“Así las cosas no están bien, las cosas están muy mal. El aborto clandestino es un negocio brutal. Es de una crueldad la situación… El Estado se tiene que hacer cargo de un problema de salud pública. Tenemos que legislar con la realidad. Queremos cuidar la vida y la salud de las mujeres”. Vilma Ibarra respondió a las preguntas de diputados y diputados con datos, citas a organismos internacionales e información certera con firmeza pero también conmovida y atravesada por la emoción que imprime la posibilidad de revertir una historia desigual e injusta que se vuelve cada vez más intolerable. El mismo día que el Congreso volvía a debatir cómo va a garantizar el derecho al aborto, desde la provincia de Córdoba llegaba la noticia de una mujer muerta por haber interrumpido su embarazo en condiciones inseguras. Se llamaba Mariela, tenía 40 años, era madre y estaba casada. Falleció el 7 de noviembre después de tres semanas de internación.
En las palabras de Ibarra se resumen la voluntad política del presidente Alberto Fernández que prometió durante la campaña electoral avanzar sobre este tema, lo anunció en la apertura de sesiones y antes de que termine el año-pandemia mediante- presentó su propuesta y sus funcionarixs la están defendiendo. Si en 2018 por primera vez el parlamento escuchó a las feministas sobre aborto legal, este 2020 parece ser el turno de la política tradicional: subsanar lo que no pudo hacer hace dos años porque no había decisión política de avanzar sobre este derecho de parte de la gestión de Mauricio Macri y cambiar la legislación que existe desde 1921.

La primera jornada duró casi siete horas y tuvo un formato mixto entre lo virtual y lo presencial. Desde la Casa Rosada, la secretaria de Legal y Técnica, una de las autoras del proyecto de ley del Poder Ejecutivo de “Regulación del Acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y a la atención postaborto”, expuso ante el plenario de comisiones junto a Elizabeth Gómez Alcorta, Ministra de Mujeres, Género y Diversidad y Ginés González García, titular de la cartera de Salud. Mientras que en el salón Delia Parodi la diputada Cecilia Moreau, responsable de Legislación General, ofició de anfitriona después de una jornada maratónica. Muchas de las diputadas estaban casi sin dormir.
El inicio de esta jornada histórica, que estaba pautado para las 10 de la mañana, debió comenzar a las 13 por las dilaciones del lunes en el recinto. A Moreau la acompañaron la titular de la comisión Mujeres y Diversidades, Mónica Macha; Carolina Gaillard de Legislación Penal y la diputada radical Brenda Austin, entre otras. Mientras que el responsable de la comisión de Salud, Pablo Yedlin, siguió la discusión desde la virtualidad.
También estaban presentes las diputadas Marcela Campagnoli y Carmen Polledo representan la minoría del plenario que está en contra. En sus saludos iniciales marcaron que están a favor de la despenalización. No hubo sobresaltos ni momentos de tensión: el debate empieza marcado por una serie de aprietes realizados por grupos en contra del aborto a distintxs legisladores en diversos puntos del país. La Cámara Baja seguirá de cerca este tema para que el debate democrático esté por encima de la violencia.
Vilma Ibarra abrió la presentación reconociendo a la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. También nombró a dos mujeres clave en la redacción de la propuesta que forman parte de su equipo: Jessica Kopyto y Florencia Feldman. También resaltó la transversalidad que caracteriza al movimiento feminista argentino y nombró a todos los partidos políticos que pelearon por esta agenda: “Cada derecho que conquistamos nos costó mucho y lo hicimos siempre en forma transversal, generosa”.
En su intervención hizo referencia al proyecto de los Mil Días, que está siendo debatido en el Congreso en paralelo y dialoga, de alguna forma, con esta iniciativa: “Queremos que el Estado acompañe los proyectos de maternidad de las mujeres”.
Ginés González García comenzó diciendo que el problema de los abortos inseguros “tiene solución y la conocemos. La respuesta es la salud pública”. La prevención, los derechos y la justicia social fueron los ejes de su alocución. “Cuando hay una diferencia tan distinta entre las mujeres que pueden y no pueden, la justicia social tiene que actuar”, dijo el ministro de Salud de la Nación.
