El año pandémico que lo cambió todo: la noción de pasado, el proyecto de futuro. En el aislamiento obligatorio la cultura tomó un lugar central en la vida de todes. ¿Qué otra cosa podíamos hacer para cortar el trabajo y sin poder salir de casa? Las series, películas, libros y la música fueron nuestros planes, nuestros salvavidas. Ahora, en la orilla de la esperanza final, a punto de que llegue el 2021, hacemos un repaso sobre la música que nos hizo viajar este año.
Discos:
Irreverente, juguetona, poética y feminista. Dadalú es una música pop chilena que cuando la descubrís no podés dejar de cantarla, pensarla y desearla. Seguirla en Instagram es como ver un dibujo animado de la libertad, una visión de una adultez soñada, llena de colores, música de ensoñación con sintetizadores y guitarras loopeadas que teletransportan a un mundo imaginario. Pero cuando estás dentro del hechizo, Dadalú canta: “Tu crees que es normal, preocuparme si el taxista me va a violar, preocuparme si a mi casa yo voy a llegar, preocuparme de cómo me voy a arreglar, de las decisiones que toman por mi cuerpo”. Sus palabras caen rapeadas en una dark wave electrónica que se te pega en la nuca como un himno de esos que se cantan en las escuelas imaginarias a las que nos hubiera gustado ir. Una escuela que quiere cambiar las viejas estructuras al ritmo de un beat bailable y pegadizo pop, un ritmo libre de experimentación. Las canciones de El mapa de los días hablan sobre la lucha por la democracia, contra el machismo, sobre la vida en la ciudad, pero también reflexiona sobre el capitalismo, sobre las lógicas de la industria musical.
Dadalú es una artista multifacética fascinante. Durante el confinamiento, además de publicar este disco, subió a Youtube una “serie de televisión imaginaria en cuarentena“, como la llamó. Son ensayos musicales sobre las distintas fases del aislamiento: las plantas, la levadura, la percepción del tiempo, el miedo y más. Todo lo que hace, envuelto en teatro y cruzado con la canción pop de amplio linaje chileno parece ser atravesado por su relación con la sociedad chilena. Una artista para prestarle atención, un disco para guardar en favoritos. Un ensayo musical de nuestro tiempo. (RZ)
Un regreso esperadísimo ¡El primer álbum de Fiona en ocho años! Y vuelve con la crudeza que la caracteriza, mostrando sus heridas sin caretear nada: “Me violaste en la misma cama en la que nació tu hija”, canta en “For Her”. Y en “Under the table” -uno de los mejores tracks del disco- canta “Pateáme debajo de la mesa todo lo que quieras, no me voy a callar. NO ME VOY A CALLAR”, en llamativa coincidencia con varias declaraciones de ella sobre la violencia que recibió de su ex pareja, el director Paul Thomas Anderson.
Es una maravilla descubrir sus letras y composición: las elecciones de utilizar las palabras como percusión, cómo desestructura y en algunos casos destroza el “formato canción” para abrir paso a su propia forma inimitable. Así es como lo inesperado se convierte en una constante del disco. Lo grabó en su casa -mucho antes de que comenzara la crisis sanitaria global – integrando los sonidos propios de su hogar. Se puede escuchar el ruido de un lavarropas, ladridos de cinco perros (que figuran en los créditos) y voces grabadas junto a su hermana mayor. El lugar que ocupan en su vida sus perros es conocido por su audiencia argentina: en 2012 canceló su presentación en Buenos Aires porque una de ellas estaba muy enferma. “Éstas son las elecciones que nos definen. No soy el tipo de mujer que pone su carrera sobre el amor y la amistad”, relató en una carta abierta en su cuenta de Facebook para anunciarlo.
“Fetch the Bolt Cutters” (cuya traducción podría ser ‘Trae los cortadores de pernos’) hace referencia a una escena de “The Fall”, serie policial británica protagonizada por Gillian Anderson, quien en su rol de investigadora de delitos sexuales dice esa frase después de encontrar una puerta cerrada con llave a una habitación donde una niña ha sido torturada. “Se trata de escapar de cualquier prisión en la que te hayas permitido vivir, ya sea que hayas construido esa prisión para ti o si fue construida a tu alrededor y simplemente la aceptaste. El mensaje en todo el disco es simplemente: busca los putos cortadores de pernos y sal de la situación en la que te encuentras, lo que sea que no te guste.”, le dijo a la periodista Rachel Handler en la revista Vulture.
