personas que no están convencidas o están pensando votar en contra. Estamos haciendo un trabajo más artesanal y esperamos contar con el acompañamiento del Poder Ejecutivo en ese proceso. Además de la Campaña, que es muy importante para el cabildeo, ahora se suman más actores porque será un proyecto oficialista y la mirada del Poder Ejecutivo va a estar más cercana. Se expande muchísimo la cantidad de actores que pueden intervenir.
Este es el contexto que nos toca y no hay un mejor contexto social por el momento. Las mujeres se siguen muriendo por abortos inseguros. No cesan esas muertes con la pandemia.
—¿Se está armando un nuevo espacio transversal como fueron “l@s soror@s” en su momento?
—El espacio de sororas nunca se cortó porque seguimos trabajando con la convicción en el ejercicio y el método. Tenemos acuerdos que van más allá de nuestras diferencias partidarias. Algunas compañeras ya no están en la Cámara pero se van sumando otras con mucha experiencia y en lugares clave, como Caro Gaillard, María Rosa Martinez, Mara Brawer. La Campaña con su forma de construir y mover un grupo tan heterogéneo nos contagio esa praxis.
—En estas semanas hubo ataques a varias activistas y periodistas feministas en las redes y también en la calle, ¿les preocupa la contraofensiva antiderechos?
—Es una preocupación en especial por quienes están en las provincias. Por eso fueron muy importantes las palabras de Vilma Ibarra cuando hizo el anuncio. El debate se tiene que dar en términos democráticos. Nuestra construcción fue pacífica y nos ha llevado a lo que logramos en 2018 que fue dar un debate democrático.
—¿Cómo sostener la mística en tiempos de pandemia?
—La mística está intacta. Tenemos la añoranza de lo que pasó muy presente. Hay una especie de código verde que se activa y, a la vez, hay muchas compañeras en los territorios pensando formas creativas de movilizarnos en estos contextos con los cuidados necesarios. Tenemos las redes, tenemos los medios de comunicación que acompañan y tenemos que ir por ese lado. Siempre respetando las condiciones que impone la pandemia.
—¿Además de aborto qué otros temas quedan pendientes para lo que queda del año?
—Bueno, creo que ley de Humedales y aportes de las grandes fortunas son los dos grandes temas. Y de la agenda transfeminista nos queda cupo laboral trans. Hemos dado dictamen a la equidad y paridad en medios y se tiene que dar la discusión en el recinto. Además trabajamos paridad en empresas y queda una propuesta de Cristina Alvarez Rodríguez que apunta a mejorar la paridad legislativa.