Repensar el poder en términos feministas implica desarmar estructuras que parecían que iban a quedar igual de estáticas para siempre. Mecanismos de exclusión que negaron y expulsaron a la mitad de la población durante mucho tiempo y que continúan operando hoy. En tiempos donde los feminismos, a fuerza de insistencia, han logrado disputar sentidos comunes y en ese proceso recuperar algo tan elemental como el valor de la palabra de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries, surgen libros que funcionan para revisar en perspectiva esos mecanismos de silenciamiento, aquellos que aislaron a las mujeres de los centros de poder.
Mujeres y poder. Un manifiesto es una de esas publicaciones. Su autora es Mary Beard, una reconocida historiadora inglesa, catedrática de Clásicas de Cambridge y especialista en la Antigüedad grecorromana, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016. El libro fue editado en Argentina por Crítica en 2018 y está disponible en eBook.
Está dividido en dos partes principales tituladas “La voz pública de las mujeres” y “Mujeres en el ejercicio del poder”, que se corresponden con la reescritura de dos conferencias que dio Beard en 2014 y 2017. Supera el desafío de convertir una conferencia oral en palabra escrita y aborda el problema de la figura pública de las mujeres y las asfixiantes condiciones de producción de ellas como enunciadoras.
La descripción de “manifiesto” que acompaña el título tiene sentido: Beard fue atacada y acosada en las redes sociales luego de su intervención en un programa televisivo de la BBC, Question Time, donde se posicionó respecto a la migración.
Beard recorre obras históricas, artísticas y acontecimientos mediáticos: desde la Odisea de Homero hasta caricaturas de Hillary Clinton para evidenciar las bases culturales que sostienen el sexismo en occidente. Escritoras, científicas, políticas, presidentas han sido obligadas a través de distintos mecanismos a callarse ante los hombres. Cuando ellas tomaron la palabra no las tomaron en serio o las aislaron.
Desde Telémaco, hijo de Ulises y Penélope, que hizo callar a su madre; hasta presidentas contemporáneas convertidas en Medusas. ¿Cuántas mujeres fueron silenciadas al punto de desaparecer de la historia? Se pregunta, de alguna forma, Beard e interpela a lxs lectorxs.
También interpela sobre el riesgo del corset en el que podría quedar atrapada la voz pública de las mujeres y las identidades feminizadas más allá de la tradicional “agenda de género”.
El vaivén entre los mitos clásicos con la actualidad tiene un claro objetivo: la autora busca mucho más que un manifiesto de denuncia, plantea desarmar las estructuras patriarcales. “No es fácil hacer encajar a las mujeres en una estructura que, de entrada, está codificada como masculina: lo que hay que hacer es cambiar la estructura”, señala Beard en uno de los tramos del texto.
La lectura es veloz porque se trata de un libro breve y transportable escrito en un tono pedagógico apto para todo público. En una tarde, la lectora puede hacerse de una batería de argumentos y ejemplos para discutir con cualquier Rulo, Machirulo. O explicarle a una amiga las capas de sentidos de la frase que puede leer en una remera: “No nos callamos más”.