“Fetch the Bolt Cutters” es profundamente personal, incómodo: magnífico. (M.A)
Cazzu es un monstruo hermoso de varias cabezas. Cazzu es una trabajadora sexual que quiere cobrar por mostrarte su culo en Only Fans. Cazzu es una perra que le gusta ver a las chicas mover con su videos de trap y reggaetón. Cazzu también es una lectora de poesía y una cantante de soul. Cazzu es una trapera, la más exitosa del país, la más conocida fuera de la frontera. Cazzu es la jefa.
Una niña inútil es el disco de una de esas personalidades. “A mí el amor no me queda bien / debería cambiar / ser como una zorra de la que sí te vas a enamorar”, canta despacio, casi ronroneando sobre una base grave, lejos del trap acostumbrado, más cerca del R&B, romántica, lenta, sexy, íntima.
Este disco es, como pasó con Error 93, una jugada arriesgada. Julieta Cazzuchelli no publicó un disco de hits multimillonarios. Basado en los poemas de Alejandra Pizarnik, Cazzu se inspiró para escribir Una niña inútil y se animó a cantar como no lo había hecho antes. Las siete canciones suenan como la playlist del romance, del amor, del dolor, de la obsesión. Inauguran la nueva etapa de una narrativa bisexual de Cazzu, y la de una letrista que plasma sangre, rosas, y raso rojo. (RZ)
Canciones:
La voz de Paula Trama de Los Besos empieza a sonar sobre esa base new wave, ochentosa de atardecer rojizo sobre una moto blanca que va hacia el horizonte a toda velocidad, de campera de cuero con el cuello levantado y el pelo lesboglam, suena y te parte el corazón. La voz de Paula Trama merece una tesis doctoral, pero ahí cuando se mezcla con la de Barbi Recanati quiero darle mi corazón o mi cadera, la que se mueve suave como una ola de verano sobre esta canción de amor, triste, nostálgica, moderna. Los días que no estás pertenece al disco Ubicación en tiempo real de Barbi Recanati, un disco imprescindible para este año de dolor y encierro, un año de fantasía y expansión. El sonido personal de estas canciones celebra en estos cuatro minutos quince segundos una síntesis total del disco. Una pieza sólida, para siempre, tallada sobre la materia más perfecta de la memoria: la emoción. (RZ)
- Trozos de Films, de Audia Valdez
Trip hop + Dream Pop + Electrónica + Pop Disidente = TRANSFORME C1
Audia es una artista mendocina precursora en el uso de nuevas tecnologías aplicadas a la música en Latinoamérica y diseñadora de indumentaria. Este año editó su séptimo disco “TRANSFORME C1”, un título que invita al viaje interior que proponen las nueve canciones que componen el disco, entre ellas una bellísima versión de “Penumbra” de Luis Alberto Spinetta, el abrazo sororo de “Remedio” y su mirada del mundo de las redes sociales en “Trozos de Films” (M.A)
- Reina, de Agua Florida
Del disco “Cardo o Ceniza”. Agua Florida es una joven banda que se caracteriza por la fusión de diferentes sonidos del cancionero latinomericano, con una impronta inigualable de la mostra performática Vera Frod, acompañada por Baltazar Oliver y Nicolás Bolo. Una briza caribeña te acaricia con “Reina” primer adelanto de un disco irresistible. (M.A)
Digital:
Un verdadero mapa sonoro por la producción musical latinoamericana. Desde la curiosidad de Francisca Valenzuela de Ruidosa, la plataforma feminista chilena de difusión de la cultura independiente, se suceden los episodios donde entrevista a distintas referentas como la rapera argentina Sara Hebe, la cantante costarricence Debi Nova, la multiintrumentista y productora mexicana Marian Ruzzi, entre otras. Para escuchar con atención y después investigar todos los links que aparecen en tu mente mientras lo escuchás. (RZ)
- Song Exploder – Episodio de Natalia Lafourcade, Netflix
El podcast es inglés Song Exploder fue adaptado por Netflix a una serie documental y, entre los cuatro episodios de estreno hay uno que es hermoso. La artista mexicana Natalia Lafourcade relata cómo fue la composición de Hasta la raíz, una de sus canciones más bellas que compuso. Natalia, con la calidez que la caracteriza, cuenta sobre un accidente que tuvo en su infancia, y cómo la marcó para escribir esta canción para Veracruz, su ciudad natal. Si no sabés qué ver en Netflix, esta es la opción para vos. (RZ)
Videos:
- Mora y los metegoles en el mundo de los cielos, una película de ciencia ficción
Nueve minutos de un cortometraje delirante que une a dos canciones, que estrenó una banda el 23 de diciembre, que es el corolario perfecto para este año de ciencia ficción. Mora y los metegoles, esa banda platense de wendy rock, género que elles mismes inventaron y que une el garage, la psicodelia y el folk en ese no-género que se agrupa como indie, lanzaron al espacio de internet una película que funciona como un videoclip largo de las canciones “El rayo” y “A 100 en bajada”, de último disco Dejen dormir.