También habló sobre los costos para el Estado: cuesta diez veces más el costo hospitalario de la internación que el Misoprostol, que es medicamentoso y se usa de forma ambulatoria.
Gómez Alcorta enfocó su presentación en las penalidades. Explicó los alcances de los artículos 13 y 14 de la iniciativa del gobierno. “Solo en Canadá, el Estado de Nueva York, algunos Estados de Australia, no hay penalidades, en los 67 países donde está legalizada la práctica siempre está en plazos de semana”, dijo.
Después de las intervenciones del Poder Ejecutivo, fue el turno de los y las expositores. Un total de 20 personas entre posiciones a favor y en contra. Con los problemas de conexión habituales y las dilaciones recurrentes de estos tiempos, se extendió hasta poco antes de las 20 h. Entre las posturas a favor se impuso el enfoque sanitario y de derechos humanos. Quienes se oponen a este derecho fueron mayoría varones y religiosos.
La encargada de bastonear el debate, Cecilia Moreau, tuvo un lugar proactivo en la conducción. Cuando hubo intervenciones fuera de lugar lo marcó. Fue el caso del pastor evangélico Osvaldo Carnival, de Catedral de la Fe, que equiparó aborto con asesinato y la diputada se lo señaló. “Logramos erradicar dos palabras de 2018: antiderechos y asesinas. Estamos hablando de cuidar la salud de las mujeres”, dijo Moreau cuando estuvo en Pasos Perdidos hablando con la prensa.
La primera en exponer a favor fue la abogada y referente de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito Nelly “Pila” Minyersky. “Estamos ampliando derechos. No obligamos a nadie pero no queremos que nadie nos obligue a nada. Estamos legislando para millones”, dijo una de las pioneras de esta lucha. Tiene 91 años.
Tambien habló la Ministra de Mujeres, Géneros y Políticas de Diversidad, Estela Díaz: “Este proyecto salva vidas, tienen la posibilidad de dejar atrás la humillante clandestinidad. Es una ley justa y necesaria”.
El ex ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, y el actual responsable de la cartera de salud bonaerense, Daniel Gollán, completaron la nómina de tres minsitros a favor de este derecho.
La ex intendenta de Rosario, Mónica Fein, compartió la experiencia de esa ciudad que es modelo en acceso a derechos sexuales y reproductivos. “Logramos disminuir la internación por complicaciones por aborto, una taza menor de embarazos adolescentes y evitamos muertes maternas”, dijo.
Como en otras ocasiones, el tema del comienzo de la vida estuvo presente entre quienes están a favor de la clandestinidad. El abogado y ex ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra desarmó las ficciones que se construyen al rededor del aborto: tratar de equiparar a un niño con un embrión es un argumento retórico con un envoltorio legal que procura mantener una criminalización que ha fracasado y que impide la llegada de las mujeres al sistema de salud”.
Claves para seguir el debate
Están en discusión tres propuestas de ley: la de la Campaña, una presentada en 2019 por la diputada mandato cumplido Araceli Ferreyra y la iniciativa del presidente de la Nación.
Habrá 50 expositores, la mitad con argumentos a favor y la otra mitad, encontra. Se esperan, en total, 9 horas de exposiciones. Al igual que en el debate de 2018, cada persona tendrá siete minutos para exponer. Hace dos años fueron 15 audiencias y 738 expositores desplegados en más de 130 horas de debate sólo en la Cámara Baja.
El miércoles 2 de 10 a 13 y de 14 a 18 se escucharán 32 exposiciones. Y también el jueves 3 de 13 a 19. Este día lxs diputadxs que integran las cuatro comisiones presentarán sus propios argumentos.
Si todo sale como planean lxs presidentes de las comisiones, se estima que el viernes 4 podría salir el dictamen y el 10 votarse en el recinto, el día de los derechos humanos. Aunque en la primera jornada de debate hubo una discusión y ruido sobre los tiempos para el dictamen, a última hora del 1 de diciembre el Poder Ejecutivo firmó un decreto modificatorio al que habilitó las sesiones extraordinarias, extendiendo las sesiones ordinarias hasta el 3 de enero. Las extraordinarias serán a partir del 4.
El objetivo es que llegue al Senado para que pueda tratarse antes de que termine el año y la deuda de la democracia con mujeres, lesbianas y trans empiece a saldarse.