La banda, deforme, inclasificable, que rema en el universo autogestivo, realizó un cortometraje excepcional con un equipo variopinto de entusiastas al servicio de contar una historia: Mora, la terrícola cyberpunk, es la que maneja una nave espacial destartalada junto a sus amigues: un perro revolucionario, un alienígena obrero y una rata exconvicta. Lo demás, es spoiler. Lo demás, lo pueden ver en el link de abajo. Y si quieren más, en el blog que hicieron sobre la película. (RZ)
- Marilina Bertoldi live on KEXP at home
Histórico. La radio estatal de Seattle, una de las más importantes emisoras de música del mundo, se alió con el Ministerio de Cultura de la Nación para grabar el primer set en vivo de una artista argentina desde Buenos Aires, desde el Centro Cultural Kirchner. Marilina Bertoldi tocó algunas de sus nuevas canciones y Albina Cabrera, la productora de contenidos latinos de la emisora, la entrevistó en una producción de alto nivel. Es histórico porque nunca antes se había hecho algo así, antes tuvieron que volar hasta Seattle para tocar en la radio, y lo hicieron artistas como las Fémina y Juana Molina. ¡Por más producciones locales para el mundo! (RZ)
- Nathy Peluso en COLORS
Otro hito histórico: la plataforma COLORS con sede en Berlín dedicada a realizar showcases de “nuevos artistas excepcionales” convocó por primera vez a una artista argentina. Nathy Peluso realizó en una toma el video de SANA SANA, uno de los cortes de su disco consagratorio CALAMBRE, donde le dedica su lengua filosa al FMI. Luego del lanzamiento del disco, Nathy rompió junto a Bizarrap todos los algoritmos con la sesión #36 con más de 52 millones de reproducciones. (MA)
- Lucy Patané interpreta “Viento helado” de Rosario Bléfari
Este año se nos fue una amiga, una de las más queridas e influyentes músicas argentinas, Rosario Bléfari. Y los homenajes ya empezaron a hacerle justicia. Lucy Patané, quien se mostró profundamente conmovida por su muerte, interpretó una versión de “Viento helado”, uno de los clásicos blefarianos, en el ciclo Un mapa II del Centro Cultural Kirchner. Acompañada de las pianistas Noelia Sinkunas y Mercedes Lescano, Lucy demuestra una vez más su potencia vocal que tenía escondida, y que cada vez abre más al futuro. En esta versión, tan difícil de hacer propia, Lucy logra cantarla como ella sabe cantar, con su sello personal, y al mismo tiempo permanece la impregnancia de Rosario Bléfari sobre cada nota, cada estrofa, cada ráfaga patagónica. Una interpretación que desarma y honra. (RZ)
Libros:
- Amigas de lo ajeno, de Javiera Tapia
La música chilena es rica en pop y en resistencia, en melodías pegadizas y rimas potentes, y tienen en sus artistas de la última década una vertiente de creatividad antipatriarcal, unas guerreras volcánicas que luchan contra las mismas desigualdades que sus compañeras en el resto de Latinoamérica. La prestigiosa periodista chilena Javiera Tapia publicó su segundo libro, Amigas de lo ajeno, e hizo un repaso por las referentas de la nueva ola musical y sus vidas, sus deseos, sus obstáculos, y en ese recorrido se lee la historia de Chile, el país de la revolución. (RZ)
Series:
- Betty, de HBO
La música está de costado, lo que está en el centro es la cultura. Betty es una serie de HBO que estrenó este año y es un retrato de los vínculos adolescentes contemporáneos. Situada en Nueva York, sobre una patineta y con un parlante colgado, recorren la ciudad como la adolescencia, como las drogas, como las relaciones, como la sexualidad. Se deslizan, más torpes o más punks, pero experimentan con la libertad y el deseo.
Los grandes temas están presentes: las redes sociales, los escraches por abusos, las violencias entre varones y mujeres, los nuevos códigos sociales que están construyendo, la amistad entre mujeres, las disidencias, los géneros como una fluidez imparable.
Betty es una miniserie corta, que tiene mucho del descubrimiento musical juvenil. (RZ)
- Sirenas rock, Canal Encuentro
La nueva era dorada del rock argentino tiene voz y sangre de mujeres, lesbianas y disidencias. No necesitás mucho más que preder la tele, llegar hasta el Canal Encuentro y ver esta serie documental de cuatro capítulos que repasa la historia de grandes músicas del rock local. Guionado por Carolina Santos y dirigida por Pablo Goldberg, la serie empieza con una triada de Mavi Díaz, Hilda Lizarazu y Sofía Viola. Risas, cantos e historias se mezclan con nuestras grandes luchas: la ley de cupo, la representación de las mujeres en la música, la equidad en carteles.
La nueva serie documental se estrenó en agosto, y se puede ver en sus repeticiones o en la web. Con hermosas imágenes, la narración de Sof Tot, y las voces poderosas de Carola Kemper, Lula Bertoldi, Andrea Alvarez, María Rosa Yorio, las ex Rouge Adriana Sica, Susy Rapella y Patsy Crawley, las ex Blacanblus Débora Dixon, Dall y Viviana Scaliza, Barbi Recanati, Mariana Bianchini, y Sofía y Clara Trucco, de Fémina. (RZ)
- Alta fidelidad, de Hulu
Si el Rob de John Cusack era el retrato del varón de la Generación X de los 90, la Rob de Zoë Kravitz es la calcomanía de todas las jóvenes nativas del siglo XXI. Divertida, aspiracional y sincera, la dueña de una tienda de discos quiere sobrevivir con lo que más ama, la música, y al mismo tiempo resolver lo que le pasa en el campo de los vínculos emocionales: en la familia, les amigues, y lo sexual-sentimental.
La serie se estrenó en Hulu, una plataforma de streaming estadounidense, justo antes de que la pandemia hiciera implosionar los planes del 2020 , pero gracias a las magias de internet la pudimos ver todes en el transcurso del aislamiento. La New York pre-covid es el escenario para las aventuras musicales y amorosas de la vida de esta chica. Si la película que salió en 2000, basada en el libro que Nick Horny publicó en 1995, tenía a un protagonista varón, un poco perdedor, inmaduro, amante de la música, lastimero y salamero, acá tiene a una protagonista que está en la búsqueda de su bienestar. Perdida, sí, pero atenta a lo que le pasa y a quien cree que es. Como en la película, las historias secundarias que rodean a les Rob son buenísimas. Sobre todo en su súper amiga Cherise, personificada por Da’Vine Joy Randolph, una mujer fuera de los estereotipos, desbordante de actitud, que le compite toda la atención a la hija de Lenny Kravitz y la actriz original de la película, Lisa Bonet.
El espíritu se mantiene: la magia de hacer una grabación casera en un cassette ahora se aplica para una playlist. La lucha por el sonido se defiende a puro disco de vinilo. La rudeza rockera está todo el tiempo a punto de escupirte la cara de hartazgo. La diversidad, sí, llegó a retratar una nueva forma de vincularse entre las juventudes. (RZ)